Los pasados 16 y 17 de septiembre organizamos un curso sobre ‘Cómo informar de cambio climático en todas las secciones’ en el Centro Nacional de Educación Ambiental CENEAM, en Valsaín (Segovia).
Los periodistas y el conjunto de la sociedad en general, somos conscientes, cada vez más, de que la información de cambio climático está alcanzando un gran protagonismo, de hecho, no sólo las secciones de medio ambiente cubren estos temas. Por eso sabemos que los periodistas de otras secciones como Economía, Salud, Deportes, Cultura, Moda y Local cada día tienen que afrontarse a un tema que se escapa de su especialidad y necesitan nociones claras de cómo hacerlo.
En el curso hablamos sobre cómo hacer transversal la información de cambio climático, presentamos la Guía de entrevistas sobre cambio climático, claves de lo que funciona y lo que no, y cómo comunicar en redes sociales un tema en crecimiento..
Como hacemos en todas nuestras presentaciones, previamente explicamos a los alumnos, que provenían de distintas disciplinas, desde las ONG al campo de la medicina. que desde la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), con el apoyo de The European Climate Foundation (ECF), hemos creado la “Guía de entrevistas sobre Cambio Climático”, que busca convertirse en una herramienta práctica destinada a los periodistas de medios de proximidad, con el objetivo de proporcionar claves a los profesionales con los que incrementar la presencia de los temas ambientales en general y del cambio climático en particular en sus medios de comunicación. Puedes descargar la Guía aquí
Cinco Claves
María García además de realizar un resumen sobre APIA, nuestra asociación que, precisamente este año, cumple 30 años, dijo que actualmente “en cualquier soporte y en cualquier medio, podemos encontrar información sobre cambio climático”. Para ello se detuvo en cinco puntos que actualmente son claves para comunicar el cambio climático:
- Tiempo. Se ha pasado de la noticia ocasional a tener un carácter diario. Ya no se circunscribe sólo al ámbito científico, sino que forma parte y está presente en las conversaciones personales llegando a influir incluso en las decisiones que podemos tomar incluso a la hora de comprar.
- Espacio. La información, a pesar de ser un problema global, cada vez es más cercana. “Hace unos años cuando informábamos sobre el cambio climático utilizábamos la imagen de los osos polares, hoy ante las olas de calor que padecemos o las lluvias temporales, la casi desaparición de estaciones, como si viviésemos en una larga primavera, han dado paso a un entorno, en el que ya se pueden sentir los efectos del cambio climático”.
- Información especializada. Se detuvo mucho en este punto e insistió en que necesitamos periodistas especializados que informen sobre un tema que puede ser complejo pero que, con las fuentes adecuadas, especialmente desde la Ciencia, se puede contar muy bien.
- Transversalidad de los temas. Como hemos mencionado, actualmente el cambio climático está presente en economía, deportes, cultura, salud, internacional… A modo de ejemplo comentó que hoy, cuando se construye un nuevo estadio, hay que tener en cuenta a los deportistas que no pueden practicar su deporte con una temperatura que llega a los 40 º C; unos espectadores a los que hay que proporcionar un ambiente fresco para que desde su asiento contemplen el espectáculo deportivo. En consecuencia hay que hacer inversiones millonarias en climatización, iluminación, utilizar los materiales más adecuados y sostenibles posible e incluso facilitar medios de transporte para desplazar a miles de personas hacia sus estadios.
- Mover conciencias, periodismo de soluciones, periodismo en positivo. En este punto, en el que también incidieron los ponentes, hizo hincapié en que un deportista de élite, una actriz o cantante de moda, en los medios tradicionales o en las nuevas plataformas tecnológicas, con su mensaje puede sensibilizar a mucha gente, a veces incluso más que los propios medios de comunicación. El cambio climático no tiene ideologías. Además, se ha acabado el tiempo de convertir a la ciudadanía en responsable de todo lo que pasa. Hay que contar todo lo que se puede hacer cambiando sus hábitos. Demostrar, con cifras y datos, cómo se ha mejorado lo que se puede conseguir y lo que se ha conseguido.
Recomendó más “historias locales de impacto”. Seguir las sugerencias del mencionado periodismo de soluciones contando historias sobre los proyectos y las soluciones generalmente innovadoras que se aplican. Y avanzó el contenido de lo que los compañeros que escribieron la Guía iban a contar a continuación.
Práctica botonera
Por su parte, Luis Guijarro, coordinador de la publicación, incidió en que “nuestro principal reto ha sido poder dar forma a tanta y tan buena información” como la que se recoge en la Guía. Para su elaboración ha contado con profesionales de diferentes canales de comunicación, encargados de plasmar, de manera práctica, todos los conocimientos. Además, de Ana Carlos, para tratar la prensa en soporte papel y online, en el apartado de radio hemos contado con Oscar Menéndez y para televisión, con Abel Campos, figuras indiscutibles del periodismo ambiental. El Observatorio de la Comunicación del Cambio Climático ha realizado el apartado académico y en esta jornada contamos con todos de manera presencial. Todo un lujo.
La Guía se ha estructurado en 13 bloques, 11 ejes temáticos con una introducción y un glosario para destacar aquellos términos que en ocasiones no se suelen utilizar cuando abordamos el periodismo ambiental. Contiene un total de 1.800 elementos de navegación, que suponen 7.200 interactividades sumando las cuatro guías publicadas en los cuatro idiomas cooficiales de nuestro país. En esta ocasión resulto muy positivo poder ir viendo en directo la interactividad de la Guía que fue descargada por todos los alumnos y que formularon muchas preguntas.
En esta ocasión, de la mano de Gemma Teso y Maite Mercado pudimos asistir a una interesante e innovadora charla y, como hicieron Ana Carlos y Abel Campos, a sus presentaciones les siguieron unos talleres prácticos en los que la participación y colaboración de los asistentes fue más que notable.
Proyectos y soluciones innovadoras
La destreza de Ana Carlos a la hora de comunicar en este taller fue tan importante como la que utilizó en el momento de trabajar en la Guía. Nuestra compañera dijo que “comunicar el cambio climático de forma efectiva supone un reto, pero también es una oportunidad en la que los medios de proximidad tienen ventaja para llegar a las audiencias locales de forma más directa y relevante” y que “como el amor, el cambio climático está en todas partes”, como así se recoge en los distintos ejes de nuestra Guía.
A la hora de los ejemplos y recomendaciones dijo que “debemos escribir reportajes que muestren cómo el cambio climático está afectando directamente a la comunidad local, como sucede con la pérdida de hábitats naturales, cambios en los patrones climáticos locales o la aparición de fenómenos extremos como inundaciones o sequías”. Insistió en que se deben destacar “los proyectos y soluciones innovadoras que están siendo implementadas a nivel local para mitigar los efectos del cambio climático, como iniciativas de energías renovables, programas de reforestación y renaturalización, o proyectos de agricultura y ganadería sostenible”.
Recomendó explorar “cómo se relaciona este tema con asuntos relevantes para la audiencia local, como la salud, la economía, la seguridad alimentaria o la calidad del agua. Por ejemplo, cómo el aumento de la temperatura puede afectar a la producción agrícola local o como la contaminación del aire puede empeorar debido a ciertos fenómenos climáticos”. Se deben “contar historias personales de individuos o comunidades que están siendo afectados por el cambio climático, mostrando sus desafíos, luchas y esfuerzos por adaptarse y enfrentarse a estos cambios”.
Dijo que hay que “contar iniciativas para promover la participación y el compromiso de la comunidad en la lucha contra el cambio climático, ya sea con campañas de sensibilización, actividades de voluntariado ambiental o iniciativas de reducción de residuos. Con frecuencia las noticias sobre la lucha contra el cambio climático está protagonizada por políticos, instituciones, organizaciones, empresas… Pareciera que los ciudadanos de a pie solo tuviéramos un papel pasivo y solo nos quedase la queja o la resignación. Por el contrario, cada vez son más las asociaciones vecinales y otras formas de ciudadanía organizada las que deciden dar el paso”.
Concluyó diciendo que “las malas noticias las conocemos cada vez mejor. Las empezamos a vivir. Sin embargo urgen el compromiso y la acción frente al cambio climático. Para ello necesitamos involucrar a la audiencia en la conversación, e inspirar acciones concretas a nivel local para abordar este problema global”.
Todo un acierto fue el taller práctico que realizamos en exteriores, con la Naturaleza y en la Naturaleza.
Luchando con la “escaleta”
Abel Campos explicó que lleva décadas informando sobre medio ambiente en un soporte difícil pero que nunca se ha desanimado y, aún hoy, todavía sigue “con mucho ánimo y batallando para conseguir espacio en la escaleta, una constante a la hora de informar sobre asuntos ambientales en Televisión”.
A la pregunta sobre ¿cómo informamos sobre estos contenidos? Campos dijo que “con mucho ánimo y sin desfallecer. Batallando contra jefes de redacción, editoras y editores de televisión y responsables de las secciones de economía, política, cultura, internacional y sociedad”. Se quejó porque a pesar de todo “todavía no tenemos una estrategia para abordar la comunicación de la crisis climática y que ahora, más que nunca, se necesita una especialización periodística”.
Quiso detenerse para contar cómo preparan las entrevistas sobre cambio climático, en este caso, en televisión. Así explicó que el proceso de producción comienza con la asignación del tema noticiable. Dijo que “debemos disponer de documentación. Es un tema básico porque es muy importante saber a quién vamos a entrevistar conociendo qué ha dicho esa persona o su organización sobre la emergencia climática”. Tiene tan asumidas estas recomendaciones que él, cuando entrevista a cualquier fuente, siempre lleva “una pregunta en el bolsillo” preparada sobre este tema.
Puso algunos ejemplos que sirven para ilustrar su trabajo. Así, en el caso del clúster cerámico, dijo que se ha pasado de utilizar matorral como combustible al gas. Claro que, 50 años después, se han encontrado con la crisis del gas, que ha multiplicado por 5 la factura y como consecuencia, más de 25.000 trabajadores se han tenido que enfrentar a un ERTE.
Más centrados en la naturaleza, en la biodiversidad y en la economía de la zona nos muestra casos como el de los tomates, cuya temperatura ha hecho que se pierda en algunas zonas hasta un 60 por ciento de la producción. En cuanto a la pesca se refiere, los efectos del cambio climático y el aumento de la temperatura del agua la están desplazando hacia el sur. No es normal que la temperatura llegue a los 28/29 grados como se ha llegado a datar a 10 metros de profundidad, con unos efectos devastadores para muchos organismos, como el blanqueamiento que está sufriendo el coral.
Segunda jornada
Inauguramos la segunda jornada con Óscar Menéndez sobre cómo comunicar en redes sociales los temas de cambio climático. Sorprendió diciendo que “las redes sociales permiten el empoderamiento desde abajo”. También afirmó que las estadísticas de las redes sociales no se las cree nadie” y, algo muy importante es que “lo más complejo de las redes sociales pasa por escuchar, dialogar y hablar”.
Afirmó que en las Redes pasa como en las reuniones de sociedad donde podemos encontrar dos clases de personas agradables: las que lo son hablando y las que lo son escuchando”.
Su intervención fue totalmente práctica y los asistentes pudieron preguntar por casos prácticos en las principales redes sociales. Nuestro compañero explicó fórmulas y formas de cómo abordar estos temas según estemos en una red social o en otra.
Menéndez dijo que “no nos obsesionemos en alcanzar al mayor número posible de usuarios, sino en llegar lo más dentro posible de aquellos con los que compartimos formas de ver el mundo. Construyamos comunidad, no audiencia”.
Tanto monta, monta tanto
Una conferencia y dos personas, así sucedió con María Gemma Teso Alonso, coordinadora del Observatorio de la Comunicación del Cambio Climático y María Teresa Mercado Sáez, profesora Titular de Periodismo en la Universitat de València. Dos profesoras que nos dejaron anonadados con su presentación desde el mismo título: “Las claves de lo que funciona y lo que no, o más bien…”.
Entre lo que funciona citaron a los Clásicos y lo que nos han enseñado. Se refirieron al libro “Grandes comunicadores de la Ciencia. De Galileo a Rodríguez de la Fuente” de Bienvenido León (2024), publicada en revista Estudios del Mensaje periodístico, 2024 (Pre-print).
Hablaron de la necesidad de que el conocimiento científico sea de dominio público. De mantener una clara empatía con la audiencia. De la habilidad para intuir las necesidades o lo que busca o quiere la audiencia. El uso del formato dialógico para dotar de interés, dinamismo y humor ( y cotidianeidad) a conversaciones sobre ciencia (Galileo, Jane Marcet). Recurrir a múltiples estrategias para captar la atención del lector en base a elementos de interés compartido o refiriéndose al medio ambiente como un territorio de interés común (Sagan, Carson, Attemborough). De combinar información científica y entretenimiento, utilizando analogías y metáforas, empleando relatos de ficción y con humor. A la hora de construir historias dijeron que Jane Goodall considera que contar historias es un imperativo para hacer llegar el mensaje. No abandonar nunca la pasión, la curiosidad y el entusiasmo.
Refiriéndose a la retórica clásica comentaron que Investigaciones recientes relacionadas con el estudio de la toma de decisiones confirman que la mezcla de emoción y de argumentación resulta fundamental en la persuasión. También dijeron que las imágenes juegan un rol importante en la comunicación del Cambio Climático. Que se deben tener en cuenta aquellas imágenes que reciben una respuesta emocional más positiva y a las que invitan a la acción climática.
También hablaron de lo que no funciona como por ejemplo la creciente desconfianza en los medios; la sobreinformación, que causa saturación, ruido, fatiga y déficit de atención. Una desinformación fruto de la información incompleta, descontextualizada, errónea o falsa (fake news) y engordada por el temido uso partidista con la temida politización, como estamos viendo ahora, de los problemas generándose incluso discursos de odio.
Lo ideal sería, como recoge Wolfgang Blau, Red de Periodismo Climático de Oxford, ampliar la información científica, crear secciones climáticas, hacer uso de los nuevos formatos fomentando una cultura en la que cada historia sea una historia climática. Dijeron que todos los periodistas necesitan conocimientos básicos sobre el clima. Hablaron del periodismo de investigación y del periodismo de soluciones e hicieron una gran recomendación: “El cambio sería imposible sin la participación de los editores por eso se necesita en todos los medios un editor climático”.
Queremos dar las gracias al CENEAM y al equipo que han colaborado con nosotros por las facilidades que nos han puesto para llevar a cabo la realización de este Curso.
La Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA) reúne a periodistas que trabajan en el ámbito de la información sobre medio ambiente de toda España. Se creó a finales de 1994, este año cumplimos 30 años, para velar por la independencia y objetividad de los contenidos informativos y divulgar con rigor la información medioambiental, defender la libertad en el ejercicio profesional de sus asociados, facilitar el diálogo y acceso a fuentes informativas, representar a sus asociados en cuestiones profesionales.
Declaración de exención de responsabilidad:
«El/La presente [informe/estudio/artículo/publicación/proyecto…] ha sido elaborado/a con el apoyo de la European Climate Foundation. La responsabilidad de la información y los puntos de vista expuestos en este/a […] recae en el/los autor/es. La European Climate Foundation no se hace responsable del uso que pueda hacerse de la información contenida o expresada en el presente documento».
