En el actual mercado laboral, las empresas buscan cada vez más perfiles versátiles, flexibles con gran capacidad para adaptarse y desarrollar nuevas habilidades.
En este aspecto, los idiomas representan una gran ventaja competitiva.
Te explicamos porqué:
1 Hablar un idioma (o más) se ha convertido en una necesidad en cualquier tipo de puesto dentro de la empresa, para lideres y directivos por supuesto, pero también para empleados que por su perfil, curiosidad, experiencia y conocimientos de la empresa pueden aplicar dentro de su organización para ocupar nuevas posiciones en las que el idioma es un valor añadido. El idioma permite favorecer la evolución dentro de la empresa, de manera que los empleados tengan perspectivas atractivas y que la empresa fidelice su valor humano.
2 Las nuevas generaciones requieren mayor variedad a nivel de tareas, sectores y anhelan desarrollar una carrera internacional, o al menos en la que hacer uso del idioma.
La formación en idiomas ya no se cuestiona para ellos, es una necesidad para poder proyectarse y desvelar su potencial.
3 Los candidatos o empleados con mayor nivel de idiomas con frecuencia tienen un perfil más abierto y con capacidades mayores a la hora de aprender, formarse y anticipar.
La maleabilidad que supone hablar al menos un idioma además de su lengua materna se traduce en perspectivas más amplias y visionarias para las empresas.
4 Hablar un idioma no es una tarea repetitiva que pueda ser sustituida por la inteligencia artificial. En ámbitos como la atención al cliente, la gestión comercial, la negociación internacional, la gestión de equipos plurales, etc el idioma está en el centro del flujo diario de trabajo.
5 El bien estar no es una moda, sino una preocupación central para los empleados quienes buscan un equilibrio entre vida personal y profesional. De ahí que el idioma se haya convertido en un vector en la medida que permite ampliar los horizontes de quienes los practican. Los empleados pueden asumir distintas misiones en autonomía y flexibilizar su agenda según el interlocutor, más allá de las fronteras fisicas y mentales que solíamos tener.
En definitiva, podemos afirmar que los idiomas con su efecto palanca, diseñan y completan perfiles de empleados transversales con capacidad para seguir creciendo dentro de una empresa con cierta autonomía: empleados que ejercitan su capacidad de entender mejor las organizaciones en sus dimensiones humanas, societales y empresariales.