Escrito por: Carmen Navarro
Lo primero que necesitamos aclarar es que, una vez más, solo una voz experta sabrá distinguir realmente si estamos hablando de cuperosis o rosácea. En el caso de la rosácea, en las primeras etapas, puede aparecer solo como enrojecimiento en el centro del rostro. Con el tiempo, se pueden apreciar pequeños vasos sanguíneos dilatados junto con un enrojecimiento más significativo y permanente. La principal diferencia entre la cuperosis y la rosácea es que la cuperosis es una condición puramente estética, mientras que la rosácea es una enfermedad inflamatoria.
Diferencias entre cuperosis y rosácea
La cuperosis se muestra como una piel sensible y reactiva que se enrojece con mucha facilidad, y especialmente en zonas muy específicas de la cara como son las mejillas, aletas de la nariz y el mentón. Se muestra como una zona enrojecida con pequeñas dilataciones capilares. En algunos casos es síntoma de que puede llegar a convertirse en pre-rosácea, pero es algo que no siempre ocurre de esta manera.
Cuando se trata de rosácea estamos hablando de una patología crónica en la que vemos lesiones inflamatorias y la sensación es de molestia, una especie de quemazón y tirantez en la piel. Suele mostrarse en forma de brotes que remiten por temporadas.
¿Qué puede causar la cuperosis?
Tanto si hablamos de rosácea como de cuperosis, existen factores comunes que pueden desencadenarlas.
- La genética. Una vez más, los genes heredados nos juegan malas pasadas. En primer lugar, es más habitual en mujeres que en hombres.
- Los cambios bruscos de temperatura. El frío, de manera más concreta, no ayuda nada. Es algo siempre perjudicial para este tipo de piel, incluido los cambios bruscos y extremos, que van a producir vasodilatación y vasoconstricción.
- El consumo de alcohol y tabaco, así como el consumo de comidas picantes.
- La menopausia. Sabemos que en esta etapa los cambios se reflejan de manera muy acentuada en nuestra piel y la aparición de cuperosis es habitual cuando experimentamos esas alteraciones.
- El estrés. Nunca provoca nada bueno, y la piel es uno de los principales órganos en notar las consecuencias de ese estrés.
- La exposición solar sin control ni cuidados. Una vez más, el sol, si no se toma con precaución puede ser más perjudicial que beneficioso.
- El consumo de algunos medicamentos que contienen corticoides. Lo mejor es consultar a nuestro médico si tras consumir este tipo de medicamentos, sentimos nuestra piel alterada.
¿Cómo tratar la cuperosis?
Para tratarla lo primero que debemos hacer es ponernos en manos de un especialista que determine si se trata de cuperosis o rosácea. A la hora de establecer el tratamiento más adecuado, hay que ver el estado en el que se encuentra.
- Una vez que tenemos claro que hablamos de cuperosis, necesitaremos cremas vasoconstrictoras que consigan reducir el riego sanguíneo y rebajen el color rojizo. En nuestros centros, además, utilizamos láseres vasculares que actúan sobre las dilataciones vasculares. Nuestro IPL, tratamiento de luz pulsada intensa es ideal para unificar la piel y mejorar tanto su estado como su apariencia. Clave acabar con fotoprotector solar con SPF 50 durante todo el año.
Tratamientos especiales para mantener a raya la cuperosis
Láser de carbono activo
En nuestros centros contamos con el láser de carbono activo. Se trata de un protocolo con láser que actúa realizando un peeling a través de una mascarilla de carbono activo. Su objetivo es rejuvenecer estimulando la creación de colágeno y elastina. En 3-4 sesiones se aprecia un cambio radical en la piel.
Después de aplicar la mascarilla de carbono activo, el láser elimina la mascarilla llevándose las impurezas. También arrastra la capa de células manchadas a nivel superficial del córneo. Produce un calentamiento más profundo de la piel con la consiguiente regeneración del colágeno y elastina. Conseguimos mitigar de esta manera esa sensación de tirantez de la piel que provoca la cuperosis, disminuyendo el enrojecimiento y la sequedad extrema.
No olvides, que, ante cualquier duda, puedes pedir en nuestros centros un diagnóstico gratuito para valorar el estado de tu piel y sacarte de dudas. Lo más importante, no apliques cremas o productos si sospechas que tienes rosácea sin consultarlo con un especialista. Puedes agravarlo en lugar de aliviar esa sensación incómoda en tu piel.
Luz led
¿Por qué es útil la luz led en los tratamientos para mejorar el estado de la piel?
La luz led es también una de las técnicas que nos ayudan a potenciar los resultados de los tratamientos en cabina a la hora de mejorar el estado de la piel cuando hablamos de cuperosis. En concreto, como os he comentado en otras ocasiones, la luz led combina a la perfección con infinidad de tratamientos en cabina.
La NASA empezó a utilizar la terapia LED en el espacio y se dieron cuenta de que influía sobre los tejidos, especialmente por su capacidad para reparar daños o alteraciones. Así como en las plantas estimula la fotosíntesis, la luz va a activar otros procesos en las personas, que son la fotobioestimulación y fotobiomodulación. De hecho, el uso de esta tecnología se incluye ya por la FDA en terapias clínicas, para acelerar el proceso de cicatrización y curación de la piel.
¿Qué tipo de luz led es la indicada para tratar la cuperosis?
La luz amarilla estimula la circulación linfática y mejora la oxigenación de las células, consiguiendo favorecer el sistema inmunitario. Reduce la cuperosis, regula pieles sensibles y mejora la luminosidad. Además estimula el sistema nervioso, mejorando el tono muscular, reafirmando y tensando.
El primer paso al bienestar es el diagnóstico
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