África, una potencial prioridad estratégica para las empresas españolas por Eva Ballesté Doctora en CC Económicas, Asesora del Club de Exportadores e Inversores, Presidente del Consejo Asesor de La SEI-UAM.

Por Eva Ballesté, Doctora en Ciencias Económicas, Asesora del Club de Exportadores e Inversores y Presidente del Consejo asesor de la SEI-UAM.

29 de enero 2025 /

Descarga el artículo en PDF

¿Qué podemos esperar de 2025 en lo que se refiere a la internacionalización de la economía española? Dos condicionantes clave son sin duda los efectos de las políticas que adopte Estados Unidos bajo la presidencia Trump y las incertidumbres políticas y económicas que afronta la Unión Europea. Para la UE, 2025 debe ser un año decisivo para adoptar medidas que le permitan superar los obstáculos que lastran su competitividad.

España publicó en diciembre de 2024 la hoja de ruta “Estrategia España-África 2025-2028”, con cinco objetivos claros y 100 líneas de acción, con el propósito de establecer paulatinamente relaciones más sólidas con los países africanos.  Destaca la creciente proyección e influencia de África y de sus organismos regionales, tal y como se puede observar en el creciente peso que está tomando la Unión Africana, miembro de pleno derecho del G-20, y lo que esto supone en la gobernanza global.

En un escenario de reconfiguración de las cadenas de valor mundiales, en el que se buscan cadenas de suministro más resilientes, la aproximación al petróleo, el gas natural, el agua y los minerales críticos como el litio, el cobalto y el grafito, a modo de ejemplo, hacen que exportar e invertir en África sea una prioridad para España (al igual que para el resto de la UE) para fortalecer su autonomía estratégica.

Un dato que no pasa desapercibido para el mundo empresarial es que África es el continente que menos contribuye a la crisis climática (apenas el 2,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero) y, siendo de los más vulnerables a sus efectos, también cuenta con recursos estratégicos para la transición energética tan anhelada en los últimos tiempos y que está provocando un tsunami regulatorio en el caso de Europa.

España en los últimos tiempos ha mostrado interés en África principalmente en los sectores de las infraestructuras y la energía, pero China avanza con sus bancos estatales comprando empresas africanas a otro nivel. En este contexto, igualar las condiciones de financiación es una tarea ineludible si verdaderamente se quiere tener opción a competir.

Crecimiento de los exportadores españoles

La presencia empresarial, institucional y financiera de España en el continente Africano debe permitir por ejemplo un buen posicionamiento en cuanto a energías limpias dado el enorme potencial que hay en generación y distribución de energía eléctrica.  Pero no sólo son estos sectores los que muestran interés, en vista del ritmo de crecimiento de los exportadores españoles a África que superan los 38.000.

Algunos de los principales problemas del continente africano son el acceso a la financiación, la fragilidad institucional que lleva a la inseguridad jurídica y la falta de buenas infraestructuras. Quizás sea el momento de impulsar por todos los grupos de interés en el continente africano una mayor ética y transparencia en los negocios como antesala a mejorar la seguridad jurídica.

Cabe destacar el papel tan importante que pueden jugar las instituciones financieras de desarrollo multilaterales y bilaterales, no sólo en temas de financiación y asistencia técnica, también pueden aportar seguridad jurídica y mejoras en la capacitación de los recursos humanos.

La colaboración público-privada y los instrumentos de diplomacia son instrumentos que pueden facilitar la exportación de bienes y servicios españoles en África, compartiendo el know how en marcos jurídicos estables, buenas prácticas y financiación. Es importante seguir avanzando en fomentar los principios del multilateralismo y la defensa de los derechos humanos.

Reforzar los instrumentos de apoyo

Es un buen momento para reforzar los instrumentos de apoyo al comercio bilateral con África y a la inversión española en dicho continente. Los principales socios comerciales de España son en la actualidad, en primer lugar, Marruecos, seguido de Argelia, Nigeria, Libia y Sudáfrica, pero podría ampliarse sucesivamente, a modo de ejemplo destaca el interés por Senegal.

En España se cuenta con instrumentos financieros como el FIEM, CESCE y COFIDES para fomentar proyectos en África.

En cuanto a FIEM, en los últimos años, los proyectos elegibles para préstamos reembolsables básicamente se han concentrado tanto para clientes públicos como privados en sectores de transporte, infraestructuras, energía, gestión de recursos hídricos y de nuevas tecnologías.

En cuanto a los fondos no reembolsables se han incluido estudios de ingeniería y viabilidad en áreas relacionadas casi en su totalidad con el sector agrario, los recursos hídricos, la movilidad y el turismo.

En el ámbito del seguro de crédito a la exportación por cuenta del Estado gestionado por CESCE se han aprobado operaciones de seguro de crédito a la exportación de empresas españolas en 20 países africanos. Por su parte, desde COFIDES se ha dado soporte a las inversiones españolas en sectores relacionados con la agricultura, la ingeniería y la automoción.

Las oportunidades de negocio que surgen para dar solución a buena parte de los grandes retos que tiene el continente africano (infraestructuras, energía y agricultura),  requieren de gran movilización de recursos financieros, públicos, privados, bilaterales, multilaterales, y también se requiere de inversores institucionales. Los fondos soberanos también tienen un papel relevante a pesar de que no acaban de consolidarse en los países emergentes, pues la lucha contra el cambio climático, la transición verde, y la seguridad alimentaria, a modo de ejemplo, son ejes de su interés inversor.

Finalmente, cabe destacar que hasta que no se dé confortabilidad en tema de riesgos, especialmente los ligados a la debilidad de los marcos normativos y regulatorios, difícilmente el sector privado encontrará incentivos para destinar recursos financieros, por lo que este escollo hay que afrontarlo en cuanto antes para poder pasar a dar escalabilidad a la presencia Española en el panorama empresarial y de negocios africano.