La obra Malditas Mariposas de Juanjo Mulero nos lleva a un recorrido emocional y profundo por las vivencias de un protagonista que explora las complejidades de su existencia. Con una narrativa introspectiva y cargada de humor ácido, este libro nos invita a reflexionar sobre el amor, la nostalgia, los desafíos personales y las contradicciones que a menudo enfrentamos en la vida. Mulero, con su estilo único y lleno de autenticidad, logra transmitir sentimientos universales que resuenan en el lector, al tiempo que plantea preguntas fundamentales: ¿qué hacemos con nuestra vida? ¿Cómo encontramos sentido en medio del caos?
A lo largo de sus páginas, el lector se encuentra con relatos cargados de pasión y desesperación, todo narrado desde una perspectiva profundamente humana. Es un libro que no teme abordar las complejidades del alma y que, sin duda, deja huella.
A continuación, compartimos una entrevista con el autor, donde profundizamos en los temas centrales de su obra, su proceso creativo y lo que significa para él escribir sobre las luces y sombras de la vida.
15 preguntas para Juanjo Mulero
- Malditas Mariposas tiene un título muy evocador. ¿Qué representa este concepto para ti y cómo se relaciona con la trama del libro?
Cuando alguien se enamora acostumbramos a decir que siente “mariposas en el estómago”. Pero ¿qué sucede cuando ese amor no es correspondido? ¿qué sucede cuando esa persona que amamos, decide acabar con la relación? ¿qué sucede si vemos pasar la vida y no sentimos en nuestro interior ese aleteo deseado? Llega un momento en el que realmente esas mariposas, o la ausencia de estas, nos pueden infligir uno de los dolores más profundos, el dolor del amor. Esto es lo que le sucede a Mario, el protagonista de Malditas Mariposas.
- La obra es profundamente introspectiva. ¿Qué te motivó a explorar temas como la nostalgia, el amor y la búsqueda de sentido?
Soy una persona curiosa, tanto en lo que se refiere a lo que sucede a mi alrededor, como con lo que sucede con mis propias emociones y sentimientos.
No siento nostalgia por el pasado porque procuro llenar de vida mi presente. Pero es importante recordar las cosas positivas que hemos vivido, la dicha es un buen remedio para el alma. Pero ¿qué hacemos con las cosas negativas que nos van sucediendo?. Lo mejor es apartarlas de nuestros pensamientos o, como mucho, aprender de ellas y después aparcarlas en el lugar más inaccesible de nuestro cerebro.
Por otro lado, el amor es el sentimiento que ha movido siempre al ser humano. ¿Hay alguna emoción que vincule más a las personas que el amor? Por eso, el amor es un sentimiento que siempre tengo muy presente en todas las facetas de mi vida. Y no confundamos amor con bondad que es un sentimiento distinto.
Siempre me he hecho las preguntas tópicas, ¿quiénes somos? ¿qué sentido tiene nuestra existencia? ¿hacia donde vamos? ¿qué hacemos aquí? ¿nacemos para morir y ya está? Las personas que tienen fe, tienen resueltas todas estas cuestiones, los que no, seguimos dándoles vueltas, aunque al final lo más probable es que, como dijo el astrónomo y astrofísico Carl Sagan, “somos polvo de estrellas”
- A lo largo del libro, el humor juega un papel crucial. ¿Cómo logras equilibrar la intensidad emocional con momentos de ligereza y comedia?
La vida está cargada de momentos duros y complicados, momentos intensos en los que no sabemos qué hacer con unas emociones que nos aprietan el corazón y que apenas nos dejan respirar. Todos hemos vivido momentos de mucha intensidad emocional. En esas situaciones, si es posible, es necesario intentar hacer una lectura menos dramática. Tener sentido de humor es terapéutico y pensar que casi todo lo que nos sucede tendrá un inicio y un final, nos debe dar una perspectiva menos calamitosa de las cosas. ¡Qué bien hace una nota de humor sutil en algunos momentos! Recuerdo una película infantil muy famosa que se llamaba Mary Poppins, en ella la protagonista cantaba “con un poco de azúcar, esa píldora que os dan pasará mejor”, pues eso, salvo que seamos diabéticos, pongamos un poco de azúcar en nuestra vida.
- La historia tiene un fuerte componente autobiográfico. ¿Cómo fue el proceso de desnudar partes de tu vida ante los lectores?
Efectivamente en Malditas Mariposas hay componentes autobiográficos, pero también hay mucha ficción, o realidad mezclada con ficción. Poder alterar las situaciones vividas para evitar momentos difíciles o, incluso, para salvar nuestras vergüenzas es una facultad que tiene quien escribe. Pero es cierto que produce un cierto pudor mostrar tus sentimientos de forma abierta a los lectores, pero es el precio de escribir.
- Uno de los temas centrales es la lucha interna del protagonista. ¿Crees que todos enfrentamos batallas similares en algún momento de nuestras vidas?
Seguro que sí. Quizás no todos tenemos el mismo enfoque vital, pero todos enfrentamos batallas en la vida; sentimentales, económicas, laborales, etc., aunque cada uno se propone su propia forma de conseguir sus objetivos e, incluso, la forma de afrontarlos. Otro factor importante es la intensidad con la que cada uno se enfrenta a situaciones similares. No hay dos seres humanos que sean iguales, por cierto, algo que debería siempre sumar.
- En varios pasajes, la música y los libros tienen un papel destacado. ¿Qué influencia han tenido estos elementos en tu vida y en tu escritura?
Tanto la música como los libros tienen un papel muy destacado en mi vida. Casi con seguridad puedo decir que se debe a la influencia de mi padre. En los tiempos muertos de nuestro trabajo, mi padre leía con avidez libros de: Paco Candel, de Jose María Gironella, de muchos otros. También cantaba continuamente. Creo que esos dos aspectos de su vida, los incorporé de bien pequeño a la mía, y por lo tanto, están incorporados a mi trabajo como escritor. Valoro mucho a las personas que a través de su música o de sus palabras, o del arte sincero, nos hacen sentir que la vida es mejor que la que nos muestran cada día los medios. Y no solo en el arte, hay mucha gente que hace cosas por los demás, pero eso no vende, qué triste, ¿no?
- La relación entre los personajes y su entorno es fascinante. ¿Qué papel juega la ciudad y sus espacios en tu narrativa?
El entorno es crucial para nuestro desarrollo como seres humanos. El lugar de donde procedemos marca nuestra forma de vivir y de afrontar la vida. En general, no pueden tener la misma visión de las cosas, una persona que viva en una ciudad que una persona que viva en un entorno rural.
Para afrontar los retos de la vida, es importante saber nuestra procedencia. Esto no quiere decir que no podamos adaptarnos a nuevas situaciones o entornos, pero es importante conocer nuestras raíces, nuestra procedencia, para entender muchas veces el porqué de nuestra forma de pensar y de actuar, e incluso, para que eso nos ayude a entender las razones por las que tomamos determinadas decisiones. Si nos conocemos un poco más, podremos dirigir mejor nuestros pasos.
- ¿Cómo definirías tu estilo literario? ¿Qué autores han influido en tu forma de escribir?
Directo, honesto, ágil, sin adornos ni florituras que despisten al lector. Intento que el lector aflore sus emociones y sentimientos a través de la exposición de los de mis personajes. Esto les hará recordar momentos de felicidad y también otros en los que habrán sufrido dolor. Pero la vida es así.
He bebido en muchas fuentes literarias, principalmente autores de la generación del noventa y ocho y también de la del veintisiete. Pero el autor que quizás más huella me ha dejado ha sido Herman Hesse.
- El protagonista reflexiona mucho sobre el concepto de dignidad. ¿Por qué consideras que es un tema tan importante en el libro?
La dignidad es un valor intrínseco a la naturaleza humana. Pero es un valor menoscabado en muchas ocasiones. Cuando no respetamos a las personas, ya sea por su; edad, sexo, ideología, raza o cualquier otro atributo que las diferencie de otros, estamos agrediendo a su dignidad como ser humano. Eso es bidireccional, a quien respetamos también nos debe respetar, todos tenemos nuestra dignidad y nuestros valores. Dignidad y respeto son dos conceptos inseparables. Ya se que es nadar contra corriente. Hoy parece que casi todo vale y no es así.
- Si tuvieras que elegir una lección central que los lectores puedan llevarse, ¿cuál sería?
El protagonista, Mario es un luchador. Un hombre que le ha tocado vivir momentos y situaciones muy difíciles. Que ha tenido momentos de debilidad pero que siempre ha creído en él. También ha conseguido que la gente le respete y confíe en él.
Si realmente hay una lección central, es que uno se ha de poner objetivos en la vida, da igual del tipo que sean, y sobre todo no hay que dejar que las adversidades nos hagan renunciar a la lucha por conseguirlos.
- El libro tiene un ritmo que atrapa al lector desde la primera página. ¿Cómo fue el proceso de estructuración de la obra?
Todos hemos empezado a leer libros que a las pocas páginas ya hemos decidido aparcarlos porque no nos han enganchado.
Para mí era importante intentar que el lector quedase atrapado en la lectura desde el primer momento. Que la forma de exponer y los hechos que suceden en cada página, le generasen interés para leer la siguiente. También decidí estructurar el libro en capítulos para hacerlo más dinámico y poder desarrollar en cada uno de estos los diferentes temas que quería trasladar al lector.
- ¿Hubo algún capítulo o momento específico que fuera particularmente desafiante de escribir? Si es así, ¿por qué?
Como ya he indicado, aunque el libro no es autobiográfico, algunas de las historias si que lo son. Recordarlas me trajeron a la mente momentos vividos muy dolorosos como la muerte de mi madre, o la traición de alguna persona. Y aunque como también he comentado, soy partidario de apartar de mi mente esos duros momentos. Para escribir el libro era necesario volverlos a traer de nuevo a mi presente, así que trabajar sobre ellos ha sido un reto que al final se ha cumplido
- La mezcla de anécdotas reales y ficción enriquece la narrativa. ¿Cómo decides qué incluir y qué dejar fuera?
Malditas Mariposas es un libro de historias de la vida de una persona, con un hilo conductor. Esto me ha dado la oportunidad de incluir muchos de los temas que me interesan ya sea a través de anécdotas reales o de pura ficción. La selección de unas u otras, la he hecho en función de su encaje con el hilo conductor o por si contribuían a perfilar la forma ser del protagonista. Las historias que no han podido entrar, probablemente irán en el siguiente libro.
- Malditas Mariposas aborda la búsqueda de identidad y propósito. ¿Dirías que esta búsqueda aún continúa para ti?
A mis amigos les digo aquello de que no pasen la vida sino que vivan la vida. Eso, después, cada uno se lo aplica de la forma que le interesa. Yo seguiré intentando aprender cada día de mis emociones y de mis sentimientos, y también marcándome objetivos factibles de conseguir. La vida no tiene mucho sentido sino la sentimos correr por nuestras venas.
- Finalmente, ¿qué esperas que los lectores sientan o reflexionen al cerrar el libro?
Me gustaría que hayan pasado un rato agradable de lectura. Que algunos temas les hayan hecho reflexionar en cualquier sentido. Que les haya hecho pensar sobre lo efímera que es la vida y, sobre todo, lo importante que es, que cada uno piense que debe hacer ella… y después se ponga como objetivo hacer lo que haya pensado.
