20.02.2025
El informe «España 2025. Un año por delante: Retos y tendencias desde una perspectiva autonómica», elaborado por EY, ofrece un análisis detallado de los desafíos y oportunidades económicas en cada comunidad autónoma en un contexto global marcado por la incertidumbre geopolítica y la transformación digital. Aunque España seguirá liderando el crecimiento en la eurozona con un 2,3% de aumento del PIB estimado, el informe alerta sobre las disparidades regionales y los desafíos específicos que enfrentan los distintos territorios, desde la reindustrialización en Cataluña hasta la presión demográfica en Galicia o la dependencia del turismo en Baleares.
El envejecimiento de la población será un factor clave en la evolución del mercado laboral. En 2025, por primera vez, más del 25% de la población mundial tendrá más de 50 años, lo que obligará a las empresas a repensar sus estrategias de talento, especialmente en sectores industriales y tecnológicos. España se sitúa por encima de la media europea en competencias digitales, pero requiere 1,5 millones de especialistas TIC para mantener su competitividad. La colaboración entre empresas, universidades y administraciones será crucial para cerrar esta brecha y evitar la pérdida de liderazgo en innovación y digitalización.
Cataluña y el País Vasco se consolidan como polos industriales y tecnológicos, con un foco en la digitalización y la IA, aunque afrontan retos en la captación de talento y la mejora de la productividad. En Aragón y la Comunidad Valenciana, la atracción de inversión extranjera y los proyectos estratégicos como el hidrógeno verde y la gigafactoría de Volkswagen son claves para su desarrollo. Sin embargo, el informe advierte que la alta demanda de recursos y la falta de infraestructuras pueden frenar su competitividad.
El norte de España, con Galicia, Asturias y Cantabria, enfrenta el reto del envejecimiento poblacional y la falta de relevo generacional en la industria, lo que pone en riesgo su crecimiento futuro. Mientras tanto, Andalucía y Extremadura destacan por su potencial en energías renovables y la diversificación de su tejido productivo, pero siguen lidiando con tasas de desempleo elevadas. Baleares y Canarias, altamente dependientes del turismo, deben hacer frente a la escasez de vivienda y a una creciente presión social por la sostenibilidad del modelo turístico.
En un entorno de reconfiguración geopolítica y proteccionismo comercial, el informe destaca que la autonomía estratégica en sectores clave como la energía, la tecnología y la industria será fundamental para garantizar un crecimiento sostenible. La combinación de innovación, talento y resiliencia determinará qué comunidades logran aprovechar las oportunidades de 2025 y cuáles verán aumentar sus desequilibrios estructurales.
Puede consultar el informe completo aquí