Voces eternas: Día europeo de las víctimas del delito
“Gente en todo el mundo (incluyendo a millones que huyen de la guerra, persecuciones y privaciones) siguen sufriendo de discriminación y ataques. Tenemos el deber de recordar el pasado, y de ayudar a aquellos que más nos necesitan ahora”
Este fue el mensaje que compartió al mundo el ex Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, en el Día internacional de conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto.
Este 22 de febrero en Europa se conmemora el Día Europeo de las Víctimas del Delito, una jornada dedicada a reconocer los derechos y la dignidad de quienes han sufrido algún tipo de delito.
Esta fecha fue promovida en 1990 por la organización Victim Support Europe, y busca sensibilizar a la sociedad y reforzar el compromiso de los gobiernos en la protección y asistencia a las víctimas.
La Fundación Proyecto Esperanza nos dice que cada año en Europa alrededor de 75 millones de personas son víctimas de algún delito, dentro de los cuales los que más afectan a la sociedad son los delitos informáticos, de trata de personas y aquellos relacionados con el tráfico de drogas.
Ser víctima de un delito genera consecuencias graves, éstas varían dependiendo de la naturaleza del delito, y pueden llegar generar secuelas físicas y/o psicológicas. Sin embargo, más allá del daño que cause, muchas personas enfrentan profundos impactos emocionales que pueden traducirse en problemas de ansiedad, depresión o trastorno de estrés postraumático.
Las víctimas, también pueden sentirse desprotegidas en los procesos judiciales, lo que agrava su sufrimiento, es por ello que la Comisión Europea por medio de la Directiva 2012/29/UE, insta a los Estados miembros a que refuercen las garantías de derechos de las victimas dentro de los procesos, entre las que se destacan un mayor acceso a la información, provisión de medidas de seguridad, menos limitaciones en el acceso a la justicia y el derecho a una reparación justa.
En este día tampoco podemos olvidarnos de las innumerables personas afectadas por la guerra en Ucrania, cuyas vidas están siendo marcadas por la violencia, la pérdida y el desplazamiento forzado. Civiles son víctimas de crímenes de guerra, delitos de lesa humanidad e innumerables violaciones a los derechos humanos, dejándoles cicatrices físicas y emocionales de por vida. Por ellos es fundamental que Europa reafirme su compromiso con la justicia, garantizando apoyo efectivo, reparación y protección a quienes han sufrido estas atrocidades, y lograr que la comunidad internacional siga trabajando y dando visibilidad a las víctimas de estos vejámenes.
Es de gran importancia que las instituciones estatales recuerden los valores de justicia, verdad, reparación y no repetición de la justicia restaurativa, ya que recuerdan la importancia que tiene la sanación de una víctima dentro de un proceso judicial, a la cual se le permite expresar su dolor a través del dialogo, obtener respuestas sobre lo ocurrido y, en algunos casos, encontrar una reconciliación.
A pesar de que se registran avances significativos en materias legislativas y de asignación de recursos para las víctimas todavía persisten muchos desafíos por enfrentar. Ello se ve reflejado en muchos países europeos, donde las víctimas se encuentran obstruidas por barreras burocráticas, o donde ciertos grupos vulnerables, como las víctimas de violencia de género, menores y personas con discapacidad, requieren de una atención específica por parte de la institucionalidad, que no se ve reflejada ya sea por incapacidad o falta de voluntad del Estado.
Como ejemplo de lo antes mencionado, podemos ver reflejado el siniestro en España de las víctimas del Alvia, en Santiago de Compostela, donde el descarrilamiento de un tren generó 79 víctimas fatales. A pesar de los esfuerzos de sus familiares desde el año 2013 por lograr justicia y reparación, las dilaciones del proceso judicial acompañadas con una investigación técnica por parte del Estado que fue ineficiente y careció de independencia, ha llevado a que sean exculpados los máximos responsables estatales y se impida el acceso a la tutela judicial efectiva. Debido a lo anterior las víctimas tuvieron que presentar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el cual fue admitido en el presente mes de febrero de 2025.
Es por ello por lo que el Día Europeo de las Víctimas del Delito nos recuerda que la justicia no solo consiste en castigar a los culpables, sino también, en apoyar y proteger a quienes sufren el daño. Esta jornada nos invita a reflexionar que la justicia no puede ser solo un concepto abstracto, sino una realidad tangible que devuelva la dignidad y la seguridad a quienes han sido vulnerados, y que solo a través de un sistema judicial centrado en las víctimas podremos construir una sociedad más justa, solidaria y comprometida con los derechos humanos.
William Martínez Bustos, colaborador de FIBGAR.
