Un fascinante mono y el debate en torno a su nariz

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El mono narigudo es uno de los primates más asombrosos del planeta. No existen restos fósiles y apenas hay datos históricos. Durante mucho tiempo este mono endémico de la isla de Borneo ha permanecido ignorado por los científicos, ya que era un mono difícil de ver y rastrear. El ejemplar que se exhibe en el Museo es un macho que se obtuvo por intercambio con el Museo de París en 1852.

Grabado de un macho de mono narigudo (Simia nasica) del naturalista alemán von Schreber (1775). Imagen: Biodiversity Heritage Library.

Al barón Friedrich van Wurmb (1781) se le atribuye la primera descripción del mono narigudo (Nasalis larvatus), al que llamó Cercopithecus larvatus, en un discurso leído en la Sociedad de Batavia, la actual Yakarta (Indonesia), que posteriormente fue publicado en las Memorias de la Sociedad. Sin embargo, parece que los grabados coloreados a mano por el discípulo de Linneo, el alemán Johann Christian Daniel von Schreber, fueron las primeras ilustraciones publicadas sobre esta especie (1775). Los monos que dibujó Schreber son idénticos en la postura, el fondo y los detalles a las litografías que publicaría el célebre taxónomo Buffon en 1789, lo que permite suponer que los dibujos del naturalista alemán fueron la base para esas litografías. Lo que se desconoce es: ¿dónde vio von Schreber un espécimen o dibujo del mono narigudo cinco años antes del artículo de van Wurmb? ¿por qué von Schreber lo llamó Simia nasica?

Otras curiosidades relativas a este peculiar primate tienen que ver con el desencuentro entre Buffon y su protegido Louis Jean Marie Daubenton, que fue coautor de su Histoire Naturelle, Générale et Particulière, avec la Description du Cabinet du Roi. Resulta que Buffon eliminó la mayoría de los detalles de Daubenton de las descripciones de la segunda edición y a Daubenton como coautor, a pesar de que este último continuó trabajando en sus descripciones anatómicas de monos y simios. Daubenton leyó una memoria ante la Academia de Ciencias de París donde el mono narigudo es representado y descrito bajo el título de Guenon à longue nez, que no se publicó hasta después de la muerte de Buffon en 1788. Este hecho resulta interesante desde el punto de vista histórico, como fuente probable de las ilustraciones de Schreber. Pero, ¿por qué nunca se publicó la monografía de Daubenton? ¿Podría tener relación con su pelea con Buffon? Lo cierto es que entre 1772 y 1786, Buffon y la joven mujer de Daubenton mantuvieron una correspondencia muy abundante, donde se declaraban su amor, que ha quedado depositada en los archivos.

Hasta la segunda mitad del siglo XX poco se sabía de estos primates de la familia Cercopithecidae que destacan por su gran tamaño: los machos adultos pesan unos 20 kg, mientras que las hembras pesan aproximadamente la mitad. Los estudios se llevaban a cabo en barco, a lo largo de las riberas de los ríos, donde los monos descansan durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, ya que las áreas densas y pantanosas en las que viven dificultaban su monitoreo cuando se trasladaban a los bosques del interior.

Una harén de mono narigudo (Nasalis larvatus) en Borneo. Imagen: New England Primate Conservancy.

Resultan inconfundibles por su cara rosada y su prominente nariz, especialmente abultada en los machos, que la tienen grande, carnosa y flácida y que puede alcanzar unos 17,5 cm de longitud. Se ha encontrado una fuerte correlación entre el tamaño de la nariz de los machos y la fuerza física, indicada por la masa corporal, así como con la capacidad reproductiva, relacionada con el tamaño de los testículos. Los investigadores han visto que el número de hembras del harén también es mayor en los machos de nariz grande, lo que sugiere que este rasgo sea una señal de calidad sexual. Por otra parte, los análisis acústicos mostraron que el aumento nasal modificaba la resonancia de las vocalizaciones masculinas, haciendo que resulten más atractivas para las hembras.

Macho de mono narigudo (Nasalis larvatus). Colección de Mamíferos del MNCN. Imagen: Jesús Muñoz.

Viven en manglares y bosques ribereños. No son territoriales, generalmente se organizan en grupos estables de un macho adulto, varias hembras adultas y sus crías, que duermen en estrecha proximidad y las hembras se transfieren entre grupos. También hay grupos formados solo por machos, con uno o dos adultos y varios juveniles.

Llaman la atención por su voluminosa barriga, que responde a un sistema digestivo complejo. Su estómago tiene cuatro cámaras y, en ocasiones, alcanza el 25% del peso del animal. La digestión puede durar entre 40 y 50 horas. Son los únicos primates que rumian, ya que regurgitan la comida para volver a masticarla. Tienen una dieta muy variada, compuesta de hojas tiernas, frutos y semillas verdes; el estudio de un harén en un bosque de dipterocarpáceas arrojó 188 especies diferentes de plantas.

Pasan la mayor parte de las horas del día en los árboles. Cuando buscan lugares para dormir a orillas de los ríos, seleccionan aquellos que les permitan evitar a los depredadores. Nadan bien, si se les molesta pueden nadar distancias considerables. En los ríos más anchos se zambullen en el agua para cruzar nadando, las hembras con las crías delante y el macho detrás. Cuando están en tierra y vadean, caminan erguidos con los brazos levantados.

Aunque es probable que la población de monos narigudos supere los 10.000 individuos, la especie está catalogada como En Peligro en la Lista Roja de la UICN desde el año 2000 y en el Apéndice I de la CITES. Hay que tener en cuenta la tasa totalmente insostenible de deforestación que afecta a su hábitat natural, el bosque ribereño y costero, que es el más amenazado de todos los tipos de vegetación en Borneo. Las poblaciones de N. larvatus que quedan son muy pequeñas y están aisladas unas de otras, a lo que hay que sumar los frecuentes incendios forestales, que cada vez son más graves. Por otra parte, no podemos olvidar el furtivismo que tiene como objetivo capturar monos narigudos para venderlos como mascotas o, bien, por su carne y por sus piedras bezoares, concreciones formadas en sus tractos digestivos, que se usan en la medicina tradicional.

El ejemplar que se exhibe en el Museo aparece en el Catálogo Metódico de Ángel Cabrera publicado en 1912, aunque hay una confusión, ya que se le cita como hembra.

Referencias bibliográficas:

Cabrera, A. 1912. Catálogo metódico de las colecciones de mamíferos del Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Serie zoológica: 7.

Harding, L. E. 2012. The Nasalis Affair. TAPROBANICA, ISSN 1800-427X. October, 2012. Vol. 04, No. 02: pp. 88-91.

Harding, L. E. 2015. Nasalis larvatus (Primates: Colobini). Mammalian Species, 47 (926): 84-99. https://doi.org/10.1093/mspecies/sev009

Koda, I., Murai, T. Tuuga, A. […] Matsuda, I. 2018. Nasalization by Nasalis larvatus: Larger noses audiovisually advertise conspecifics in proboscis monkeys. Science Advances, 4(2), eaaq0250. doi/10.1126/sciadv.aaq0250
 

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Martínez López Carmen