El departamento de Trata de Personas hace públicos nuevos materiales para seguir profundizando en el proyecto social, en el marco del Jubileo 2025, como Peregrinos de la Esperanza. A través de un nuevo vídeo y un dosier se invita a la reflexión y oración, tanto personal como comunitaria, para el tiempo de cuaresma y Semana Santa, con la mirada puesta en la Resurrección, la vida nueva, vida en abundancia.
«Sin mí, nada podéis hacer» (Jn 15, 5)
La frase de san Juan «sin mí, nada podéis hacer» es el título que encabeza estos materiales. El dossier se ofrece a las parroquias y comunidades como invitación para organizar encuentros de oración y reflexión en torno a la trata de personas y la explotación sexual y laboral, aunque también se puede hacer a nivel personal.
Para esta meditación se propone, en primer lugar, el vídeo. Los testimonios de víctimas de la trata y de las personas que los acompañan invitan a «abrirnos a la conversión, a entrar en el desierto y vivir, desde Jesús, su pasión, muerte y resurrección». Después, se van combinando distintos momentos que permiten la oración y acercarse a esta realidad a través de textos del papa Francisco, de la religiosa adoratriz Nieves Rodríguez y del arzobispo de Pamplona, Mons. Florencio Roselló.
En este tiempo de cuaresma, otra de las opciones, es rezar con el Vía Crucis que presidió el papa Francisco el 19 de abril de 2019 en el Coliseo de Roma, orando por quienes sufren la trata de personas.
Objetivo: concretar un compromiso y planificar cómo llevarlo adelante
Para finalizar el encuentro, se anima a abrir un diálogo, en clave sinodal, que lleve a formular respuestas y acciones concretas, a nivel personal, comunitario, parroquial o diocesano. El objetivo final es que, acogiendo todas las aportaciones, se concrete, al menos, un compromiso personal o comunitario, y se planifique cómo llevarlo a cabo. Porque como señala Mons. Florencio Roselló, «la cuaresma no solo es un proceso de purificación y renovación personal, sino también un proceso de purificación social. No hay conversión personal sin compromiso social. Si queremos seguir a Jesús debemos comprometernos a luchar contra toda forma de injusticia». En esta cuaresma «quiero que nuestra lucha sea contra la trata de personas: un crimen que corrompe la humanidad, que lesiona derechos de los hijos de Dios y que anula la voluntad de una vida en libertad. No pases de largo, como nos relata la parábola del buen samaritano (Cf. Lc 10, 25-37). Coge la cruz de las víctimas de trata. Su cruz es tu cruz.»
12/03/2025
