Cómo identificar un buen jamón observando su piel - Embutidos Luis Gil

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Cuando buscamos un jamón de calidad, uno de los primeros indicadores que podemos analizar es su piel. La apariencia externa nos da pistas sobre su curación, maduración y calidad general. A continuación, te contamos qué detalles debes observar para identificar un buen jamón:

1. Presencia de mohos naturales

Un buen jamón puede presentar mohos blanquecinos o verdosos en la piel. Esto es un signo positivo, ya que indica que el proceso de curación se ha llevado a cabo de manera natural y adecuada. Estos mohos aparecen por la maduración en bodegas y secaderos, donde la humedad y la temperatura favorecen la flora natural del jamón. Si ves estas manchas, no te preocupes: se pueden eliminar frotando la superficie con un paño seco o un poco de aceite.

2. Arrugas y textura de la piel

Las arrugas en la piel del jamón son una buena señal. Indican que ha habido una correcta pérdida de humedad durante la curación, lo que contribuye a su sabor y textura característicos. Un jamón con la piel demasiado lisa podría haber sido secado de manera artificial o en condiciones no ideales.

3. Color oscuro y brillo natural

La piel de un buen jamón debe tener un tono oscuro y un brillo natural. Esto refleja una correcta infiltración de grasa y un proceso de curación bien ejecutado. Si la piel se ve opaca o demasiado seca, puede ser un indicativo de una conservación inadecuada o una calidad inferior.

4. Sello de calidad o certificación

Dependiendo del tipo de jamón, es importante verificar la presencia de sellos o etiquetas que garanticen su calidad y origen. En el caso de nuestro jamón, la eurohoja de su etiqueta garantiza que es un producto con certificación ecológica, 100% natural, libre de aditivos y conservantes artificiales. En nuestro caso se elabora únicamente con las patas de nuestros cerditos, sal y una lenta curación.

Conclusión

Un buen jamón se reconoce no solo por su aroma y sabor, sino también por su apariencia externa. Los mohos naturales, las arrugas en la piel, un color oscuro con brillo y la presencia de certificaciones son detalles que te ayudarán a elegir un jamón de calidad.

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