¿Qué se puede desear en este marzo de 2025? Pues que Navarra dé a luz de una vez a ese niño-tren que lleva décadas esperando
El pasado 4 de marzo se cumplieron 31 años desde que fuera concebido el Corredor Navarro de Alta Velocidad por el Estado en 1994. Este tren debió ser concebido con pecado original pues, si no, no tiene explicación alguna que después de 31 años de embarazo sea un ser que todavía no ha visto la luz. Es cierto que Navarra se puso de parto hace ya 12 años con el inicio de las obras pero, como los malos alumbramientos que parece que nunca van a terminar, este niño con forma de tren tan solo ha sacado la coronilla. Mientras su madre, Navarra, se retuerce y sufre entre los dolores de parto, donde solo espera que llegue a término y que, de paso, se quiten todos los interesados que tiene a su alrededor. Además, lo más asombroso es que, aunque Navarra está pariendo este tren y no acaba de dar a luz, el padre, es decir el Estado, parece llamarse a andanas y dejar a la parturienta a la buena de Dios. Y la comadrona, el Gobierno foral, en lugar de ayudar a la madre dolorida lo único que hace es darle la razón en todo al padre ausente, y no exigirle nada.
Pero no nos pongamos melancólicos. Este 4 de marzo también Javier y Maitane cumplieron 31 años. ¿Recuerdan cómo hace un año se juntaron para celebrarlo? Maitane estaba embarazada de Irati, y la niña ya ha cumplido 9 meses. Como todos los cumpleaños, es un día de pasarlo bien. Pero esta historia no tendría sentido si Emilia, la madre, no hubiese sacado entre pincho y tarta el tema del tren. ¿Qué ha visto la familia Goñi Fernández a lo largo de este año? Pues lo mismo que todos los navarros: un año entero, con sus 365 días, para seguir viajando en el tranvía a Zaragoza y para no tener ni un solo avance con el Corredor Navarro de Alta Velocidad; ni un proyecto aprobado. Un año entero, con sus 52 semanas, para ver que esta infraestructura avanza en obras y proyectos por todas las zonas de España que aún no la tienen: Extremadura, Almería, Cantabria, Castellón y Valencia, País Vasco… por todos los lados, mientras el Corredor Navarro languidece con su obra al norte de Tafalla y un puente parado sobre el río Ebro. Un año entero, con sus 8.760 horas donde, lejos de avanzar, solo se han generado conflictos: en el sur tratando de imponer una Estación en Tudela donde parece que nadie la quiere (salvo los que dicen que ellos sí que saben lo que quiere el pueblo) y por el norte transigiendo con sabotajes en la Barranca para impedir la redacción del proyecto; y, mientras, los mismos que están redactando el proyecto dando a entender que éste no sirve para nada, pues transparentan con sus declaraciones que la decisión ya está tomada. Así que la familia Goñi se pregunta ¿qué tipo de gobernantes tenemos que no respetan ninguna regla de juego?
A la familia Goñi Fernández todo esto del Tren de Alta Velocidad para Tudela, Pamplona y Navarra le sigue sonando a tomadura de pelo. La familia Goñi sabe que el ministro Óscar Puente ha ido este año por toda España comprometiendo obras y plazos. A ellos les han contado que el propio ministro, que solo lleva año y medio en el cargo, ha tenido tiempo de sobra para modificar el proyecto y sacar a concurso la construcción de la nueva Estación de Valladolid, su ciudad, con más de 250 millones de presupuesto. Mientras, también saben que para la nueva Estación de Pamplona solo hay previstos menos de 50 millones, si es que algún día se llega a hacer. Y para remate, la familia Goñi se ha enterado que el Gobierno de Navarra se va a gastar este año más de 40 millones de euros del Presupuesto de Navarra para sacar de la fábrica de VW la vía del tren (una vía que es del Estado) y, con ello, empeorar el servicio para todos los viajeros de Pamplona que tendrán que dar un rodeo, mucho mayor del que ya dan, para llegar al Apeadero de San Jorge; todo por no haberse eliminado el bucle ferroviario.
En fin ¿qué se puede desear en este marzo de 2025? Pues que Navarra dé a luz de una vez a ese niño-tren que lleva décadas esperando. Y que la familia Goñi Fernández, y con ella todos los navarros y navarras, puedan volver a confiar en los responsables de esta infraestructura estratégica, para poner a esta tierra en igualdad de condiciones con los ciudadanos y empresas del resto de España. Feliz 31 cumpleaños.
Álvaro Miranda Simavilla. Ingeniero de Caminos y miembro del think tank Institución Futuro