Ikea y Mercadona reforman la experiencia física de compra

Compatibilidad
Ahorrar(0)
Compartir

En un entorno donde la diferenciación se vuelve cada vez más crítica, Ikea y Mercadona están redefiniendo el valor estratégico de sus tiendas físicas. Más allá de la eficiencia operativa, ambas compañías están apostando por rediseñar la experiencia del cliente en el punto de venta, integrando diseño, accesibilidad y tecnología como palancas de competitividad.

Mientras Ikea experimenta con nuevas lógicas espaciales para simplificar la navegación, Mercadona profundiza en un modelo de eficiencia integral que optimiza costes, experiencia y productividad. Dos caminos distintos, pero con un mismo destino: construir formatos físicos que aporten valor real al cliente y refuercen la competitividad del negocio.

Ikea: del laberinto al recorrido intuitivo

Durante décadas, el modelo de tienda de Ikea ha sido inconfundible: un recorrido serpenteante que guía al visitante por todas las secciones del catálogo. Sin embargo, en 2025, la compañía sueca ha decidido romper con este paradigma.

Su nuevo concepto apuesta por un diseño lineal y de una sola planta, con una longitud cercana a los dos kilómetros. El objetivo es claro: permitir que el cliente entre por un extremo y vea desde el primer paso el final del recorrido, eliminando la sensación de desorientación. Esta decisión responde directamente a un cambio de comportamiento del consumidor, que cada vez utiliza más su móvil como guía dentro de la tienda. “Queremos una tienda donde sea imposible perderse”, ha afirmado Tolga Öncü, director minorista de Ingka en Ikea Retail.

La propuesta incluye una pasarela móvil que facilitará el desplazamiento, una plataforma de “carril rápido” para quienes solo deseen acceder al restaurante y una experiencia más visual, fluida y eficiente, sin renunciar a la esencia Ikea: sin ventanas, sin distracciones externas y con un enfoque en la exposición de producto.

Este rediseño no solo busca responder a las quejas por la complejidad de navegación, sino también generar una experiencia más cómoda y memorable, con menor fricción y mayor control del tiempo de compra. El modelo, que ya ha sido aprobado para una primera tienda piloto, se estudia como base para futuras implementaciones en otros mercados.

Mercadona: eficiencia, accesibilidad y rentabilidad

En paralelo, Mercadona continúa el despliegue de su Modelo 8 de tienda, iniciado en 2016 y que ya alcanza el 85% de su red comercial. Con más de 1.400 establecimientos adaptados, este formato se caracteriza por ofrecer una experiencia de compra más accesible, sostenible y cómoda.

Las claves del modelo incluyen una reorganización del espacio interior, con pasillos más amplios, iluminación LED más eficiente, sistemas de climatización mejorados y un diseño que facilita tanto la circulación como la visibilidad del surtido. Además, incorpora innovaciones operativas, como dispositivos móviles en la sección de panadería, que permiten adaptar etiquetas y gestionar el producto con mayor precisión.

El Modelo 8 no solo mejora la experiencia del cliente, sino que duplica la rentabilidad frente a las tiendas tradicionales, según ha reconocido la propia compañía. Este rediseño ha sido concebido pensando también en los empleados, optimizando sus flujos de trabajo y aumentando la ergonomía en las tareas diarias.

En 2024, Mercadona abrió 42 nuevos puntos de venta y reformó 29 existentes, manteniendo el ritmo de transformación hacia un modelo que responde tanto a la exigencia del consumidor como a los retos de eficiencia y sostenibilidad del retail actual.

Innovación como respuesta al nuevo consumidor

Tanto Ikea como Mercadona entienden que el punto de venta físico sigue siendo un activo clave, pero necesita evolucionar. La comodidad, la intuición, la velocidad y el diseño ya no son atributos deseables, sino esenciales. Los cambios introducidos por ambas compañías reflejan una lectura precisa del contexto: consumidores más informados, más impacientes y más exigentes con el valor percibido en cada visita.

El rediseño de tiendas no es solo una cuestión estética o operativa. Es una respuesta estratégica ante un consumidor que prioriza su tiempo, que compara constantemente y que exige coherencia entre el discurso de marca y la experiencia real.

La tienda física, bien ejecutada, se convierte en un vehículo de posicionamiento, en un diferenciador frente a formatos digitales y en una plataforma para generar fidelidad a largo plazo.

Fuente: Merca2

Detalles de contacto
Directivos y Gerentes