Con motivo del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, que se celebrará el próximo 28 de abril, el programa «Metal Empresarial» ha reunido a varios especialistas para analizar la situación actual de la prevención de riesgos laborales en la industria metalúrgica.
Entre los participantes estuvieron Alejandro Ollero, coordinador del área de Personal y Prevención de Riesgos Laborales de AECIM; Fuensanta Palomino, responsable del servicio de ergonomía del Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo (Consejería de Economía); Almudena Fernández, directora de Recursos Humanos de INFE; y Nuria Carmona, directora de Recursos Humanos de APRIMATIC.
Durante la jornada, los ponentes coincidieron en que la concienciación empresarial en materia de seguridad laboral ha experimentado una transformación profunda en los últimos años. Alejandro Ollero, coordinador del Departamento de Personal y PRL de AECIM, subrayó que “las empresas ya no solo buscan cumplir con la ley, sino proteger activamente a sus trabajadores”.
Apoyo institucional y ergonomía como eje central
Desde el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, Fuensanta Palomino destacó el papel clave de las instituciones en la investigación de accidentes y en la mejora de los entornos laborales. “Aunque el daño ya esté hecho, nuestras intervenciones buscan evitar agravios al trabajador y proteger al resto del equipo expuesto a las mismas condiciones”, explicó.
Palomino también presentó iniciativas innovadoras, como los programas de fortalecimiento muscular antes y después de la jornada, y las evaluaciones ergonómicas tipo que sirven de referencia a las empresas para prevenir trastornos musculoesqueléticos, uno de los riesgos más comunes en el sector.
Formación práctica y adaptada a cada puesto
Nuria Carmona, directora de RRHH de APRIMATIC, y Almudena Fernández, directora de RRHH de INFE, coincidieron en la importancia de una formación en prevención personalizada y adaptada a las características de cada puesto. “No se puede ofrecer la misma formación a un administrativo que a un operario de almacén”, afirmó Carmona. Fernández destacó que su empresa ha reducido la siniestralidad por sobrecargas físicas a cero en los últimos dos años, gracias a su modelo formativo interno.
Tecnología e innovación al servicio de la seguridad
Las empresas participantes destacaron cómo la incorporación de nuevas tecnologías ha contribuido a reducir riesgos. El uso de grúas puente, brazos articulados y sistemas de almacenaje digitalizado no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también disminuye considerablemente los riesgos físicos.
“Manipulamos cristales de gran tamaño como si fueran un lápiz gracias a nuestras plumas mecánicas”, comentó Carmona. Por su parte, Ollero recalcó que la digitalización permite analizar los datos de accidentabilidad para detectar puntos críticos y actuar con mayor eficacia.
La importancia de la participación activa
Otro concepto clave fue la “ergonomía participativa”, que promueve la implicación directa de trabajadores y empleadores en la mejora del entorno laboral. “Nadie conoce mejor los riesgos que quienes realizan el trabajo día a día”, apuntó Palomino.
La jornada concluyó con un mensaje claro: invertir en prevención de riesgos laborales no solo protege la salud de los trabajadores, sino que también se traduce en mayor productividad, menos bajas y una mejora del clima laboral. “Un accidente puede cambiar la vida de un trabajador para siempre. La prevención es la mejor herramienta que tenemos”, concluyó Carmona.