La aventura de ser au pair en el Reino Unido de Eva Martín acabó un día después de su llegada al aeropuerto londinense de Stansted el 12 de noviembre de 2024. “Al principio iba a pasar un mes con la familia, para probar”. Según dice, se suponía que no iba a haber ningún problema, ya que, desde la entrada del Brexit, los ciudadanos de la Unión Europea pueden estar hasta seis meses como turistas en el Reino Unido. Pero Eva no llegó a Londres para hacer turismo sino para cuidar de unos niños.
Detrás de la suma de circunstancias que llevan a que inmigrantes europeos sean detenidos o expulsados del Reino Unido encontramos la falta de información de muchos ciudadanos o de no entender que ya no hay libertad de movimiento entre ciudadanos de la UE y ese país, según explican diferentes organizaciones que trabajan con inmigrantes en el país. A esto hay que añadir el papel que puede jugar la desinformación que circula en determinados grupos de redes sociales o los consejos que dan personas sin formación en materia de migración.
“¿Cómo puedo ir a trabajar al Reino Unido?” es la pregunta que más hacen a Sylvia Ordás, presidenta de Coalición de Españoles en Reino Unido, una asociación que presta apoyo a los españoles residentes en Reino Unido, y voluntaria de Settled, orientada a dar apoyo a ciudadanos de la UE. “Pero hay muchas otras que empiezan por un 'me han dicho, me han contado…’. La falta de información (y también la desinformación) es muy grande todavía, aunque hayan pasado tantos años desde el Brexit”, afirma Ordás a Maldita.es.
Ser inmigrante en el Reino Unido después del Brexit
Este reportaje es el segundo de una investigación internacional llevada a cabo por Maldita.es (España) y Funky Citizens (Rumanía). El proyecto explora en cuatro reportajes las dificultades que experimentan las personas inmigrantes en Reino Unido después del Brexit, tanto los que ya residían allí como los que llegaron después, especialmente los procedentes de países de la UE, con especial foco en españoles y rumanos.
Gracias a la colaboración de diferentes organizaciones que trabajan ayudando a inmigrantes y a partir de los distintos testimonios de los entrevistados para esta investigación, hemos elaborado una radiografía del sistema migratorio del Reino Unido después de que el Brexit entrara en vigor.
Esta investigación se ha desarrollado gracias al apoyo de Journalismfund Europe.
Solicitar el estatus migratorio del Plan de Asentamiento de la UE habiendo llegado al Reino Unido después de la fecha establecida para hacerlo: el caso de Alexandru Costea
Por desconocimiento, por haber recibido información errónea o por probar si había suerte, muchos ciudadanos de países de la UE acaban siendo detenidos en el Reino Unido o devueltos a sus países al tener problemas con su estatus migratorio. Desde el 1 de enero de 2021 ya no hay libre circulación entre ciudadanos de la Unión Europea y el Reino Unido. Es el efecto del Brexit, en cuyo referéndum, celebrado en junio de 2016, ganó salir de la Unión Europea.
La presidenta de Coalición de Españoles en Reino Unido, que lleva casi 30 años viviendo en el país, ha visto con frecuencia en los últimos años cómo se solicitaba el estatus de pre-asentado (pre-settled), un permiso de residencia temporal para ciudadanos de la UE, habiendo llegado al país después de la fecha límite fijada por el Gobierno británico para hacerlo: el 31 de diciembre de 2020.
“Desde 2021 hasta 2023, había personas que venían a vivir aquí, hacían solicitudes al sistema migratorio y adquirían un certificado de haberlo hecho, el cual era válido mientras se resolvía tu solicitud”, cuenta Ordás. Mientras, afirma, “vivían y trabajaban, aunque ellos sabían que no era lo correcto si habían llegado al país después del 31 de diciembre de 2020 y que probablemente se las acabarían denegando”.
Es el caso de Alexandru Costea, nombre ficticio, un albañil de Rumanía que llegó al Reino Unido en 2022 y que acabó en un centro de detención de inmigrantes en ese país. Una de las veces que volvía de un viaje a su país de origen lo detuvieron en el aeropuerto de Luton, próximo a Londres. Pasó una noche detenido en ese mismo aeropuerto y lo enviaron de vuelta a Rumanía.
Intentó entrar en el país unos días más tarde. Esta vez por otra ruta que consideraba más fácil: se compró un vuelo a Belfast (Irlanda del Norte). Al llegar pretendía llegar a Inglaterra por ferry pero volvieron a pararlo y a detenerlo. Sin embargo, no lo devolvieron a su país de origen, como la vez anterior, sino que lo enviaron al centro de detención de corto plazo (short terms holding facility) de Manchester.
Son centros para detener a pasajeros internacionales mientras las autoridades de inmigración deciden qué hacer con ellos. A diferencia de los centros de detención de inmigrantes, en los que se sabe cuándo se entra pero no cuándo se sale, ya que no hay límite de detención, en estos sí que hay una estancia máxima de hasta una semana, según la legislación. Después, pueden ser expulsados del Reino Unido, liberados o trasladados a un centro de detención de inmigrantes donde se permiten estancias ilimitadas.
Esto último es lo que hicieron con él. De Manchester lo enviaron a Colnbrook, un centro de detención de inmigrantes próximo al aeropuerto londinense de Heathrow, donde pasó una semana hasta que fue puesto finalmente en libertad. Se trata del cuarto centro al que más inmigrantes entraron en 2024, según los datos publicados por el Ministerio del Interior británico.
Según explica Andreea Dumitrache, CEO de the3Million, “[Costea] no se encontraba ilegalmente en el Reino Unido antes de la denegación de su estatus migratorio”, la cual le llegó una semana después de salir del centro de detención. Cuenta que en cuanto alguien recibe una denegación, puede presentar una apelación, la cual también garantiza esos derechos: “Parece obvio que se lo iban a denegar, pero también que esta debería haber sido más rápida”.
Esta ONG nació en el Reino Unido después del referéndum del Brexit en 2016, con el fin de proteger los derechos de los ciudadanos de la Unión Europea. Su nombre, los tres millones, hace referencia a la cifra estimada de ciudadanos europeos que se pensaba que vivían en el Reino Unido cuando ocurrió el Brexit y que debían solicitar el Plan de Asentamiento (EU Settlement Scheme). Luego se dieron cuenta de que eran muchos más. Calculan unos cinco millones. “Una buena metáfora de cómo se ha llevado a cabo el Brexit en el Reino Unido y un recordatorio de que el Gobierno nunca supervisó cuántas personas había en el país en ese momento”, afirma.
La desinformación y el mal asesoramiento también pueden jugar una mala pasada
Andreea Dumitrache también habla de cómo la desinformación y un mal asesoramiento puede llevar a muchos inmigrantes incluso a acabar, como Alexandru Costea, en uno de estos centros.
Explica que en estos años ha habido personas que no estaban cualificadas asesorando en temas de inmigración. “Anunciaban que las personas podían venir al Reino Unido, solicitar el estatus migratorio del Plan de Asentamiento de la UE y disfrutar de todos los derechos” (trabajo, residencia o sanidad pública ) mientras el Ministerio del Interior lo tramitaba y te daba una respuesta. Todo ello ya fuera del plazo establecido, ya que debían vivir en el Reino Unido desde antes de que acabase 2020. Sin embargo, afirma “esas personas que aceptaron hacerlo al final podían ser detenidas o expulsadas por culpa de un mal asesoramiento”, denuncia la CEO de the3Million.
Desde agosto de 2023 no es posible solicitar el estatus migratorio y vivir y trabajar en el Reino Unido mientras sale la resolución. Según explica Dumitrache, el Ministerio del Interior implementó un nuevo paso: “Primero revisan los motivos de una persona que solicita el estatus migratorio tardíamente (ya que el límite era el 30 de junio de 2021) y deciden si es suficiente. En ese caso, la califican como una solicitud válida y la persona obtiene un certificado de solicitud y los derechos asociados”. Esto hace que sea complicado para las personas que llevan mucho tiempo viviendo en el Reino Unido y no se hayan dado cuenta de que tenían que presentar una solicitud, añade Dumitrache.
Para Noelia Martínez, CEO de la organización escocesa defensora de los derechos de las personas inmigrantes Citizens Rights Project, también es un peligro elegir informarse en redes sociales, como grupos de Facebook, donde ha visto cómo usuarios podían acabar confundiendo a otros con recomendaciones sobre cómo realizar determinados trámites migratorios.
Un ejemplo de estas publicaciones es la que hizo una usuaria en un grupo privado de Facebook con más de 17.000 miembros: “Mi pareja y yo hemos recibido la noticia de que nos amplían el pre-settled (pre-asentado) estatus hasta 2030. Una consulta: Muchas personas nos dicen que aunque la validez ponga hasta 2030, como llevamos más de 6 meses fuera del país, no nos va a valer…( concretamente llevamos 4 años fuera)”. En respuesta, algunos usuarios le decían: “Mientras tengas pre-settled puedes venir a trabajar y residir hasta el momento en el que se te caduque”.
Pero no es así, como explica Martínez. “Si tienes pre-settled status y a 21 de mayo de 2024, fecha establecida por el Ministerio del Interior británico, has estado más de dos años consecutivos fuera del Reino Unido, el pre-settled estatus, el permiso de residencia temporal, se pierde”.
Es cierto, indica Martínez, que “el Ministerio del Interior no ha informado sobre cómo va a ejecutar esto” y que quizás esta persona siga viendo el estatus de pre-asentado cuando acceda a la aplicación para ver el estatus digital. No obstante, alerta de que “puede ocurrir que en el control de fronteras vean que tienen una ausencia de cuatro años” y no los dejen entrar o, en caso de que los dejen, que cuando estén buscando trabajo o vayan al médico, se den cuenta de esa ausencia de cuatro años, lo que puede llevarles a tener consecuencias mayores, como la expulsión del país.
A Eva Martín, una joven de Zaragoza que deseaba mejorar su inglés mientras trabajaba de au pair en Londres tampoco la asesoraron bien. Confió en el criterio de la familia que la iba a acoger. “Me dijeron que habían tenido otras au pairs como yo hacía poco y que no hubo ningún problema”. Sin embargo, acabó detenida ocho horas en el aeropuerto de Stansted. Le quitaron el pasaporte y le pidieron que regresara al aeropuerto al día siguiente para enviarla de vuelta a España. Así ocurrió.
Eva considera que el hecho de no llevar billete de vuelta, a pesar de que pensaba volver a España un mes y medio después para pasar Navidad en casa, es lo que hizo que saltasen las alarmas. Por otro lado, al no tener visa sólo podía ir al Reino Unido como turista pero no como au pair. El Ministerio del Interior británico deja claro en su web que “no se debe contratar a un/a au pair si está en el país con una visa de visitante o si está visitando el Reino Unido durante seis meses o menos”, que era el caso de Eva.
También explica qué requisitos deben cumplir aquellas personas que quieran trabajar como au pair en el Reino Unido: ser del Reino Unido o Irlanda, ser de un país de la UE y tener estatus migratorio de asentado o pre-asentado o son elegibles para hacerlo (por ejemplo, ser familiar directo de alguien que lo tenga) o tener una visa del Plan de Movilidad Juvenil, solo apto para unas pocas nacionalidades.
La información y la ayuda legal y de ONG puede ser un salvavidas, según diferentes organizaciones que trabajan con migrantes
En una habitación llena de cajas de plástico transparentes con ropa que irá a parar a los detenidos de Yarl´s Wood, nos recibe Sam Price, CEO de Beyond Detention. Esta organización, ubicada en Bedford, a unos 45 minutos en tren de Londres, organiza tres días a la semana una sesión de atención a las personas detenidas en ese centro. Hablan con ellos, ayudan a rellenar solicitudes de asilo, los escuchan o juegan a las cartas. También les proporcionan tarjetas de prepago para que puedan comunicarse con sus familiares, ya que les requisan los móviles al entrar en el centro, ofreciéndoles uno básico, sin cámaras ni aplicaciones que les permita grabar o acceder a redes sociales. Incluso tienen programas de apoyo y acompañamiento una vez que salen del centro.
“Antes también les proporcionábamos ropa”, añade Price, “es por eso que ves tantas cajas aquí, pero luego descubrimos que era responsabilidad de Serco”. Esta, junto con Mitie, son las dos empresas privadas que gestionan los siete centros de detención de inmigrantes en el Reino Unido