Radiografía empresarial en la península ibérica: visión estratégica y desafíos según el Barómetro Económico KAIZEN 2025 – chp

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En un contexto económico marcado por la fragilidad geopolítica, la transición digital, y el agotamiento de los modelos laborales tradicionales, el Barómetro Económico KAIZEN 2025 pone el foco en la percepción de los líderes empresariales de España y Portugal. Más allá de la mera recopilación de datos, el análisis conjunto de estos estudios revela tendencias compartidas, divergencias estratégicas y una necesidad urgente: convertir la resiliencia empresarial en liderazgo transformador.

Confianza estable, pero ¿suficiente?
Tanto en España como en Portugal, el índice de confianza empresarial se mantiene estable: 10,8 y 12,7 puntos respectivamente en una escala de 0 a 20. A primera vista, esta estabilidad podría interpretarse como una señal positiva. Sin embargo, tras años de disrupciones sucesivas —pandemia, inflación, inestabilidad política y conflictos internacionales— el hecho de que la confianza no crezca plantea una cuestión incómoda: ¿estamos normalizando la incertidumbre?
El riesgo de una complacencia estratégica es real. La aparente resistencia no debería eclipsar la falta de políticas estructurales capaces de generar verdadero optimismo económico. Ni España ni Portugal logran aún despegar en términos de expectativas a largo plazo.

Prioridades estratégicas: dos rutas hacia un mismo destino
En cuanto a las prioridades para 2025, los matices entre ambos países son reveladores:

  • En España, predomina una mentalidad orientada a la eficiencia y al control de costes (30%), reflejo de una estrategia adaptativa ante el entorno macroeconómico. Esta orientación, cuando se enfoca en la mejora de procesos, puede convertirse en una palanca clave de competitividad a largo plazo, más allá de medidas puntuales.
  • Por su parte, las empresas portuguesas, priorizan el crecimiento (32%) y la cultura de excelencia (27%), una estrategia más orientada a la proactividad y al posicionamiento de largo plazo, con una visión más estructural de la transformación.

Estas diferencias podrían reflejar una madurez distinta en la gestión del cambio. La empresa portuguesa parece apostar más por el rediseño estructural, mientras que la
española todavía responde a los vaivenes del entorno inmediato.

Tecnología: mucha expectativa, dispar implementación
Ambos países coinciden en el potencial transformador de la tecnología, pero divergen en su grado de adopción efectiva:
– En Portugal, el 45% de los gestores ya prioriza la inversión en tecnología e inteligencia artificial, alineando transformación digital con estrategia de negocio.

– En España, la cifra es notablemente inferior (23%), lo que puede interpretarse como una desconexión entre la narrativa de innovación y las decisiones reales de inversión.
Pese a ello, la automatización inteligente y la analítica predictiva son reconocidas en ambos países como tecnologías clave para la sostenibilidad operativa futura (64% y 56% en Portugal; 72% y 56% en España).

Sostenibilidad y ESG: de la moda al modelo
Los datos muestran que los líderes empresariales han empezado a comprender que las políticas ESG no son un adorno reputacional, sino un vector estratégico. En Portugal, el 63% reconoce el valor de estas prácticas por su impacto en la eficiencia de recursos, cifra similar al 59% registrado en España.

Sin embargo, hay que señalar una falta de integración profunda de la sostenibilidad en el modelo de negocio. ESG sigue siendo percibido, en muchos casos, como una capa añadida, más que como un núcleo transversal de la estrategia corporativa.

Fuerzas externas: entre vigilancia y parálisis
Tanto España como Portugal identifican como amenazas externas prioritarias la desaceleración alemana y los posibles aranceles de EE. UU.. Sin embargo, la mayoría de las empresas aún no ha adoptado estrategias activas de mitigación. En ambos países, alrededor del 40% de los encuestados afirma simplemente estar “atento” a los acontecimientos.

Esta actitud plantea una alerta crítica: la capacidad de anticipación sigue siendo baja. La gestión del riesgo internacional en el tejido empresarial ibérico necesita profesionalizarse y abandonar el enfoque reactivo.

Reformas estructurales: una deuda pendiente
Los gestores portugueses y españoles coinciden en identificar la Justicia, la Sanidad y la Educación como los sectores más necesitados de reforma en sus respectivas Administraciones Públicas. La demanda de mayor eficiencia y profesionalización es compartida por más del 50% en ambos países.

Esta visión empresarial crítica —aunque coherente— debería ser una llamada de atención para los gobiernos: sin una renovación profunda del Estado, las políticas de apoyo a la competitividad serán siempre limitadas.

Conclusión: de la resistencia a la reinvención
El Barómetro KAIZEN 2025 confirma que las empresas en España y Portugal han aprendido a resistir. Pero resistir no es lo mismo que transformar. La resiliencia es necesaria, pero no suficiente para asegurar la competitividad en un mundo cada vez más inestable y fragmentado.

Ambos países necesitan avanzar hacia una mentalidad de reinvención permanente: innovación estructural, digitalización real, integración plena de sostenibilidad y
profesionalización del análisis de riesgos globales. El entorno ya no recompensa la estabilidad, sino la agilidad estratégica.
El verdadero reto para Iberia en 2025 no es adaptarse. Es liderar.

FUENTES:
Barómetro Económico España 2025:
https://kaizen.com/es-es/iniciativas-locales/barometro-kaizen-2025/
Barómetro Económico Portugal 2025:
https://kaizen.com/pt/insights-pt/barometro-kaizen-portugal/

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