¿Cómo están los planes climáticos nacionales?

Con solo cinco años por delante, los objetivos a 2030 están al alcance si se da máxima prioridad a su implementación rápida y eficaz.

En el marco de la Conferencia de Bonn sobre cambio climático que tiene lugar estos días en la ciudad alemana, los países deben mostrar su compromiso firme con la transición hacia la neutralidad climática y avanzar en objetivos climáticos ambiciosos. En mitad de la década decisiva, un nuevo informe publicado en el marco del proyecto Life Clima 1,5, del que SEO/BirdLife es socio en España, evalúa si los planes nacionales de clima y energía (PNIEC) recién actualizados avanzan o fracasan para alcanzar los objetivos a 2030.

La evaluación de la Comisión Europea, presentada a finales de mayo, concluía que los Estados miembros han acortado significativamente la distancia con respecto a los objetivos climáticos y energéticos de la UE para 2030 gracias a la actualización de los PNIEC. Sin embargo, el análisis de las ONG muestra que muchos planes aún carecen de la ambición, las políticas, la financiación y las estrategias de implementación necesarias para cumplir sus compromisos.

“Los PNIEC deben ir más allá de la simple presentación a la Comisión Europea y convertirse en herramientas para el cambio, constituyendo la columna vertebral de la acción climática de la UE para los próximos años”, señala Ana Márquez, técnica de la Unidad de Incidencia para la Transición Verde de SEO/BirdLife. “Sin una implementación exhaustiva de estos planes, los Estados miembros corren el riesgo de no alcanzar sus objetivos para 2030 ni de impulsar un objetivo climático justo y ambicioso para 2040”, añade.

Los Estados miembros debían presentar planes actualizados a la Comisión Europea antes del 30 de junio de 2024. A día de hoy, y casi un año después de la fecha límite oficial, dos países aún no han presentado sus planes nacionales de clima: Bélgica y Polonia, mientras que Estonia lo ha hecho recientemente.

El informe incluye un conjunto de recomendaciones y fichas por país de 16 PNIEC evaluados: Alemania, Austria, Bulgaria, Croacia, Chipre, Dinamarca, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Hungría, Irlanda, Italia, Malta, Portugal y Chequia.

Principales conclusiones del análisis conjunto

• Los gobiernos necesitan mejorar sus planes climáticos e implementarlos con urgencia, claridad y coherencia.
• Pocos establecen un vínculo claro entre medidas y fuentes de financiación.
• Los gobiernos deben presentar planes de inversión transparentes y garantizar la movilización de fondos públicos y privados a gran escala.
• Solo la mitad incluye escenarios alineados con la reducción de emisiones requerida en agricultura, transporte, edificios y residuos.
• La mayoría no cumple con las contribuciones mínimas establecidas en la Directiva europea de Eficiencia Energética. Faltan marcos para una transición justa, junto a una escasa participación pública.
• Sin presente a 2030, no habrá futuro a 2040. Una implementación deficiente hoy socavará la credibilidad y la viabilidad del próximo objetivo climático. Los gobiernos deben actuar con anticipación, seguir la ciencia y comprometerse con objetivos para 2035 y 2040 que reflejen la realidad climática.

“Cerrar las brechas que quedan abiertas requerirá un esfuerzo coordinado, con urgencia y decisión”, apunta Meritxell Bennasar, coordinadora del Área de Transición Verde. “Una implementación más sólida de los PNIEC va más allá de cumplir con los objetivos climáticos  Es una oportunidad para mejorar la vida de las personas, mediante un aire más limpio, energía asequible, comunidades más resilientes y saludables, y nuevas oportunidades de empleo”, concluye.

Principales conclusiones del análisis para España

• Sobresaliente en renovables, pero suspenso en eficiencia energética. Es necesario reducir el consumo de energía en todos los sectores: la renovación de edificios, planes de movilidad eficaces o el transporte ferroviario de mercancías.
• Es necesario actuar sobre los sumideros de carbono, como la restauración de la naturaleza, y sobre el sector agrario, reduciendo las emisiones provenientes de fertilizantes y de la ganadería.
• Es necesario ofrecer información sobre las fuentes de financiación disponibles para evaluar el déficit de financiación existente y establecer un cronograma claro de eliminación gradual del gas fósil y los subsidios a los combustibles fósiles.
• Es necesario reforzar la dimensión social teniendo en cuenta los impactos tanto positivos como negativos en todas las políticas y medidas planificadas, y proporcionar un objetivo claro de pobreza energética.
• Es necesario mejorar el proceso de participación pública, proporcionar información completa a las partes interesadas.

“Los PNIEC deben ser más que un simple documento estratégico, deben convertirse en motores de progreso real para lograr comunidades más saludables, ciudades más habitables, sistemas más sostenibles, con participación ciudadana, creación de empleo, cambios de modelo y justicia social. Los gobiernos deben actuar con rapidez, seguir la ciencia y comprometerse con los objetivos de 2035 y 2040 que reflejen la realidad climática”, concluye Ana Márquez.

Notas

Los Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC) son documentos estratégicos de planificación vinculantes que todos los países de la UE deben presentar para definir cómo cumplirán los objetivos climáticos y energéticos de la UE para 2030. Estos planes detallan los objetivos nacionales de reducción de emisiones, el despliegue de energías renovables, las medidas de eficiencia energética, y cómo se financiarán y gestionarán. Son fundamentales para traducir los compromisos a nivel de la UE, como el Pacto Verde Europeo y el cumplimiento del Acuerdo de París, en acciones nacionales concretas.

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