El Comité Permanente de Médicos Europeos (CPME) expresa su profunda preocupación por la catastrófica situación humanitaria en Gaza y los niveles desesperados de hambruna que sufre la población.
La CPME recalca enfáticamente que el principio internacional de neutralidad médica y los derechos humanos deben ser respetados.
Los médicos europeos se solidarizan con todas las víctimas de este conflicto, con los profesionales sanitarios y con el pueblo de Gaza, que atraviesa una grave y evitable crisis humanitaria. Su situación no debe agravarse mediante acciones que contravengan el derecho y la ética internacionales.
La CPME hace un llamado para:
- El levantamiento inmediato de las restricciones a la ayuda por parte del gobierno israelí y la facilitación de una distribución segura de la misma a través de asociaciones bien establecidas como las Naciones Unidas.
- El cumplimiento del derecho internacional humanitario para que los civiles, las instalaciones sanitarias y los profesionales de la salud no sean objetivos militares. Los médicos y demás profesionales sanitarios no deben ser impedidos de ejercer sus funciones, y se deben realizar todos los esfuerzos para restablecer el acceso a la atención médica.
- Que los gobiernos de la UE ejerzan medidas diplomáticas para lograr un alto el fuego permanente.
El Comité Permanente de Médicos Europeos (CPME) representa a las asociaciones médicas nacionales de toda Europa y están comprometidos a aportar el punto de vista de la profesión médica a la formulación de políticas de la UE y de Europa mediante una cooperación proactiva en una amplia gama de temas relacionados con la salud y la atención sanitaria.
El CPME incide en una preocupación que la OMC ya expuso el pasado mes de mayo ante la grave situación en Gaza que pone en peligro la vida de casi todos los civiles. La Organización Médica Colegial se sumaba a los llamamientos de Naciones Unidas y la Asociación Médica Mundial para que se respetara el derecho humanitario y no se permitiera que la gente de Gaza muriera de hambre o se le negara la atención médica, reiterando su condena expresa a los ataques a los centros de salud y al personal sanitario, y exigiendo su cese.
Cerca de 18 000 niños han muerto en este conflicto; niños preadolescentes están ingresando con heridas de bala, muchos menores están muriendo de desnutrición crónica y es posible que los que sobreviven nunca se recuperen por completo. Gaza es también el hogar de la mayor cohorte de niños amputados de la historia moderna. Más allá de las lesiones físicas, el trauma psicológico de ver cómo sus casas son destruidas y sus familias asesinadas dejará cicatrices permanentes. El legado de esa destrucción se sentirá en las generaciones venideras.
Además, según recoge The Lancet, los ataques contra las instalaciones y los trabajadores de la salud en Gaza son los más numerosos de todos los países que han experimentado conflictos en 2024 con cifras tan intolerables como los más de 1400 asesinatos de trabajadores de la salud en Gaza.
Por todo ello, desde la Fundación para la Cooperación Internacional de la OMC (FCOMCI) se reclama a la comunidad internacional medidas para acabar de inmediato con el genocidio en Gaza y pone de manifiesta su solidaridad con los profesionales sanitarios que luchan en condiciones extremas para garantizar el acceso a la salud en la zona por hacer lo que el código deontológico dicta: garantizar el derecho a la salud de la población.
La profesión médica española muestra su solidaridad con todas las víctimas de este conflicto que ya dura más de 20 meses de bombardeos, invasión terrestre, hambre y constantes desplazamientos que ha generado de manera deliberada una catastrófica situación humanitaria en contra de las decisiones jurídicamente vinculantes de la Corte Internacional de Justicia.
