“Ha comenzado el curso, escolar y político, con un tema candente: el caso Cerdán y sus posibles implicaciones en el Gobierno de Navarra. Con una comisión de investigación parlamentaria que no parece, al menos a priori, que vaya a resolver mucho. Entre ruedas de prensa y ataques de unos grupos y otros, y con el telón de fondo del balance que el Gobierno ha realizado de legislatura, por cierto muy optimista y con cero autocrítica, hay un tema que quizá haya pasado inadvertido.
Se trata de los últimos avances de la Plataforma para el impulso del Tren de Alta Velocidad en Navarra, constituida en marzo de este año por 40 entidades. La Plataforma busca acelerar lo máximo posible la llegada del TAV a Navarra para que nuestra tierra no esté en desventaja con otras regiones que sí están conectadas por alta velocidad.
Pues bien, además de haber conseguido en los últimos meses adhesiones de entidades tan relevantes como el sindicato UGT o el Club Atlético Osasuna, ya se ha puesto en marcha la aceptación de adhesiones, tanto a título particular como corporativo. Cuantos más seamos los que apoyamos que el TAV es una herramienta de transformación social y económica real que requiere de compromisos institucionales, antes se conseguirá que el Estado invierta las cantidades necesarias, cercanas a los 350 millones de euros anuales. Cifras muy superiores a las que se han invertido hasta ahora y que, de no lograrlas, se condenará a Navarra al aislamiento ferroviario.
Derek Bok, expresidente de la Universidad de Harvard, decía que “Si les parece cara la educación, prueben con la ignorancia”. Este aforismo bien podría emplearse en el caso que nos ocupa: si les parece caro el TAV, que por cierto paga el Estado y no Navarra, prueben a no tenerlo, mientras el resto de comunidades autónomas disfrutan de él.
Por eso les animo a entrar en la web de la plataforma y adherirse a la misma. Porque Navarra no puede permitirse esperar más”.
