Muchos empresarios se preguntan qué es un workshop empresarial por la naturaleza de este tipo de talleres, así como sus diferencias con otras fórmulas de capacitación. En este sentido, el taller corporativo o workshop empresarial es una actividad dirigida por un instructor que busca capacitar a los trabajadores en diversas materias.
Por ende, desempeñan un papel importante en el fomento del crecimiento y el éxito de las organizaciones. Y, por otro lado, al reunir a empleados de diferentes departamentos con diferentes trayectorias, ayudan a los colegas a intercambiar ideas y desarrollar conexiones sólidas.
Si estás interesado en saber más y quieres aprender a llevarlos a cabo, en las próximas líneas te ofrecemos la información que necesitas.
¿Qué es un workshop empresarial?
Básicamente, un workshop o taller empresarial es un evento organizado por una empresa (u otros organismo) con el objetivo de formar a sus trabajadores o miembros. Por lo general, se trata de sesiones cortas didácticas que pueden implicar la asistencia presencial o celebrarse de forma remota. En ocasiones, este formato se refuerza con actividades de networking para que los asistentes compartan sus experiencias y conocimientos.
Cabe señalar que, si bien este formato beneficia a la empresa, también ayuda a los empleados a adquirir y desarrollar las habilidades necesarias para progresar profesional y personalmente. Así, para hacerlos más dinámicos, suelen incluir actividades prácticas que ayudan a asentar el temario establecido.
Además de mejorar las capacidades individuales y de equipo, los workshops empresariales ofrecen un entorno para la innovación y la adaptabilidad. Por ejemplo, en las lluvias de ideas, los asistentes piensan de forma creativa y exploran soluciones no convencionales.
En otras palabras, se trata de fomentar una actitud que fomenta una cultura de innovación dentro de la organización.
¿Cómo organizar un workshop empresarial?
Independientemente del tamaño o el enfoque de tu iniciativa, contar con un personal entusiasta y motivado es esencial para su éxito. La capacidad de una empresa para reclutar y retener talento de primer nivel depende, en muchos casos, de su predisposición a acompañar a sus empleados a lo largo de su crecimiento.
En este sentido, la organización de un workshop empresarial transmite a los empleados que se les valora dentro del equipo. Así, cuando los empleados se sienten apoyados en su desarrollo, es más probable que estén motivados, comprometidos y sean leales.
Factores a tener en cuenta a la hora de organizar un workshop
Organizar correctamente un taller supone tener en cuenta muchos factores, como los que te comentamos a continuación.
Estructura y duración
Un taller suele ser un evento que se desarrolla a lo largo de una única sesión, así que su duración ha de estipularse para cubrir todos los aspectos deseados por la empresa de manera concisa. Lo normal es que no dure más de 4 horas; si su duración se alarga más allá de ese límite, los participantes podrían perder la concentración o la motivación.
También es muy importante definir su estructura de contenidos de forma acorde con el tiempo estipulado para su impartición.
Fecha de celebración
Con respecto a la fecha de celebración, mejor programarlos lejos de los períodos vacacionales más destacados, como las Navidades o el verano. De otro modo, el nivel de atención y la proactividad de los asistentes se reduce considerablemente.
Objetivos
Como es lógico, esta clase de eventos tiene un objetivo principal, aunque pueden darse otras metas secundarias. Por ejemplo, una marca de moda tiene la opción de organizar un workshop para instruir a sus vendedores sobre las ventajas de un nuevo producto o línea de negocio.
Material
En estas jornadas lectivas, al margen de la experiencia del ponente, es conveniente que los asistentes dispongan de su propio material para poder seguir estudiando en casa. Dicho material apoya la exposición y la amplía para una mejor formación del personal. Puede tratarse de un dossier, un libro o contenido digital para disfrutarse en línea.
Actividades
Los talleres no solo buscan formar a un equipo de trabajo, sino promover su colaboración y dinamizar las relaciones entre los miembros. En este sentido, las actividades son una forma excelente de poner en común las habilidades de todos y darle un carácter práctico. Puede tratarse de demostraciones, juegos de rol o cualquier otra actividad que refuerce el aprendizaje.
Al finalizar, es muy recomendable dejar algo de tiempo para que los participantes aporten sus ideas y den cuenta de los conocimientos adquiridos durante la formación.
El paso a paso para organizar un workshop
Los talleres de team building, en particular, ayudan a los empleados a fortalecer sus habilidades de comunicación y a forjar vínculos más profundos. Estas sesiones, en última instancia, conducen a una mejor dinámica de equipo y a una mayor capacidad de resolución de problemas de forma conjunta.
Pero…¿cómo se organizan este tipo de taller o workshop dentro de una empresa? Vamos a verlo en 5 pasos:
1. Facilitar oportunidades de networking
Brindar a los asistentes al taller la oportunidad de establecer contactos puede hacerlo más memorable. A las personas les gusta socializar y participar en grupo. Para aprovechar al máximo un taller, los participantes deben tener la oportunidad de interactuar entre sí, adquirir nuevas habilidades y conocer gente nueva.
Asimismo, la colaboración entre empresas puede surgir del networking, lo cual puede ser beneficioso para ambas partes.
2. Enseñar con metodologías
Enseñar la tarea no es tan efectivo como enseñar la metodología. Los talleres, por ejemplo, suelen incluir demostraciones de diversas técnicas. Los facilitadores deben explicar el análisis sistemático de cada fase, así como la instrucción práctica. Este método ayuda a los participantes a comprender mejor el enfoque, que pueden aplicar a otros aspectos de su trabajo o de su vida.
3. Incluir juegos
Algunos workshops, por su naturaleza, pueden resultar aburridos. Por ello, a lo largo de la dinámica, conviene tomar un descanso y jugar a algún juego relacionado con la temática que mantenga a los asistentes despiertos. Estas actividades lúdicas pueden fomentar su espíritu competitivo. Se pueden incluir rompecabezas, acertijos, etc., y establecer un límite de tiempo para aumentar el entusiasmo.
4. Contar una historia
La narración es una de las formas más antiguas de la cultura humana y sirve para enseñar. Cuando escuchamos una historia, podemos aprender mucho sobre nosotros mismos y nuestro mundo. De este modo, los talleres pueden beneficiarse de esta fórmula, ya que es una excelente manera de conectar lo que se enseña con el mundo real.
5. Incorporar ejemplos del mundo real
Como consejo final, te recomendamos incorporar ejemplos del mundo real para darle vida al contenido, haciéndolo cercano y memorable. Puedes presentar situaciones prácticas, desafíos e historias de éxito del mundo empresarial. Así, los participantes pueden comprender mejor la relevancia y la aplicabilidad de los conceptos del taller.
Conclusiones acerca del workshop empresarial
En definitiva, un workshop empresarial es un evento destinado a cualificar al personal de una organización y mejorar la relación entre los miembros de los equipos de trabajo.
Y es que, en una época en la que los avances tecnológicos se suceden cada vez con más frecuencia y los estándares comerciales están en constante evolución, los talleres ayudan al personal a seguir siendo competitivo y relevante.
Por último, resulta fundamental emplear tecnología de vanguardia para aumentar la participación y la retención. Recuerda que los asistentes deben tener una experiencia positiva para confiar en la utilidad de la información presentada.