El fútbol es mucho más que deporte: es una industria de alto impacto económico, social y mediático. Así lo subrayó Marian Mouriño, presidenta del RC Celta de Vigo, en un Diálogo AED celebrado recientemente en Galicia. El encuentro, presentado y moderado por Dolores Martínez, presidenta de AED en Galicia y presidenta de Galuresa, permitió conocer su visión sobre el liderazgo y la gestión en un sector sometido a una presión constante.
Mouriño, al frente del club desde 2023, destacó que su objetivo principal ha sido garantizar la sostenibilidad del Celta en el largo plazo, preservando su legado centenario y proyectándolo hacia el futuro. Para ello, ha impulsado el plan estratégico Raíces, basado en tres pilares: conexión con la comunidad, competitividad deportiva y consistencia económica.
La presidenta subrayó la necesidad de profesionalizar la gestión de los clubes de Primera División: “Hoy el Celta factura más de 110 millones de euros y cuenta con cerca de 400 empleados; somos, de facto, una empresa que debe medirse con indicadores de eficiencia y resultados, igual que cualquier otra organización”. En este sentido, remarcó que la presión en el fútbol es extrema: “Nos evalúan cada fin de semana, lo que obliga a tomar decisiones con frialdad y visión estratégica”.
Entre los proyectos que definen su mandato figura Celta 360, un complejo deportivo y de innovación con una inversión superior a los 110 millones de euros, concebido para retener talento, fortalecer la cantera y generar nuevas vías de negocio. Asimismo, Mouriño ha apostado por el fútbol femenino con la creación de As Celtas, un proyecto con identidad propia que ha logrado atraer a una creciente base social.
La directiva insistió en que el liderazgo en un entorno tan competitivo exige resiliencia y capacidad de escucha. “He aprendido a dar voz a los distintos grupos de interés —aficionados, jugadores, entrenadores y consejo de administración—. Esa escucha activa nos ha permitido recuperar la conexión con la ciudad y reforzar la identidad del club”, afirmó.