Escribir pensando en la IA: claves para ser citado en la IA

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Escribir pensando en la IA: 5 claves para que tu despacho sea citado en respuestas generativas

Durante años hablamos de SEO, de autoridad de dominio y de “escribir para Google”. Pero ahora el tablero ha vuelto a moverse: además de pensar en buscadores, tenemos que escribir pensando en la inteligencia artificial generativa (IA). Sí, también escribimos para herramientas como ChatGPT, Gemini o Copilot, que se han convertido en nuevas puertas de entrada a la visibilidad digital y a la generación de oportunidades para tu despacho.

Cada día, miles de personas formulan sus dudas legales directamente en estas herramientas. Y cuando un modelo generativo responde, decide qué contenido citar y qué referencias mostrar.

La pregunta, entonces, es inevitable: ¿cómo conseguir que la IA cite tu contenido y no el de otro despacho?

Aquí entra en juego el GEO (Generative Experience Optimization). Hablamos de una forma de optimizar tus contenidos para que la IA los entienda, los valore y los utilice. No sustituye al SEO, pero sí lo complementa. Y para los despachos que quieran posicionarse en esta nueva etapa, puede marcar la diferencia entre ser visible… o quedar fuera del mapa digital.

1. Claridad radical: la IA cita lo que entiende

Puede parecer obvio, pero es la parte que más cuesta en el sector jurídico.

Las respuestas generativas priorizan contenidos claros y directos, porque necesitan identificar rápidamente qué parte del texto responde a la intención del usuario. Si un artículo está escrito de forma densa o con frases de diez líneas, la IA simplemente lo ignora.

Qué funciona mejor:

  • Frases cortas y con una idea principal.
  • Conceptos jurídicos explicados como si fueran para un cliente.
  • Párrafos de 3–5 líneas máximo.
  • Uso de ejemplos reales (sin datos sensibles).
  • Construcciones del tipo “En resumen”, “En la práctica”, “Esto significa que…”.

Qué NO funciona: textos que parecen el BOE, párrafos sin respirar o explicaciones que se enredan sin necesidad.

¡Dato! La IA no adivina. La IA interpreta. Y solo interpreta bien lo que está bien escrito.

2. Responde a lo que la gente pregunta (literalmente)

Esto es uno de los pilares del GEO.

Los modelos generativos buscan fragmentos que respondan preguntas concretas, igual que Google destaca los “featured snippets”.

Por eso es útil incluir subtítulos en forma de pregunta, responder directamente en el primer párrafo y acompañarlo de ejemplos o escenarios habituales (“si el trabajador…”, “si la empresa…”).

Si alguien pregunta “qué hacer ante un despido objetivo sin justificar”, la IA escaneará contenidos donde esa pregunta o su respuesta aparezcan de forma directa.

Tu objetivo debe ser facilitarte el trabajo.

3. Estructura impecable: a la IA le encanta el orden

Aquí es donde la consultoría de contenido marca la diferencia.

Un artículo bien organizado, con H2 claros, subtítulos que dividen conceptos, negritas estratégicas y un buen cierre, le resulta mucho más fácil de procesar a una IA.

No se trata de “maquillar” el texto, sino de hacerlo más legible.

La IA, igual que un lector humano, agradece orden, ritmo y jerarquía. Y cuanto más clara sea la estructura, más probabilidades tendrá tu contenido de ser citado.

4. Demuestra autoridad jurídica: sin especialización, la IA no te elige

Otra cosa que las herramientas generativas detectan muy bien es la autoridad. No basta con escribir de forma clara: hay que demostrar expertise.

Para que la IA considere tu artículo como fuente fiable, incluye:

  • Referencias normativas concretas.
  • Menciones a sentencias relevantes del TS o AN (bien citadas).
  • Aclaraciones de contexto (por ejemplo, “criterio consolidado de la Inspección”).
  • Firma profesional del despacho o del abogado autor del post.
  • Actualizaciones cuando haya cambios legales o doctrinales.

Recuerda que la IA tiene una prioridad clara: evitar errores. Por eso elegirá siempre la fuente más sólida.

5. Actualización constante: se premia lo reciente

La IA sabe cuándo un contenido está actualizado. Y cuando dos textos dicen lo mismo, pero uno es de 2019 y otro de 2024… prioriza el más reciente. Y esto, en temas como despidos, cotizaciones, jurisprudencia o procedimientos digitales, marca una enorme diferencia.

Nuestra recomendación es que revises tus artículos más importantes al menos cada trimestre y actualices lo que haya cambiado.

Escribir pensando en la IA no consiste en “escribir para máquinas”, sino en crear contenido más claro, más útil y más coherente para personas que buscan respuestas inmediatas.

Si tu despacho quiere que ChatGPT o Gemini citen su contenido, recuerda estas cinco claves:

  • Claridad radical.
  • Responder preguntas reales.
  • Estructura impecable.
  • Autoridad jurídica demostrada.
  • Actualización constante.

Porque la buena comunicación jurídica no es la que suena más técnica, sino la que responde mejor.

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