- Cofenat destaca el valor de las Flores de Bach como herramienta terapéutica para acompañar los estados de melancolía, apatía o desánimo que suelen intensificarse en invierno.
Madrid, 19 de noviembre de 2025.- Con la llegada del invierno y la reducción de horas de luz, es habitual experimentar un descenso del ánimo o una cierta melancolía. Este fenómeno, conocido popularmente como tristeza invernal, puede afectar a la motivación, la energía e incluso a las relaciones sociales. Desde la Terapia Floral y, en particular con las Flores de Bach, existen herramientas naturales que pueden ayudarnos a gestionar mejor estos estados emocionales.
El responsable de la Comisión de Terapia Floral de Cofenat, Luis Jiménez, explica que lo más importante es atender la individualidad de cada persona. “Para recomendar la ingesta de Flores de Bach, se ha de tener en cuenta a la persona que tomará el remedio y no tanto a la generalidad social que se representa en una estación del año”, señala.
El experto recuerda que la falta de luz solar influye directamente en nuestro comportamiento y estado de ánimo. “El acortamiento del día solar fomenta cierta melancolía natural que nos invita a introspectar, a volvernos hacia el hogar, tanto físico como psíquico. Y es aquí, a veces, cuando aparecen ciertos estados de ánimo que hemos de saber sostener y gestionar”, detalla, señalando que “la tristeza también forma parte de la personalidad y una buena relación con esa modalidad del alma traerá a la consciencia una nueva visión de nosotros mismos.”
Entre las esencias florales más recomendables para acompañar los estados emocionales del invierno, el experto destaca:
- Mustard, para estados de tristeza cíclica o estacional.
- Wild Rose, para la apatía o pérdida de interés en la vida.
- Hornbeam, para el tedio o cansancio frente a la rutina.
- Gentian, para el desánimo tras una decepción o dificultad.
“Estas cuatro esencias cubren un amplio espectro emocional coincidente con la época del año que estamos tratando”, apunta Jiménez.
El experto subraya que la diferencia fundamental entre las Flores de Bach y otras Terapias Naturales “reside en que el remedio floral no actúa directamente sobre el estado, sino que potencia en la persona el recuerdo de sí y su capacidad natural para recuperar la fuerza innata que favorece la visión adecuada para vivir en plenitud.”
En cuanto a su uso, recomienda “la toma de un preparado personalizado recomendado por un profesional y mantener la ingesta como mínimo veintiún días”, aunque el tiempo puede variar según cada caso.
Además, aconseja acompañar el tratamiento floral con hábitos saludables. “Tomarse tiempo para meditar y atender a esa necesidad de soledad a la que nos invita la tristeza, pero también compaginar estos momentos con otros cálidos y afectivos en compañía de nuestros seres queridos. Aprovechar las horas de sol, movilizar el cuerpo y, sobre todo, buscar la belleza y el amor con cualquier excusa”, concluye.
