La tercera sesión del ciclo AED Live sobre pensiones y jubilación se centró en el período más decisivo del año para quienes buscan una retirada profesional sólida y bien planificada. Los expertos destacaron que diciembre es el mes ideal para revisar decisiones fiscales, ordenar el ahorro acumulado y ajustar la estrategia de previsión social, tanto a nivel individual como empresarial, antes del cierre del ejercicio.
El encuentro, presentado por Xavier Gangonells, director general de la Asociación Española de Directivos (AED), contó con Adolfo Rovira, socio de Cuatrecasas en el área de Seguros, Pensiones y Fondos, y Gregorio Gil de Rozas, Head of Retirement de Willis Towers Watson España, ambos ponentes habituales en este ciclo.
Gil de Rozas abrió la sesión con una advertencia: muchos directivos no dedican tiempo suficiente a planificar su jubilación. Subrayó que dedicar 30 minutos al año puede ser suficiente para revisar la estrategia, entender la caída de ingresos por el tope de la pensión pública, y comprobar si el ahorro acumulado es coherente con las necesidades futuras. Además, recordó la complejidad de calcular la pensión pública debido a factores como años de cotización, bases y regímenes transitorios, y sugirió revisar los convenios bilaterales para no perder derechos de pensión internacional.
Rovira explicó cómo abordar el ahorro para la jubilación, destacando que no se trata de conocer al detalle cada producto, sino de entender que no todos tributan igual ni ofrecen la misma flexibilidad. Esto condiciona la renta disponible en el futuro. Por ello, recomendó llegar a la jubilación con una combinación equilibrada de instrumentos que permita optimizar el rescate del ahorro. “Todas las opciones suman. La clave está en combinarlas”, apuntó. Mencionó varios tipos de productos, como planes con tributación como salario, seguros como ahorro, inversiones líquidas o ahorro inmobiliario, y resaltó que esa diversidad es útil para planificar eficientemente la jubilación.
El encuentro avanzó hacia el papel de las empresas. Gil de Rozas explicó que, cada vez más, los directivos desean seguir trabajando mientras la empresa busca renovar equipos, lo que implica acuerdos económicos y planificación anticipada. “Hay que ir planificando, entendiendo, calculando y posiblemente financiando poco a poco para que no sea un coste extraordinario”, señaló al respecto. Subrayó que esta cuestión afecta tanto al directivo, que debe evaluar su autonomía económica futura, como a la empresa, que debe anticipar el impacto en su estructura de costes. Los seguros colectivos de vida son una herramienta clave para ordenar salidas y evitar picos de gasto. También señaló que en empresas más avanzadas en previsión social se combinan varias capas: planes de empleo, pólizas de exceso y vehículos voluntarios para directivos.
Rovira insistió en que una buena planificación del rescate del ahorro tiene un impacto directo en la renta final del jubilado. El IRPF distingue entre ingresos que tributan como salario y los que tributan como ahorro, siendo este último más favorable. Un complemento de 25.000 euros cobrado desde un plan de pensiones, puede suponer “varios miles de euros” de diferencia, especialmente en comunidades con tipos altos. Recomendó escalonar rescates, priorizar productos que tributan como ahorro, aprovechar exenciones fiscales a partir de los 65 años, y considerar hipoteca inversa o venta de nuda propiedad para obtener liquidez sin perder el uso de la vivienda. “La desinversión depende de cada caso, pero puede mejorar de manera significativa la renta neta disponible”, subrayó.
Finalmente, y en relación con la cuestión sobre la jubilación activa para los consejeros autónomos cercanos a la edad de jubilación, Gil de Rozas explicó que la jubilación activa ofrece una opción flexible para compatibilizar trabajo y pensión. Esta modalidad permite que la persona continúe su actividad como consejero autónomo mientras percibe una parte de la pensión, y se puede volver a la jubilación total en cualquier momento al cesar la actividad profesional.
Requisitos para acceder a la jubilación activa:
- Haber alcanzado la edad ordinaria de jubilación y haber transcurrido al menos un año desde esa fecha.
- Acreditar un período mínimo de 15 años cotizados, con al menos 2 en los últimos 15 años.
- Mantener la actividad laboral.
Condiciones de la pensión durante la jubilación activa:
- La pensión se percibe en función del retraso con respecto a la edad ordinaria de jubilación. Un año de retraso representa un 45% de la pensión, y ese porcentaje se incrementa con cada año adicional de demora, hasta llegar al 100%.
Retorno a la jubilación total:
Se puede solicitar el retorno a la jubilación total en cualquier momento, al cesar la actividad profesional, y en ese caso, la pensión se restablecerá al 100%.
La sesión dejó claro que no se trata de construir modelos complejos, sino de revisar cada año decisiones clave, aunque sea durante esos 30 minutos, que determinarán el nivel de bienestar durante la jubilación. Lo importante es combinar inteligentemente el ahorro individual, la planificación empresarial y la fiscalidad para evitar sorpresas en el momento del retiro.
* Para aquellos que deseen profundizar en los detalles de la primera sesión – contexto y futuro de las pensiones, pueden consultar el resumen y el vídeo correspondientes.
* Para aquellos que deseen profundizar en los detalles de la segunda sesión – implicaciones prácticas para las empresas, pueden consultar el resumen y el vídeo correspondientes.