Estamos a punto de cerrar un año mágico, el año de nuestro 30 aniversario. En estos 30 años hemos visto como la comunicación pasaba del papel al mundo digital, como la información salía de los medios y se difundía a través de las personas, como el principal riesgo de las empresas ha dejado de ser la insatisfacción de los clientes para pasar a ser la desinformación. Hemos visto como la comunicación va adquiriendo un papel importante en la cuenta de explotación de las organizaciones y, sobre todo, hemos aprendido a surfear en un mundo en permacrisis constante.
Pero hoy lo que corresponde es dar las gracias a todos los que a lo largo de estos 30 años han confiado en el proyecto de Síntesi y nos han permitido ejercer no un oficio, sino una pasión, un hobby, una ilusión. A todos los que nos han permitido aprender y evolucionar a su lado, pero, por encima de todo, nos han permitido crear una comunidad inmensa de amigos y amigas que configuran el universo Síntesi.
Siempre hemos dicho que somos una consultoría especial. Que nos sentimos como una boutique de la comunicación que ha podido hacer muchos trajes a medida, prendas únicas para cada cliente. Es así como nos sentimos cómodos, lejos de la estandarización y cada vez más convencidos de que quienes comunican no son las empresas o las instituciones, sino las personas que las integran y, como tales, cada una diferente a la otra.
Gracias por este viaje que, evidentemente, no se detiene aquí. El viaje continúa con el objetivo de seguir avanzando, para ser los verdaderos expertos en comunicación de crisis, en comunicación corporativa, en comunicación interna, en reputación, en formación y en acompañamiento para todas las organizaciones que nos otorgan su confianza.
A nosotros, lo que nos gusta es ordenar la comunicación de las empresas y organizaciones, tener una hoja de ruta que les ahorre acabar dando tumbos sin ir a ninguna parte, gastando dinero sin objetivos claros.
Nuestro viaje prosigue. Y lo sigue haciendo con la filosofía de que cada cliente es muy especial para nosotros, único, y con nuestra máxima implicación en cada uno de los proyectos que emprendemos, con los que nos ilusionamos como si fueran propios porque nos los sentimos nuestros.
Después de 30 años, aún notamos mariposas en el estómago cuando nos llega un nuevo cliente, un nuevo proyecto. Esto nos hace estar convencidos de que esta es la profesión que siempre habíamos querido y de que somos unos privilegiados.
Viva la comunicación! ¡Y que sean muchos más años de Síntesi!