El lunes amanece con los mercados todavía digiriendo lo ocurrido el viernes y, en realidad, el conjunto de la última semana de mercado completa del año. La sesión final dejó un tono constructivo en la renta variable estadounidense, con subidas del 0,9% en el S&P 500, del 1,3% en el Nasdaq 100 y del 0,4% en el Dow Jones, en una jornada de elevada actividad marcada por el vencimiento trimestral de derivados, que disparó el volumen negociado hasta un 50% por encima de la media anual. En renta fija, el movimiento fue el inverso: repunte moderado de las rentabilidades, con el bono del Tesoro a diez años avanzando hasta el 4,15% y movimientos similares en Alemania y el Reino Unido.
El balance semanal, sin embargo, fue más matizado. El Russell 2000 fue el índice norteamericano más castigado, mientras que el Nasdaq consiguió cerrar en positivo gracias al empuje de algunos valores tecnológicos que han estado bajo escrutinio por la intensidad de sus planes de inversión en inteligencia artificial. Nvidia volvió a liderar las ganancias entre las grandes capitalizaciones y Oracle se anotó una subida cercana al 6,5%. En Europa, tanto el viernes como en el conjunto de la semana, los principales índices cerraron en verde. Destacó el FTSE 100 británico tras la bajada de tipos del Banco de Inglaterra y el FTSE MIB italiano compitió de cerca. El Ibex 35, por su parte, cerró la semana en torno a los 17.170 puntos, en un contexto en el que Ferrovial acaparó titulares por su estreno esta tarde en el Nasdaq 100, aunque con un comportamiento bursátil negativo en los últimos días.
Inflación a la baja en EE.UU.
Este arranque de semana también invita a mirar más allá de los índices y detenerse en el trasfondo macroeconómico que está condicionando las expectativas. En Estados Unidos, la gran referencia de los últimos días ha sido la inflación. Los datos del IPC de noviembre sorprendieron a la baja: la inflación general se moderó al 2,7% interanual y la subyacente al 2,6%, con una clara desaceleración de los costes del alquiler de la vivienda. A pesar de las cautelas derivadas de los problemas de recogida de datos por el cierre parcial de la Administración, el mercado acogió la cifra con alivio, especialmente después de unos datos de empleo que mostraron una tasa de paro del 4,6%, el nivel más alto en más de cuatro años.
El mercado apuesta por más recortes de los que anticipa la Fed
Este contexto ha reforzado la percepción de que el ciclo monetario estadounidense está entrando en una fase de pausa. El mercado descuenta ahora dos bajadas de tipos el próximo año, una lectura claramente más acomodaticia que la que transmitieron los propios miembros de la Fed en sus últimas proyecciones. En este debate encajan las declaraciones ayer de Beth Hammack, presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, que defendió que la política monetaria se encuentra “en un buen lugar” para hacer una pausa y evaluar el impacto acumulado de 75 puntos básicos de recortes durante este año. Hammack subrayó la necesidad de ver evidencias más claras de una moderación sostenida de la inflación o de un debilitamiento más acusado del mercado laboral antes de mover ficha de nuevo, reflejando las divisiones internas en el seno del banco central tras la última reunión que registró el mayor número de disensos desde 2019.
Japón endurece sus política monetaria
La lectura monetaria no se limita a Estados Unidos. En Japón, el Banco de Japón volvió el viernes a elevar su tipo de referencia hasta el 0,75%, el nivel más alto en tres décadas, y dejó claro que el proceso de normalización continuará si el escenario económico lo permite. El movimiento refuerza la condición de outlier del banco central nipón, el único entre las grandes economías que está subiendo tipos, y ha tenido un impacto inmediato en los mercados: repunte de las rentabilidades de la deuda japonesa, debilitamiento del yen y un mensaje claro de que la inflación, que ya acumula 44 meses por encima del objetivo del 2%, se está consolidando. Veremos las cifras que conoceremos el viernes.
Confianza del consumidor
En paralelo, los indicadores adelantados publicados el viernes dibujan un panorama desigual. En Estados Unidos, las ventas de viviendas existentes mostraron una leve mejora en noviembre, aunque el aumento del stock de casas nuevas apunta a posibles presiones a la baja sobre los precios. La confianza del consumidor, medida por la Universidad de Michigan, sigue en niveles deprimidos, con un deterioro notable en la percepción de las condiciones para la compra de bienes duraderos. En la eurozona, la confianza del consumidor retrocedió ligeramente, con especial debilidad en Alemania, donde el índice GfK reflejó el impacto de las preocupaciones sobre inflación, pensiones e ingresos. Italia ofreció un contrapunto algo más optimista en la confianza de las familias, mientras que en el Reino Unido las ventas minoristas decepcionaron pese a la campaña de descuentos del Black Friday.
Bloqueo petrolero
En este entorno macro ya de por sí complejo, el mercado energético añade un elemento adicional de incertidumbre. Estados Unidos ha intensificado la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro mediante un endurecimiento del bloqueo petrolero. La persecución de petroleros que se dirigían a Venezuela, algunos de ellos acusados de navegar bajo bandera falsa, busca asfixiar la principal fuente de ingresos del país. De materializarse un freno significativo a las exportaciones, Petróleos de Venezuela S.A. podría verse obligada a cerrar pozos ante la saturación de su capacidad de almacenamiento. Para el mercado del crudo, el riesgo no es tanto inmediato como estructural: un nuevo foco de tensión geopolítica que se suma a un equilibrio ya frágil entre oferta y demanda.
Trump negocia precios y Francia sortea el bloqueo fiscal
A todo ello se añade el ruido político. El presidente Donald Trump volvió a protagonizar titulares el viernes con acuerdos con farmacéuticas para reducir precios de medicamentos a cambio de una tregua arancelaria y con mensajes dirigidos al sector asegurador ante el fin de las subvenciones de Obamacare. En Europa, Francia encara una semana clave con la presentación de una ley especial para prorrogar gastos e impuestos tras el bloqueo presupuestario, un recordatorio de que el frente fiscal seguirá siendo una fuente de volatilidad en 2026.
Con este telón de fondo, la semana que comienza se presenta cargada de referencias, aunque con un calendario que irá perdiendo intensidad conforme se acerquen las fiestas. En Estados Unidos se publicará la segunda estimación del PIB del tercer trimestre, que previsiblemente confirmará un crecimiento sólido, aunque algo inferior al dato preliminar, apoyado en el consumo y en la inversión en tecnología y centros de datos. También se conocerán datos de producción industrial y, ya mirando a los próximos días, el acta de la última reunión de la Reserva Federal, que probablemente pondrá negro sobre blanco las “fuertes divergencias” entre los miembros del comité sobre la senda futura de los tipos. En China, se espera que los tipos de referencia se mantengan sin cambios y que los índices PMI confirmen un cierre de año débil, mientras que en Europa el foco seguirá puesto en la evolución de la confianza.
Feliz Navidad.
Jorge González GómezDirector de Análisis