Por Juan Antonio Calabuig Ferre, presidente de la Asociación Valenciana de Periodistas y Escritores de Turismo
La población de Chelva, en la comarca valenciana de La Serranía del Turia, nos ofrece numerosos atractivos muy interesantes que justifican la visita a este municipio, situado a unos 70 kilómetros de la ciudad de Valencia (por la CV-35).
En su extenso término municipal (190 kilómetros cuadrados), viven tan solo 1.645 personas (datos de 2023), en el pueblo y en las aldeas de Ahillas y Villar de las Tejas. Esos datos evidencian la gravedad de la crisis demográfica de toda la comarca. Por ello debemos resaltar y respaldar el esfuerzo del Ayuntamiento, de la Mancomunidad del Alto Turia y de la Diputación para situar a Chelva en la vanguardia del turismo interior y de la defensa del medio ambiente.
En el casco antiguo de Chelva (declarado como conjunto histórico artístico) nos vamos a encontrar con una peculiar trama urbana, ya que conserva muy bien el trazado de los cuatro barrios históricos:
- Benacacira (antigua medina musulmana)
- Arrabal (mudéjar-morisco)
- Azoque (judío)
- Ollerías (cristiano, en donde se encontraban los hornos alfareros)
El principal monumento es la gran iglesia arciprestal de Nuestra Señora de Los Ángeles (de estilo barroco, declarada Bien de Interés Cultural). Pero también destacan el centro histórico con varios edificios relevantes, como el Palacio Vizcondal (declarado Bien de Interés Cultural y sede de la Fundación Mª Antonia Clavel), el Consejo de la Villa, la Torrecilla, la Ermita de la Santa Cruz (antigua mezquita), el Convento de San Francisco, el museo arqueológico, las ermitas de San Cristóbal, de los Desamparados y la de la Soledad. Además, Chelva cuenta con una plaza de toros.
Las otras dos joyas del patrimonio histórico-artístico de Chelva se hallan lejos del casco antiguo, pero consideramos imprescindible su visita. Nos referimos, en primer lugar, al acueducto romano de Peña Cortada, una gran obra de ingeniería hidráulica construida antes de la era cristiana, entre Chelva y Calles. También vale la pena visitar el Santuario de la Virgen del Remedio, patrona del pueblo, situada en la ladera del Pico del Remedio, recayente a Chelva. Desde el santuario se aconseja acceder hasta la cumbre de la montaña (a 1.054 metros de altitud), desde donde se pueden contemplar magníficas vistas panorámicas. En días claros y con la atmósfera limpia se ve el lago de la Albufera y el mar Mediterráneo.
Hay otros muchos lugares de interés, desde el punto de vista medioambiental y paisajístico. Para conocerlos bien se sugiere seguir algunos de los principales senderos e itinerarios que discurren por el municipio, como el GR-7 (sendero europeo de gran recorrido, tramo comprendido entre Chelva y Benagéber).
Muy recomendable es la Ruta del Agua, un itinerario circular que se puede recorrer en un par de horas, que parte de la Plaza Mayor y que discurre por lugares muy bellos, junto al río Chelva (afluente del Turia). Otro sendero circular para por la Peña Cortada, la Ermita de Loreto y las Cuevas de la Luz.
Entre los parajes que tienen un singular atractivo destacan La Playeta, el Molino Puerto, la Presa de Olinche, el puente de Barraquena, y La Mozaira. Existen varias áreas recreativas que facilitan las excursiones.
Asimismo, Chelva, por su estratégica ubicación, nos puede servir de base para conocer otros municipios de la comarca de La Serranía del Turia como Alpuente, Chulilla, Aras de los Olmos, Benagéber, Titaguas, Tuéjar, Calles, Gestalgar o Villar del Arzobispo.
Fotografías cedidas por el Ayuntamiento de Chelva