¿Anticuerpo para predecir la EM? No, pese a resultados interesantes - GAEM (Grupo de Afectados de Esclerosis Múltiple)

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Investigadores estadounidenses han encontrado un tipo de anticuerpos en muestras de sangre de personas con esclerosis múltiple (EM) mucho antes de que aparecieran sus síntomas clínicos. GAEM ha entrevistado el neurólogo Luis Querol Gutiérrez, que nos ha ayudado a enfocar la portada de este hallazgo. «No hay aplicaciones clínicas, aunque hacer este tipo de estudios siempre es útil para aprender nuevas cosas sobre la enfermedad».

Según un artículo publicado en la revista Nature Medicine, aproximadamente el 10% de los 250 pacientes con esclerosis múltiple (EM) encontrados en un repositorio de militares estadounidense ya mostraban la “firma” de un anticuerpo cinco años antes de presentar cualquier síntoma. Se trata de un autoanticuerpo, un tipo de anticuerpos que se dirigen erróneamente contra estructuras propias.

Los pacientes formaban parte de un repositorio de datos de más de 10 millones de personas (el llamado Department of Defense Serum Repository). De estas personas, se habían guardado muestras de sangre en el momento de entrar en el ejército. Es el mismo repositorio gracias al cual fue posible determinar la relación entre el virus de Epstein-Barr (causante de la mononucleosis infecciosa) y la EM.

Los investigadores han observado que en 27 de los pacientes con esclerosis múltiple se observa un perfil diferente de autoanticuerpos. Algunos de estos podrían presentar reactividad cruzada con algunos patógenos (como el mismo virus de Epstein-Barr). Esto indicaría, según los científicos, que la infección desarrolla anticuerpos específicos del patógeno y que, posteriormente, atacarían estructuras propias por presentar similitud molecular.

Uno de los autores es optimista sobre los resultados

Según ha explicado uno de los autores a la revista Medpage Today, Colin Zamecnik, “estos pacientes con EM muestran los anticuerpos en su sangre muchos años antes de la aparición de los síntomas. Cuando se les hacen pruebas en el momento del primer brote de la enfermedad, los tienen tanto en la sangre como en el líquido cefalorraquídeo”. Por lo tanto, continua, “creemos que es posible que estos pacientes muestren una respuesta cruzada a una infección previa. Esto concuerda con gran parte del trabajo actual en la literatura sobre la progresión de la enfermedad de esclerosis múltiple”.

Para buscar estos anticuerpos, los investigadores han utilizado una técnica biológica compleja y novedosa, llamada Phage Display Inmunoprecipitation Sequencing (PhIP-Seq), o “secuencia de inmunoprecipitación con librerías de fagos”. La técnica les permitió estudiar más de 10.000 proteínas presentes en el cuerpo humano para detectar qué anticuerpos presentes en la sangre de estas personas con esclerosis múltiple son los que están dañando o atacando a estructuras de su sistema nervioso central y produciendo la enfermedad.

Luis Querol Gutiérrez, neurólogo del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, cree que encontrar el anticuerpo en solo el 10% de los pacientes no ayudará mucho a la clínica.

El neurólogo Querol es más escéptico

GAEM ha contactado con Luis Querol Gutiérrez, neurólogo de la Unidad de Enfermedades Neuromusculares – Neurología Autoinmune del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau e investigador del Institut de Recerca Biomèdica Sant Pau en Barcelona. Él nos ha explicado el papel que tienen los linfocitos B en enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple. “Los linfocitos B, cuando maduran, se convierten en células que producen anticuerpos. Cuando estos linfocitos reaccionan contra un antígeno (su diana molecular) de nuestro propio organismo, aparece una enfermedad autoinmune”, cuenta.

Según explica este investigador, para estudiar de manera más precisa una enfermedad sería muy importante identificar autoanticuerpos. Cosa que para la esclerosis múltiple hasta ahora no ha sido posible. “A pesar de ser una enfermedad en la que los linfocitos B son cruciales, nunca se ha encontrado un autoanticuerpo que explique la enfermedad o permita diagnosticarla antes, a pesar de que se haya buscado con insistencia y con múltiples tipos de técnicas. Sí se han encontrado algunos anticuerpos que parecen estar presentes en grupitos pequeños de pacientes. Este estudio va en esa misma línea”, aclara.

«Los anticuerpos suelen ser irrelevantes para la clínica»

“Los autores de la investigación han encontrado anticuerpos en la sangre de personas con EM antes de ver sus síntomas. Pero el problema con estudios como este es que es muy interesante hacer perfilados masivos para buscar anticuerpos contra todas las proteínas y los gérmenes que se te ocurran, porque con esta muestra tan grande es fácil hacer screening masivo. Pero en general los anticuerpos suelen ser irrelevantes para la clínica”, dice.

Además, explica este investigador, “las dianas de los anticuerpos suelen ser proteínas que están contenidas en las membranas celulares. Sin embargo, la técnica utilizada trocea todas las proteínas en péptidos – trocitos más pequeños de proteínas – y busca el repertorio contra todos los péptidos posibles. Esto hace que sea muy fácil hacer una sobreinterpretación de los resultados”, sentencia. “De hecho, el péptido que han encontrado como relevante lo es también en múltiples patógenos, no solo en la esclerosis múltiple”.

Además, añade Querol, los autores del artículo han encontrado el anticuerpo “solo en el 10% de los pacientes; el 100% de los cuales, como ya sabemos, están infectados por el virus de Epstein-Barr: no es un gran resultado. Seguramente, si en lugar de la sangre se hubiese podido analizar el líquido cefalorraquídeo de estos pacientes, se podrían haber encontrado resultados más interesantes”.

“Es la misma historia que ya hemos encontrado en el pasado. Un grupito pequeño de pacientes tiene características en común, pero no hay manera de pasar este hallazgo a la clínica”, dice.

Qué podemos aprender de esta investigación

En cualquier caso, el estudio tiene su utilidad. Primero, no todos los pacientes son iguales desde el punto de vista inmunológico, dice. “Es probable que esto quiera decir que, desde el punto de vista de los mecanismos y las causas, la esclerosis múltiple no sea una enfermedad, sino un conjunto de enfermedades que se parecen mucho entre sí en las manifestaciones, pero que tienen mecanismos diversos”, precisa.

En segundo lugar, como ya se sabía, “es posible que haya agentes patógenos externos (el virus de Epstein-Barr, sobre todo) que, aunque no sean la única causa, pueden ejercer un papel de desencadenantes en una población predispuesta”.

Luca Tancredi Barone

Referencias:

An autoantibody signature predictive for multiple sclerosisNature Medicine

Reacciones: hallan anticuerpos específicos en muestras de sangre de pacientes años antes de que desarrollen esclerosis múltiple, Science Media Center Spain

Multiple Sclerosis Predicted by Autoantibody Signature, artículo en Medpage Today

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