Entrevista a Santiago Gómez-Villares Pérez-Muñoz, socio director de GVA Gómez-Villares & Atencia y delegado del Club de Exportadores e Inversores en Andalucía
“Somos un socio estratégico y de confianza para nuestras empresas a la hora de llevar a cabo sus procesos de internacionalización”
Gómez-Villares & Atencia (GVA), bufete de renombre internacional con sede en Málaga, lidera proyectos destacados en el sector jurídico a nivel global. Con más de 70 profesionales distribuidos estratégicamente en ubicaciones clave tanto nacional como internacionalmente; Madrid, Marbella, Torre del Mar, Estepona, Bogotá, Medellín, Tegucigalpa, Inglaterra, Alemania, Noruega y Marruecos. El bufete ofrece servicios legales de primera categoría a una clientela diversa, que incluye tanto clientes particulares como corporativos de alto nivel. Con más de sesenta años de excelencia en el sector, su equipo multidisciplinar está altamente capacitado para abordar los desafíos legales más complejos, respaldados por una trayectoria que demuestra su dedicación y eficacia.
- ¿Cómo y cuándo se creó GVA Gómez-Villares & Atencia? ¿Cómo ha evolucionado la firma de abogados desde su fundación?
La firma nace en 2011 recogiendo una amplia experiencia en el ejercicio de la abogacía de dos despachos: de una parte, el despacho de Manuel Atencia García, nacido en 1953; de otra parte, el fundado por Ramón Gómez Villares en 1974, que se une en 2000 con el despacho de Carlos Álvarez, nacido en 1980.
A partir de 2015, GVA Gómez-Villares & Atencia renueva su imagen y su presencia online, consolidándose como bufete internacional.
- ¿Cuáles son las líneas de negocio de GVA Gómez-Villares & Atencia? ¿Cuál es su principal propuesta de valor?
Nuestros principales valores radican en conciliar el carácter multidisciplinar de un gran bufete con la cercanía de un despacho familiar. Estamos capacitados para atender los problemas del cliente con cercanía y agilidad. Compromiso, independencia, capacidad de trabajo, rigor y la búsqueda de la excelencia guían nuestro trabajo.
- En la actualidad, ¿en cuántos países tiene actividad internacional? ¿Cuáles son los mercados prioritarios en términos de facturación?
Contamos con sedes en Colombia (Bogotá y Medellín) y Honduras (Tegucigalpa). Además de ello, contamos con despachos asociados (best friends) en Inglaterra, Alemania, Noruega y Marruecos.
Nuestra actividad internacional tiene dos focos prioritarios: el mercado europeo, ya que España es uno de los destinos inversores más importantes para los países de la UE y Reino Unido; y, por otro lado, el mercado latinoamericano, donde hay una gran presencia de empresas andaluzas (y españolas) gracias al idioma y a las similitudes culturales.
- ¿Cuáles han sido los mayores retos a los que se han tenido que enfrentar?
Respecto a la prestación de servicios en otros países, nuestro mayor foco lo hemos puesto en las relaciones con socios locales, indispensable en nuestro sector ya que la legislación de cada país es diferente y requiere de la colaboración o alianza con profesionales locales. Evidentemente, estos tienen que tener una filosofía común a GVA Gómez-Villares & Atencia en la manera de entender los servicios profesionales, lo que ha conllevado una labor muy ardua hasta poder elegir los mejores compañeros de viaje en cada país en los que tenemos presencia
- El bufete mantiene un intenso ritmo de crecimiento y cuenta con una prometedora proyección de cara a futuro. De hecho, el pasado 3 de abril GVA Gómez-Villares & Atencia selló su fusión con Montero Aramburu, tras cerca de tres años de alianza estratégica, para crear el mayor despacho de Andalucía y apuntar al top10 nacional, ¿qué destacaría al respecto? ¿Cuáles son las principales líneas estratégicas de la integración entre ambas firmas?
Esta importante fusión dará lugar a uno de los despachos nacionales más relevantes en la abogacía española por volumen de facturación (28 millones de euros) y por número de profesionales (360). Contamos desde este momento con hasta una decena de sedes repartidas entre Andalucía, Canarias y Madrid. Esto nos permitirá situarnos a la cabeza de Andalucía y, a nivel nacional, entre los despachos más grandes de la abogacía de los negocios.
- Por otro lado, actualmente representa al Club de Exportadores e Inversores en la Delegación que tiene en Andalucía. ¿Cuál diría que es el grado de aceptación que está teniendo el Club entre las empresas andaluzas?
Aunque todavía es pronto porque llevamos menos de un año desarrollando este papel, las expectativas son muy positivas, ya hemos conseguido incrementar el número de afiliados y desarrollado iniciativas en este corto espacio de tiempo, lo que nos invita a ser muy optimistas.
- ¿Cuáles son las principales necesidades de las empresas andaluzas internacionalizadas?
Una vez las empresas han decidido internacionalizarse, lo más importante es adaptarse a la cultura empresarial y de negocios de cada uno de los países, que son bastante diferentes entre sí. Para ello, hay una parte fundamental, que es la seguridad y garantía jurídica, por lo que nuestro enfoque siempre es el de presentarnos como un socio estratégico y de confianza, dada la importancia que tiene el aspecto legal en cualquier tema que se quiera tratar en un país que funciona con reglas diferentes a las del país de origen
- En un mundo con una economía globalizada, la exportación es vital para que las empresas internacionalizadas continúen abriéndose a nuevos mercados y creciendo. Para vender productos al exterior, hay que tener diversos aspectos en cuenta, que condicionan el éxito en las operaciones comerciales como, por ejemplo, los gravámenes aduaneros, el régimen jurídico que se aplica, el arbitraje internacional en la resolución de conflictos comerciales… ¿Cómo está el entorno jurídico internacional?
Este tema es tan variable como países hay en el mundo. Imagínese que nada tiene que ver, por ejemplo, intentar vender aceite de oliva en EEUU a hacerlo en Irán. La seguridad jurídica en los países denominados del primer mundo o desarrollados es muy buena y, en lo tocante a conflictos internacionales entre este tipo de países, la legislación entre ambos suele estar bien regulada con tratados entre ellos o por cortes internacionales. En cambio, en países menos desarrollados o emergentes, todavía queda camino por recorrer en estos aspectos. Por ejemplo, hay regímenes muy proteccionistas que, normalmente, complican mucho estos mecanismos de resolución entre países. No obstante, en la mayor parte del mundo, con más o menos dificultad, existen mecanismos a los que se puede acudir para tratar de resolver los conflictos jurídicos derivados de relaciones comerciales entre distintos países.
Abril de 2024