La elección entre trabajar en remoto o desde la oficina es un tema recurrente en el entorno laboral actual y que enfrenta a empresas y empleados.
En concreto en España 6 de cada 10 trabajadores se muestran positivos acerca de la posibilidad de regresar a la oficina, siempre y cuando los espacios habilitados permitan llevar a cabo “una colaboración fluida, una interacción social y una lluvia de ideas creativa”. Así lo destaca el último informe de Cisco sobre trabajo híbrido.
Esta cifra es inferior a la media global. A escala mundial, un 72% de los empleados considera positivo trabajar de forma presencial.
Es importante resaltar que, aunque el 46% de los profesionales en todo el mundo creen que su entorno laboral está preparado para el trabajo híbrido, esta cifra disminuye al 29% entre los empleados españoles. Esto indica que existen amplias oportunidades de mejora en las instalaciones actuales.
Asimismo, aún el 44% de las empresas en España destina más del 75% de sus espacios de oficina para áreas de trabajo individuales. Esta distribución genera obstáculos para la colaboración, como la carencia de terminales de audio y vídeo (48%), la presencia de tecnologías inadecuadas (35%) y la falta de herramientas para monitorear y reservar espacios (32%).
A pesar de la implantación del trabajo híbrido en España, donde el 60% de las empresas tiene al menos al 10% de su personal trabajando bajo este modelo, y donde muchos empleados acuden a la oficina entre 3 y 4 días por semana, las políticas de regreso a la presencialidad están progresando. Un 47% de las empresas ya están imponiendo un regreso total, mientras que un 41% lo está solicitando parcialmente. Solo el 12% restante no exige la reincorporación presencial de sus empleados.
Sin embargo, a largo plazo, solo el 30% de los empleadores en España esperan que todos sus trabajadores asistan a la oficina durante los cinco días laborales. Las razones detrás de la resistencia a regresar al entorno presencial incluyen una disminución en el bienestar (43%), impactos en la moral (35%), una reducción en la productividad (37%) y dificultades para atraer nuevo talento (24%).
Fuente: silicon.es
