Es oficial: el verano ya está aquí. Aunque con el calendario en la mano empezará dentro de unos días, las altas temperaturas ya han dado el pistoletazo de salida a la temporada estival y, con ella, aparecen muchas oportunidades de ahorrar en los suministros. Y es que reducir el gasto energético durante el verano puede ser sencillo con algunos cambios en hábitos y ajustes en el uso de los recursos.
En el post de hoy te damos algunos consejos que puedes poner en práctica a partir de hoy para reducir tu consumo y pagar menos en tu factura de la luz, el agua y el gas. ¡Sigue leyendo!
Electricidad
Termostato: Mantén el termostato a una temperatura razonable (alrededor de 24-26 °C). Cada grado menos puede aumentar el consumo de energía en un 6-8%.
Programación: Usa temporizadores o termostatos programables para ajustar la temperatura cuando no estés en casa.
Mantenimiento: Asegúrate de que los filtros estén limpios y las unidades estén en buen estado para maximizar la eficiencia.
Ventanas: Abre ventanas durante la noche y ciérralas por la mañana para mantener el aire fresco dentro.
Ventiladores de techo: Usa ventiladores de techo para ayudar a distribuir el aire fresco de manera más eficiente.
LEDs: Sustituye las bombillas incandescentes por LEDs, que consumen menos energía y emiten menos calor.
Luz natural: Aprovecha al máximo la luz natural para reducir la necesidad de iluminación artificial.
Agua
Duchas cortas: Limita el tiempo de las duchas y considera instalar cabezales de ducha de bajo flujo.
Riego eficiente: Riega las plantas temprano en la mañana o tarde en la noche para minimizar la evaporación. Usa sistemas de riego por goteo en lugar de aspersores.
Recoge agua de lluvia: Utiliza barriles de lluvia para recoger agua que puedes usar para regar las plantas.
Reutilización de agua doméstica: Usa el agua de lavar frutas y verduras para regar las plantas.
Gas
Microondas y parrilla: Usa el microondas o la parrilla para cocinar en lugar del horno, ya que generan menos calor y consumen menos energía.
Tapas en ollas: Cocina con tapas en las ollas para reducir el tiempo de cocción y, por ende, el consumo de gas.
Termostato del calentador: Baja la temperatura del calentador de agua a unos 50-60 °C.
Aislamiento: Aísla las tuberías de agua caliente para mantener la temperatura y reducir la energía necesaria para recalentar el agua.