La iluminación es un aspecto fundamental en el diseño de cualquier espacio, ya sea un hogar, una oficina o un lugar público. Afecta no solo la estética del lugar, sino también la comodidad, la productividad y el bienestar de las personas que lo habitan. En este artículo veremos los diferentes tipos de iluminación, sus características y aplicaciones, para que puedas elegir la iluminación adecuada para cada espacio y crear ambientes funcionales y acogedores.
Tipos de iluminación principales
Existen diversos tipos de iluminación que se clasifican según su función, estilo y propósito. A continuación, se describen algunos de los tipos de iluminación interna más comunes:
Iluminación natural
Aprovecha la luz del sol para iluminar los espacios interiores. Es la forma más saludable y eficiente de iluminación, ya que reduce la necesidad de usar luz artificial e influye positivamente en nuestro estado de ánimo. Esta luz se rige por el ciclo circadiano y los arquitectos, diseñadores o interioristas saben manejar sus efectos en el estado de ánimo. Así la luz cálida, presente en el atardecer, nos invita a relajarnos o a dormir, mientras que la luz clara e intensa de la mañana bloquea la producción de melatonina y aumenta nuestra atención y productividad.
Iluminación general
Garantiza una iluminación básica y uniforme en todo el espacio. Se utiliza para crear un ambiente confortable. Deben ser lámparas de bajo consumo, porque pasarán más horas encendidas, y que no deslumbren. Algunos ejemplos de iluminación general son los downlights o apliques empotrables, así como las lámparas de techo.
Iluminación ambiental
Tiene como objetivo crear una atmósfera relajante o de intimidad, usando una iluminación de tonalidad cálida y proyección difusa, atenuada o indirecta, que crea efectos envolventes o proyecta sombras originales en el espacio. Ejemplo de ello son las lámparas de sobremesa, las luces de suelo o las tiras LED.
Iluminación decorativa
Se utiliza para resaltar elementos arquitectónicos o decorativos, crear acentos visuales y agregar un toque de estilo al espacio. Algunos ejemplos de iluminación decorativa son los apliques de pared repetidos formando composiciones, las lámparas colgantes de diseño o de carácter escultórico, así como las lámparas de pie.
Iluminación puntual y de tarea
Proporciona una iluminación intensa y focalizada en un área específica donde se realiza una actividad que requiere una buena visibilidad, como leer, escribir o trabajar en un ordenador. Algunos ejemplos de iluminación puntual son las lámparas de escritorio así como las lámparas de lectura de brazo articulado o pinza.
Iluminación de exhibición
Se utiliza para iluminar objetos de arte, vitrinas o colecciones. Debe ser una iluminación dirigida y controlada para no dañar los objetos expuestos. Ejemplo de esta iluminación son los apliques de luz para cuadros.
Iluminación técnica
Se utiliza para iluminar áreas específicas donde se requieren condiciones de iluminación especiales, como en quirófanos, laboratorios o áreas industriales.
La iluminación no solo se clasifica por su función y propósito, sino también por el estilo de luz que proyecta. Cada estilo crea un efecto diferente en el espacio y aporta sensaciones únicas.
Tipos de iluminación según la distribución del flujo de luz
Lo habitual es encontrarnos con iluminación directa o indirecta. La iluminación directa se caracteriza porque proyecta un haz de luz intenso y focalizado en un área específica, es ideal para iluminar tareas específicas como leer, trabajar o cocinar y puede crear contrastes intensos. Mientras que la iluminación indirecta se caracteriza en que la luz se refleja en la superficie antes de llegar al ojo, crea una iluminación suave y uniforme sin sombras ni contrastes marcados y suele usarse en la iluminación de tipo ambiental.
No obstante, también existen otros tipos de distribución de la luz. La semidirecta distribuye de forma directa entre un 60 a 90% de la luz y el porcentaje restante del flujo luminoso llega reflejado desde las superficies o paredes. Las sombras son menos pronunciadas. En la semiindirecta es lo contrario, la mayor parte del flujo luminoso se emite hacia arriba y las sombras creadas son muy tenues.
La iluminación mixta, por tanto, sería el uso combinado de luminarias de proyección de luz directa e indirecta.
La clave para una iluminación efectiva radica en combinar diferentes estilos de luz de manera equilibrada. Por ejemplo, puedes utilizar iluminación directa para iluminar áreas de trabajo y combinarla con iluminación indirecta para crear un ambiente general acogedor.
También puedes utilizar iluminación puntual para resaltar elementos decorativos y combinarla con iluminación difusa para crear una atmósfera relajante.
Factores a considerar al elegir la iluminación
Al elegir la iluminación para un espacio, es importante considerar diversos factores, como:
- El tamaño y la forma del espacio: La cantidad y el tipo de iluminación necesarios dependerán del tamaño y la forma del espacio. Los espacios más amplios necesitan varios tipos de iluminación y múltiples puntos de luz. Por ejemplo, tenemos que tener en cuenta la altura del techo o distancia sobre la mesa cuando adquirimos una lámpara para la mesa del comedor, así como el tamaño de la estancia cuando compramos un ventilador.
- Propósito o actividades que se realizan en el espacio: La iluminación debe ser adecuada para las actividades que se realizan en el espacio, ya sea trabajar, leer, relajarse o comer. En la cocina, por ejemplo, siempre necesitaremos plafones con iluminación intensa para poder manipular alimentos y detectar el mal estado de los mismos.
- El estilo del espacio: Debe ser coherente con el estilo decorativo del espacio. No tiene sentido encontrarnos una lámpara moderna en una casa rústica o al revés.
- La cantidad de luz natural disponible: La cantidad de luz natural disponible en el espacio influirá en la necesidad de iluminación artificial.
- El presupuesto: El costo de las luminarias y la instalación también es un factor a considerar.
Tal como nos recomiendan desde LightingSpain, conviene aprovechar la luz natural para nuestra salud, pero también tenemos que fijarnos en la eficiencia, desde usar bombillas LED frente a las bombillas incandescentes y halógenas, hasta la incorporación de lámparas regulables que nos permitan ajustar la intensidad de la luz a las necesidades del espacio o la actividad que estemos realizando. Y no debemos olvidarnos de crear una iluminación uniforme sin contrastes bruscos, sobre todo evitar la luz directa a los ojos que causa fatiga visual.
Conclusión
La iluminación es una herramienta poderosa que puede transformar un espacio y mejorar la calidad de vida de las personas que lo habitan.
Al comprender los diferentes tipos de iluminación, los estilos de luz y los factores a considerar al elegirla, puedes crear espacios funcionales, acogedores, saludables y estéticamente agradables.
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