+QUENÓMINA
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- Recursos Humanos
- María Capón Gómez
Muchas veces hemos destacado en nuestro blog todos los beneficios que la aplicación de la inteligencia artificial puedo suponer para los departamentos de gestión de personas. Pero, aunque casi todo son ventajas, no debemos dejar de lado el hecho de que implantar tecnología de IA en la administración de equipos implica también ciertos retos que hay que superar. O lo que es lo mismo “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, que ya decían los griegos en el s.I a.C. en referencia a Damocles y su espada, y, más recientemente, frase que hizo famosa Spiderman en los comics de Marvel…
Vaya por delante que somos ‘muy fans’ de la inteligencia artificial y todo lo que su uso ha mejorado la gestión de nómina y recursos humanos. Solo tenemos que hacer las cosas bien para que se minimicen las consecuencias menos positivas de su implantación, afrontando desafíos nuevos para todos.
Retos de la aplicación de Inteligencia Artificial en RRHH
- Seguridad. La utilización de inteligencia Artificial en recursos humanos es segura. No obstante, debemos hacer hincapié en cuestiones que pueden crear brechas de seguridad como: la privacidad de datos o la ética.
La implantación de tecnología IA supone la recopilación y análisis de una serie de datos personales que deben ser manejados de manera segura cumpliendo con las regulaciones de privacidad actualizadas debidamente en cada momento.
En cuanto a las implicaciones éticas, han de establecerse pautas claras para garantizar que las decisiones tomadas por la inteligencia artificial sean las adecuadas y alineadas con los valores de la organización.
- Cambios en los puestos de trabajo. Aunque muchos se echaron las manos a la cabeza cuando la IA comenzó a aparecer en los departamentos de gestión de personas porque afirmaban que supondría la pérdida de muchos puestos de trabajo cuyas tareas podrían ser automatizadas a través de técnicas de inteligencia artificial, finalmente se está demostrando que lo que se va a producir – y de hecho ya se está produciendo- es que se está viviendo una redefinición de roles y necesidad de desarrollar nuevas habilidades, reskilling.
- Emociones. Está claro que, pese a todo lo que nos apoya la IA en el trabajo diario, no es la panacea y la salvación de todos los problemas en recursos humanos. Por ejemplo, en materia de reclutamiento o de altas y bajas de personal, aunque sí es una tecnología muy, muy útil para mejorar ciertas fases del proceso, carece de empatía y capacidad para comprender el contexto emocional de los humanos y sus circunstancias personales que pueden ser de carácter puntual en el momento del análisis, o permanente.
- Igualdad y discriminación. Sobre todo en procesos de selección de personal, debemos fijarnos en los criterios que sigue la inteligencia artificial, esto es, si los algoritmos se entrenan con datos mermados, pueden derivar en prejuicios y discriminación a ciertos candidatos. Así, si el histórico de contratación de una empresa está limitado hacia ciertos grupos, la IA podría replicar esos patrones de discriminación en futuras selecciones.
Pero vamos, lo dicho, la IA nos va a ayudar mucho más de lo que nos puede perjudicar. Solo hay que utilizarla bien utilizada, atendiendo a esas cuatro cositas en las que todavía está un poco ‘verde’ la tecnología. Por eso, para evitar complicaciones, lo mejor es rodearse de los mejores en el campo de gestión de personas y los que utilizan las herramientas más contrastadas.
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