Se pueden producir dos tipos de reacciones alérgicas al látex:
- Alergia Inmediata. Se manifiesta con enrojecimiento local, picor e hinchazón en el área de contacto (manos, en el caso de guantes, boca en el caso de chupetes o tetinas); hinchazón de la cara, edema conjuntival, rinitis, asma o incluso urticaria en toda la superficie corporal. En casos graves, se puede llegar a un shock anafiláctico.
- Alergia Retardada. Que produce eczema/dermatitis, con picor y sarpullidos en el área de contacto con el látex. Su manifestación no es inmediata, porque los síntomas aparecen entre las 6-48 h posteriores al contacto.
En el caso del consumo de alimentos, los alérgicos al látex pueden verse afectados por dos situaciones distintas:
- Alergia al látex y a las frutas tropicales (síndrome látex-frutas). Es debido a que algunos alimentos poseen sustancias similares a las proteínas del látex, como es el caso de las frutas frescas, principalmente por las tropicales (kiwi, aguacate, piña, plátano…), las de la familia de las rosáceas (melocotón, manzana, pera..), frutos secos (castaña) y hortalizas (tomate, patata).
- Contaminación de los alimentos por transferencia de proteínas a partir de los guantes usados en su manipulación. El uso de guantes en la manipulación de alimentos se ha convertido en una práctica habitual debido a que proporciona una imagen de higiene pero que en ocasiones puede ser falsa la falsa sensación estética de higiene, debido a su mal uso, al utilizarlos indistintamente y sin cambiarlos, para actividades alimentarias y no alimentarias (como cobrar dinero), provocando una contaminación cruzada de los alimentos.
En realidad, el uso del guante solo está indicado para evitar el contacto de las heridas del manipulador con los alimentos. Lo más adecuado, es realizar la manipulación de los alimentos con las manos lavadas con agua caliente y jabón o desinfectante adecuado, tantas veces como lo requieran las condiciones de trabajo y siempre antes de incorporarse a su puesto de trabajo, después de una ausencia o de haber realizado actividades ajenas a su cometido específico.
En este sentido, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) emitió unas recomendaciones para evitar, o al menos minimizar, las situaciones de riesgo para el consumidor sensible al látex:
- Usar guantes sólo cuando las características del trabajo o del trabajador lo requieran. Lo más adecuado es no usar guantes en la manipulación de alimentos y lavar las manos tantas veces como sea necesario.
- Si se usan guantes, por necesidad real de protección de la piel del trabajador, es necesario:
- Que no sean de látex. Pueden usarse guantes de otros materiales de los que no se ha constatado que produzcan alergias.
- Que sean de colores que no puedan confundirse con ningún alimento. De esta forma se podrá distinguir cualquier fragmento que se haya desprendido durante su manipulación.
- Lavar y secar bien las manos antes de usar guantes y retirar anillos y relojes que puedan romperlos.
- Cambiar de guantes cada vez que se cambie de actividad.
- Los guantes no desechables se lavarán por ambas caras después de su uso y se dejarán secar del revés.
La mayor parte de los casos de alergia al látex ocurren en grupos definidos de riesgo, entre los que destacan el personal sanitario y los trabajadores de la industria del caucho. Entre la población infantil tienen mayor riesgo de presentar alergia al látex los niños con dermatitis atópica y los que tienen alergias a algunos alimentos (sobre todo frutas tropicales y algunos frutos secos). Los niños sometidos a múltiples intervenciones quirúrgicas, sobre todo las relacionadas con el tratamiento de la espina bífida tienen un riesgo muy elevado de padecer alergia al látex, y más del 70% pueden presentar este problema.