1. Conoce a tu audiencia
Antes de seleccionar a cualquier personaje célebre, es esencial entender a tu audiencia. ¿A qué perfil estás tratando de llegar? ¿Qué valores, aspiraciones y referencias culturales tienen? Elegir a una figura que sintonice con tu público objetivo aumentará significativamente la efectividad de tu campaña.
2. Relevancia y credibilidad
La relación entre el personaje y tu marca debe ser creíble. Si no lo es, los consumidores pueden percibir la campaña como forzada y poco sincera. Asegúrate de que el personaje tenga una relevancia clara y un vínculo natural con lo que ofreces.
3. Imagen pública y valores
Su imagen pública es crucial. Es importante que los valores y comportamientos del protagonista se alineen con los de tu marca. Cualquier controversia o comportamiento inapropiado asociado con la figura célebre puede tener un impacto negativo en tu campaña y en la reputación de tu marca.
4. Popularidad y alcance
Considera su nivel de popularidad y alcance. Una figura con una gran base de seguidores puede amplificar tu mensaje y alcanzar a un público más amplio. Sin embargo, es vital equilibrar la popularidad con la adecuación a tu marca y mensaje.
5. Costo y retorno de inversión
El uso de personajes célebres puede ser costoso. Evalúa cuidadosamente el costo y asegúrate de que el retorno de inversión justifica el gasto. Esto incluye no solo el incremento en ventas, sino también se debe valorar en términos de branding y posicionamiento de mercado.
6. Riesgos y plan de contingencia
Trabajar con figuras públicas siempre conlleva riesgos. Las celebridades pueden verse involucradas en escándalos o cambiar su imagen pública. Tener un plan de contingencia es fundamental para mitigar posibles impactos negativos en tu campaña.