Rutilus pachecoi fue durante una parte importante del siglo XX el único pez de agua dulce del Terciario encontrado en la península ibérica. El Museo exhibe dos placas con gran cantidad de ejemplares fósiles descubiertos en los Aljezares (Teruel) que sirvieron para la descripción de la especie.
Los ciprínidos son una de las familias de peces de aguas continentales más grandes y exitosas, en la que las últimas revisiones estiman en torno a 3.000 especies, que se distribuyen por Eurasia, África y el norte de América. Su amplia distribución plantea interesantes cuestiones biogeográficas y evolutivas sobre el origen y posterior radiación de estos peces. En el continente europeo hay pocos géneros que se han diversificado mucho, por lo que hay muchas especies, mientras que en la península ibérica hay menos especies, endémicas y muy antiguas.
El registro fósil de la ictiofauna continental ibérica es escaso, hasta el Eoceno (55-33 Ma) no se conocen fósiles de ciprínidos. Durante ese período la sedimentación continental fue muy activa, lo que dio lugar a un registro fósil muy abundante de peces, cocodrilos y tortugas. La vegetación era la propia de un ambiente tropical o subtropical, y la fauna se caracterizaba por una gran cantidad de endemismos en relación al norte de Europa.
Los peces de agua dulce son unos buenos indicadores de las condiciones paleoclimáticas debido a su escasa capacidad de dispersión. En el tránsito del Eoceno al Oligoceno se produjeron importantes cambios paleoambientales que afectaron a la fauna de los medios continentales de toda Europa, que tuvo que adaptarse a una mayor aridez. El aspecto de la península ibérica en el Mioceno superior y el Plioceno era muy similar al actual y el registro de ciprínidos fue muy abundante en las cuencas del interior penínsular.
Una de los aspectos más llamativos de la paleoictiología es la escasez de especímenes y datos de ciprínidos fósiles en las colecciones científicas de los museos, especialmente en la etapas temprana y media de la era cenozoica. Es más, en la mayoría de las principales áreas donde viven actualmente los miembros de esta familia, apenas hay noticias de su presencia antes del Mioceno y Plioceno.
El yacimiento de Los Aljezares del Mioceno superior, perteneciente a la Fosa de Teruel, se localiza en unas canteras de yeso situadas al este de la ciudad de Teruel. Ha proporcionado gran número de peces fósiles de Rutilus pachecoi, por lo que se considera localidad tipo de la especie. La presencia de ciprínidos en estos yesos turolenses es muy significativa desde un punto de vista paleoecológico, ya que esta familia de peces está constituida fundamentalmente por especies casi exclusivamente dulceacuícolas, y esta especie vivía en aguas oligohalinas, es decir de escasa salinidad, como les ocurre a algunos ciprínidos actuales que se aventuran en aguas salobres.
Fue el celebre paleontólogo Eduardo Hernández Pacheco quien en 1916 comunicó a la Real Sociedad de Historia Natural de España, la presencia de una gran cantidad de peces de la misma especie en una marga blanca en Los Aljezares (Teruel). En dicha comunicación interpretó la presencia masiva de los peces como el efecto de una muerte catastrófica debido a la desecación de la charca en donde vivían. Sin embargo, no hizo comentarios sobre el grupo taxonómico al que pudieran pertenecer.
Aunque a finales del siglo XIX algunos científicos creían que se trataba de arenques, por lo que les asignaron al género marino Clupea, el paleontólogo del Museo José Royo Gómez fue el que en 1921 determinó que se trataba de peces de agua dulce, a los que describió y nombró como Leuciscus pachecoi, dedicándole así la especie a su querido maestro, el profesor Hernández Pacheco. Este trabajo constituyó el primer monográfico que conocemos de un pez del Terciario continental español.
En los años ochenta del pasado siglo el paleontólogo francés Jean Gaudant revisó los peces fósiles descubiertos en los Aljezares que se encontraban en el Museo, en el Instituto Geológico y Minero de España y en el British Museum of Natural History, y decidió incluirlos en el género Rutilus, siguiendo las indicaciones del ictiólogo español Ignacio Doadrio, pasando a denominarse Rutilus pachecoi. Lo cierto es que la taxonomía de esta especie sigue siendo controvertida, ya que una investigación reciente de Doadrio sugiere que pertenezcan al género Squalius por su morfología dentaria.
En cualquier caso, durante más de cincuenta años Rutilus pachecoi fue la única especie de Cyprinidae del Terciario descrita para la península ibérica, aunque en las dos últimas décadas del siglo XX se citaron nueve especies más en España y una en Portugal. Actualmente, los ciprínidos son la familia más diversificada en los ríos y lagos ibéricos.
La pequeña talla de los ciprínidos fósiles ha podido influir, en ocasiones, en que pasen desapercibidos. Sin embargo, sus mandíbulas sin dientes y sus dientes faríngeos suelen ser bastante evidentes, lo que permite reconocerlos. Probablemente no haya otros elementos más importantes para determinar la taxonomía y las relaciones de un ciprínido fósil que el arco faríngeo y los dientes.
Hacer una valoración del número de ejemplares hallados en los Aljezares es difícil ya que se encuentran repartidos en un gran número de instituciones públicas y privadas de España y el extranjero. Además, el yacimiento ha sido lugar común de extracción por parte de aficionados a los fósiles, ya que las partes duras se desprendían fácilmente del yeso. Actualmente, el riesgo de expolio o destrucción es escaso, ya que una gigantesca escombrera dificulta el acceso a los niveles más interesantes del yacimiento.
Referencias bibliográficas:
De la Peña, A. 1995. Los Peces terciarios de las cuencas continentales ibéricas: Marco histórico y registro fósil conocido. Coloquios de Paleontología, 47. Ed. Complutense, Madrid.
Doadrio, I. 1981. Restos de la ictiofauna del Mioceno de los Valles de Fuentidueña (Segovia). Estudios geológicos, 37: 353-354.
Gaudant, J. 1984. Sur les poissons fossiles (Teleosteens. Cyprinidae) des gypses turoliens du fosse de Teruel: essai d'approche paléoécologique. Estudios geológicos, 40: 463-472.
Royo Gómez, J. 1921. Los peces fósiles de los Aljezares de Teruel. Memorias de la Real Sociedad Española de Historia Natural, Tomo Extraordinario: 19-23.