El espacio físico ofrece una experiencia sensorial completa, algo que no es posible a través del canal digital. En una tienda, los clientes pueden tocar, sentir y probarse los productos, lo que genera una conexión más fuerte con la marca. Además, un espacio bien diseñado refuerza la confianza en la marca y puede convertirse en un lugar donde los clientes disfruten de la compra más allá del producto. Esta experiencia es clave para generar lealtad.
El punto de venta físico otorga una oportunidad al retailer para diferenciarse de la competencia.
Moinsa tiene una larga trayectoria colaborando con marcas importantes, ¿cuáles son los principales retos y oportunidades en el diseño de interiores para retail?
El mayor reto al que nos enfrentamos diariamente es mantener un equilibrio entre la innovación y la funcionalidad. Las marcas siempre buscan diferenciarse, pero al mismo tiempo, el espacio debe ser práctico tanto para los empleados como para los clientes. Sin embargo, esto también abre oportunidades para innovar en materiales, distribución y experiencias que mejoren la interacción del cliente con el espacio. Cada proyecto es una oportunidad única para superar las expectativas del cliente final, optimizando tanto el diseño como la operativa.
¿Qué tendencias ven que se pueden implantar en el futuro en términos de interiorismo y equipamiento en retail?
Vemos que hay una clara inclinación hacia la creación de espacios más personalizados e interactivos. En estos casos la tecnología juega un papel fundamental, desde espejos inteligentes hasta señalización digital. Esto permite a los clientes tener una experiencia de compra más dinámica. Además, la sostenibilidad continuará siendo una prioridad, con un enfoque creciente en el uso de materiales ecológicos y en la creación de espacios que minimicen el impacto medioambiental.
¿Cómo contribuye Moinsa a la mejora de la experiencia de cliente a través de sus proyectos?
El centro de los proyectos que llevamos a cabo siempre está enfocado en la experiencia del cliente. Nos aseguramos de que el diseño del espacio fluya de manera que el consumidor pueda explorar de manera cómoda y disfrutar del tiempo que pase en la tienda. Cada elemento, desde la iluminación hasta el mobiliario, está diseñado para mejorar la experiencia sensorial y emocional. Además, trabajamos estrechamente con las marcas para asegurarnos de que su identidad esté reflejada fielmente en el espacio.
¿Qué consejo le darías a las marcas que están considerando rediseñar espacios comerciales para mejorar la experiencia de cliente?
Lo primero que les diría es que pongan el foco en el poder del espacio físico en un mundo cada vez más digital. Aunque el comercio online ha crecido de manera exponencial en los últimos años, el espacio comercial sigue siendo clave para conectar emocionalmente con los clientes. A lo largo de este año, los consumidores han buscado algo más allá que una simple transacción: quieren una experiencia inmersiva y auténtica. Por eso, es fundamental que las marcas piensen en el diseño de sus tiendas no solo como un lugar para vender productos, sino como un espacio que refuerce su identidad y sus valores.
Además, les recomendaría adaptarse a la flexibilidad que requiera cada diseño. Las tendencias y las expectativas de los consumidores cambian rápidamente, por lo que un espacio que se pueda adaptar resulta fundamental. Son retos a los que nos enfrentamos todos los días con nuestros clientes.
