El número 9 de la revista 5W, publicado este 2024 y concebido como monográfico bajo el título «Jóvenes» se hace eco de la presión que reciben los y las adolescentes, a través de los influencers y las redes sociales. Una presión sobre el cuerpo que puede actuar en el Trastorno Dismórfico Corporal (TDC). El periodista Javier Sánchez firma un reportaje magnífico que incorpora los puntos de vista de cuatro chicas residentes en la Escuela Terapéutica de Can Ros y el análisis del director clínico de Amalgama7, Sr. Jordi Royo i Isach.
El reportaje titulado «Labios de Instagram» (pp. 12-25), publicado este año en el número 9 de la Revista «Jóvenes» y editada, por el colectivo 5W, con la autoría del Sr. Javier Sánchez supone un ilustrativo trabajo periodístico que pone de relieve la fuerte presión que reciben los adolescentes sobre su cuerpo y la estética, por parte de las redes sociales y los influencers que vehiculan los contenidos.
Cae la media de edad de las personas que se someten a un tratamiento estético
En este sentido, el periodista afirma que “la media de edad de las personas que se someten a un tratamiento estético por primera vez en España ha caído de 35 a 20 años. La tendencia es global y parece imparable».
La inteligencia artificial y los filtros de belleza incorporados en las redes sociales permiten disimular el envejecimiento, ‘perfeccionan las facciones de la cara’ y permiten aumentar los labios, reducir la cintura o levantar los pómulos, entre otros aspectos que menciona el periodista.
El Parlamento francés aprobó una ley que regula el papel de los influencers. Una norma que entró en vigor en junio de 2023. Según el artículo, la ley obliga a los influencers a informar en sus publicaciones de si se han utilizado filtros de belleza y, por otra parte, la ley les prohíbe que promocionen tratamientos y/o cirugías estéticas.
El Trastorno Dismórfico Corporal
La cuestión afecta a muchos y muchas adolescentes e intensifica el riesgo de Trastorno Disfórmico Corporal (TDC). El TDC está caracterizado por la preocupación que siente la persona por uno o varios defectos o imperfecciones corporales en la apariencia física, que realmente, son imperceptibles o sólo escasamente perceptibles, como menciona el sr. Javier Sánchez.
El periodista se entrevistó con chicas atendidas por Amalgama7 en la Escuela Terapéutica de Can Ros (Aiguamúrcia, Tarragona). Bajo los seudónimos de Lucía, Sofía, Laura, Valeria y Carla relatan sus vivencias sobre la cuestión. Las cuatro chicas fueron ingresadas a causa de un Trastorno de Conducta Alimentaria, y todas ellas, además, muestran síntomas de Trastorno Dismórfico Corporal (TDC). En el caso de Lucía, con 14 años estuvo a punto de realizarse un tratamiento para aumentar los labios; su madre lo evitó en el último momento. Una amiga de 22 años -relata Lucía en el artículo-, «pinchaba» en su casa realizando estos tratamientos incluso a una niña de 10 años aquejada de un complejo muy grande.
Para el Sr. Jordi Royo e Isach, director clínico de Amalgama7, como manifiesta en el artículo, la irrupción de la inteligencia artificial ha marcado un antes y un después en la forma de comprender el TDC.
Así, el director clínico de Amalgama7 afirma: “Por primera vez en la historia de la humanidad la realidad no es definitiva. Por primera vez se puede cambiar ya sea de forma simulada por medio de filtros o de forma real por medio de la cirugía».
Muchas gracias a Javier Sánchez y al colectivo 5W por este riguroso artículo que pone altavoz a una cuestión grave y colectiva que afecta a nuestros adolescentes. Un reto que requiere recursos y una atención altamente especializada y de calidad. Y enhorabuena a las chicas ingresadas por compartir su experiencia y por su meritorio trabajo de recuperación. ¡Un trabajo que va hacia adelante!