El bienestar animal en el sector porcino español ha alcanzado niveles que sitúan a España como un líder global en esta materia. Una realidad a la que ha contribuido INTERPORC mediante actuaciones y formaciones que refuerzan el compromiso del sector y sus profesionales por seguir avanzando en esta dirección.
La apuesta por la calidad de vida de los animales se refleja en cada etapa del proceso productivo del sector porcino de capa blanca. Desde las granjas hasta los mataderos, las prácticas implementadas demuestran una dedicación profunda a la ética, la sostenibilidad y la calidad, que beneficia tanto a los animales como a los consumidores.
En España, las normativas sobre bienestar animal son algunas de las más estrictas y completas del mundo, e incluyen la limitación del tamaño de las granjas, la distancia mínima entre ellas, las condiciones de alimentación y descanso, y las medidas de bioseguridad durante el transporte. A estas hay que sumar diversas acciones de INTERPORC, Interprofesional Agroalimentaria del Porcino de Capa Blanca, que inciden en el mantenimiento y la mejora del bienestar animal.
Entre ellas destaca la creación de ‘B+ Compromiso Bienestar Animal’. Este sello cuenta con un reglamento técnico desarrollado por un comité de expertos que impone a las empresas que se adhieren al mismo requisitos adicionales basados en las cinco libertades y los 12 principios de bienestar animal de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Se trata de estándares aún más exigentes que los establecidos por la ley cuyo cumplimiento, además, es verificado mediante auditorías externas realizadas por entidades acreditadas que garantizan la objetividad y el rigor en las evaluaciones.
Aunque se trata de una certificación es voluntaria, la gran cantidad de empresas que optado por adherirse a ella demuestra la voluntad de transparencia y la mejora continua del sector porcino español en materia de bienestar animal.
El verdadero bienestar animal
El concepto de bienestar animal que contempla el sello B+ de INTERPORC se fundamenta en las cinco libertades establecidas por la OIE, que señalan que un animal debe estar libre de hambre, sed y desnutrición; libre de miedos y angustias; libre de molestias físicas y térmicas; libre de dolor, lesiones y enfermedades; y libre para expresar comportamientos naturales.
Estos principios se traducen en prácticas específicas en las granjas, como proporcionar suficiente espacio para que los cerdos puedan moverse libremente, diseñar alojamientos que aseguren su confort y seguridad, y ofrecer una dieta equilibrada supervisada por veterinarios.
Este enfoque asegura que todos los cerdos reciban la cantidad adecuada de nutrientes, evitando la desnutrición y promoviendo un crecimiento saludable. Además, las prácticas de manejo incluyen la observación constante del estado de salud de los animales, permitiendo intervenciones rápidas en caso de enfermedad o lesión.
La bioseguridad es otro pilar fundamental del bienestar animal. Las medidas incluyen controles estrictos durante el transporte de los animales, protocolos de higiene rigurosos y la implementación de barreras físicas y sanitarias para proteger a los cerdos de agentes patógenos. La formación continua de los trabajadores asegura que se mantengan altos estándares en todas las etapas de producción.
Por otra parte, el bienestar animal no termina en la granja. Los mataderos en España están sujetos a estrictas regulaciones hasta el momento del sacrificio. Por ejemplo, los sistemas de grabación de imágenes en continuo en las áreas donde se encuentran animales vivos permiten monitorear y garantizar las buenas prácticas. Estas grabaciones se almacenan durante al menos un mes y están disponibles para los servicios veterinarios oficiales, lo que permite una vigilancia constante y la detección de cualquier irregularidad.
Beneficios para el consumidor
El impacto de estas medidas de bienestar animal va más allá del bienestar de los animales. Al mejorar las condiciones de vida de los cerdos, también se mejora la calidad de los productos porcinos y los consumidores pueden estar seguros de que la carne que compran proviene de animales que han sido criados y manejados de acuerdo con los más altos estándares de bienestar.
Esta confianza en la calidad y la ética de la producción porcina española impulsada por INTERPORC es un factor clave en la reputación del sector a nivel internacional. Un reconocimiento a un sistema de producción que ha llevado a España a ser el segundo exportador mundial y a ser el principal proveedor de productos porcinos de muchos de los mercados más importantes del mundo.
Aportaciones a la sostenibilidad
El compromiso con el bienestar animal también tiene implicaciones positivas para la sostenibilidad de toda la cadena sectorial, ya que las prácticas que promueven el bienestar animal a menudo van de la mano con aquellas que reducen el impacto ambiental.
Por ejemplo, las medidas de bioseguridad y las mejoras en las condiciones de alojamiento contribuyen a una producción más eficiente y sostenible. La reducción de enfermedades y el mejor manejo de los recursos son beneficios que se traducen en una menor huella ambiental y en un uso más responsable de los recursos naturales.
Además, INTERPORC y el sector porcino español continúan innovando y buscando nuevas formas de mejora. Las investigaciones en bienestar animal y las colaboraciones con instituciones científicas y académicas permiten que las empresas estén a la vanguardia de las mejores prácticas tanto en producción como en alimentación, transporte, seguridad alimentaria… Y, por si fuera poco, la adopción de nuevas tecnologías y métodos, como la inteligencia artificial y el análisis de datos, promete llevar las prácticas de bienestar animal a niveles aún más altos en el futuro.