Calendario de Adviento 2024. Día 13: la crítica - Noelia Jiménez

Compatibilità
Salva(0)
Condividi

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Isaías (48,17-19):

Esto dice el Señor, tu libertador, el Santo de Israel: «Yo, el Señor, tu Dios, te instruyo por tu bien, te marco el camino a seguir. Si hubieras atendido a mis mandatos, tu bienestar sería como un río, tu justicia como las olas del mar, tu descendencia como la arena, como sus granos, el fruto de tus entrañas; tu nombre no habría sido aniquilado, ni eliminado de mi presencia».

Salmo Sal 1,1-2.3.4.6

R/. El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida.

V/. Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni entra por la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los cínicos; sino que su gozo es la ley del Señor, y medita su ley día y noche. R/.

V/. Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin. R/.

V/. No así los impíos, no así; serán paja que arrebata el viento. Porque el Señor protege el camino de los justos, pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,16-19):

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:

«¿A quién compararé esta generación? 

Se asemeja a unos niños sentados en la plaza, que gritan diciendo: “Hemos tocado la flauta, y no habéis bailado; hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado”.

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dicen: “Tiene un demonio”. Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Ahí tenéis a un comilón y borracho, amigo de publicanos y pecadores”.

Pero la sabiduría se ha acreditado por sus obras».

***

Lo reconozco en la plaza pública de la vida online: soy una criticona. No sé si es el otro deporte nacional, junto con la envidia, o se trata simplemente de una carga que llevo a cuestas porque sí, pero demasiado a menudo me descubro enjuiciando aquí y allá, censurando lo que no me parece correcto, ‘comentando’ comportamientos que me parecen reprensibles.

Este pasaje del evangelio de san Mateo me escuece, qué queréis que os diga. Porque me reconozco mucho en que no me parezca bien ni lo blanco ni lo negro, en considerar cuestionable el sí y el no, en molestarme tanto por el día como por la noche.

Si Juan ayuna, es un endemoniado. Hay que ver, con lo bonito que es compartir una buena mesa con los amigos. Vaya tela, qué rarito es este hombre. ¿Qué tendrá por dentro para querer estar a solas, orando todo el tiempo? 

Si Jesús se junta con los que nadie quiere, si celebra la vida acudiendo a reuniones en las que se come y se brinda, es un fiestero. Hay que ver, cómo le da por juntarse con lo peor de cada casa. Vaya tela, siempre de fiesta en fiesta. ¿Qué tendrá por dentro para no perderse ni una y juntarse con todo quisqui?

Y la realidad es que no me entero de lo que toca en cada momento. Cuando el Jefe me pone banda sonora para que salga a bailar, el sonido de la flauta me entra por un oído y me sale por el otro. Cuando, en cambio, me pone delante de mis narices la reflexión y el sosiego, voy a lo mío y quiero salir corriendo hacia espacios más luminosos.

Lo dije ayer y lo repito: quiero estar preparada para escucharle. Para no perderme sus invitaciones. 

Quiero dejar de juzgar: por algo no estudié Derecho.

Obra: Adoración de los pastores, Caravaggio (1609), Museo Regionale, Messina (Italia)

Asesoramiento artístico: Conchy González-Pecellín

Recapiti
Noelia Jiménez