Obra señera de Franco: embalses, regadíos, colonización y repoblación forestal (Parte 1) - F.N. Francisco Franco

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Manuel Martín Lobo

Se pretende describir la gran labor de la España de Franco en materia de embalses, regadíos, colonización y repoblación forestal, en particular en Extremadura, con el Plan de Badajoz y los regadíos de Cáceres. Se estudia si el Plan citado fue un éxito o un fracaso, y se puede concluir que no fue un éxito pleno, porque tuvo fallos ―por otra parte explicables como gran obra en unos tiempos difíciles― pero en manera alguna un fracaso, pues no puede calificarse como tal la construcción de más de cinco grandes embalses, con capacidad de 3.700 Hmc. (hectómetros cúbicos o millones de metros cúbicos) y de cientos de kilómetros de canal; casi 150.000 has.de regadíos; más de 40 nuevos pueblos, 5.000 colonos en parcelas de 5 has.; repoblación forestal de 50.000 has.; un centenar de industrias; más de 200 mil millones de pesetas de 1993 invertidas, etc. etc. Fue una TVA (Autoridad del Valle del Tennessee) a escala española del New Deal de F.D.Roosevelt de 1933, para corregir la Gran Depresión de 1929, del que ahora ha vuelto a hablarse como necesario por el Nobel Paul Krugman al nuevo Presidente USA Obama. Franco tuvo que remontar la enorme depresión de una Guerra Civil devastadora y en contra de casi todo el mundo.  

   Las obras señeras de la España de Franco fueron muchas, elevando a una nación desde la ruina de una Guerra Civil y su destrucción casi prácticamente total hasta estar entre las más desarrolladas. Pero al menos podemos dar algunas cifras que sean una síntesis (1940-70):

   · La población aumentó casi vez y media, de 26 a 34 millones.

   · La renta por habitante de 15.000 pts., a 57.000 pts., casi cuatro veces más.

   · La producción agraria aumentó vez y media, de 168.000 millones de pts., a 248.000 millones.

   · La repoblación forestal pasó de 792 Has., a casi 2.500.000, 2.960 veces más.

   · La transformación en regadíos aumento más de 12 veces, de de 83.000 Has., a más de un millón.

   · El trasvase Tajo-Segura ideado por Lorenzo Pardo lo realizó el «Ministro-Eficacia» de Franco: Federico Silva Muñoz.

   · La producción de carne aumentó cuatro veces y media, de 329.000 Tm., a 1.451.000 Tm.

   · La producción de leche pasó de 2.100 millones de litros a casi 4.000 millones de litros.

   · La pesca aumentó casi tres veces y media, de 447.000 Tm., a 1.493.000 Tm.

   · La energía eléctrica aumentó más de quince veces, de 3.617 mill.kw/h., a 56.484 millones.

   · La producción de acero pasó de 804.000 Tm. a 7.350.000 Tm., más de 9 veces.

   · La producción de cemento casi 13 veces más, de 1,3 mill. Tm., a 16,5 mill. Tm.

   · La construcción de buques 48 veces y media más, de 19.000Tm., a 920.000 Tm.

   · La flota mercante pasó de 955.000 Tm., a 3.581.000 Tm, casi 4 veces más.

   · Las viviendas construidas, de 32.000 a 3.121.931, casi 98 veces más.

   · Los teléfonos pasaron de 327.000 a 4.570.000, catorce veces más.

   · La capacidad de los embalses pasó de 4.000 mill. m3, a 36.628 millones más de 9 veces.

   · El seguro de enfermedad creció 81 veces más, de 311.600 beneficiarios a 25.134.956.

   · El índice de crecimiento de las importaciones pasó de 100 a 2.334, más de 23 veces.

   · El índice de crecimiento de las exportaciones pasó de 100 a 1.846, más de 18 veces.

   · Los alumnos fueron casi el doble, de 3.338.000 a 6.179.000.

   · La producción editorial pasó de 4.047 títulos a 19.717, casi cinco veces más.

   · El analfabetismo bajó del 18,7 por 100 de habitantes al 3 por ciento, 6,7 veces menos.

   · El número de turistas pasó de 83.000 a más de 24 millones, 290 veces más.

   · Los ingresos por turismo en divisas pasaron de 2,5 millones a 1.680 millones, 672 veces más.

   · Los puestos de trabajo creados entre 1940 y 1970 fueron 3.837.000, casi 4 millones.

   Podríamos añadir algunos datos más, pero creemos suficiente para acreditar lo que se hizo en 30 años en la España de Franco, que hemos limitado a 1970, por conveniencias de información estadística homologable, pero que hasta 1975 aumentarían aún más. Baste con decir que la Renta per cápita pasó de 420 dólares de 1970 a 2.620 también de 1975; que el analfabetismo en este año bajó ya al 2 por ciento, y que la población activa agraria bajó (por la industrialización y el urbanismo) del 56 por ciento, al 19 por ciento, entre otros datos.

   Por lo que respecta a las referencias concretas a Extremadura, que luego se expondrán, y en especial sobre el Plan de Badajoz, están basadas en nuestro libro de 2002 titulado “El Plan de Badajoz:¿éxito o fracaso?”.Como conclusión del mismo se deduce que pese a las diatribas contra el mismo -y la canonización excesiva- la realidad es que se trató de una gran obra, con fallos, pero acierto indudable, muy semejante en escala española a la famosa Autoridad del Valle del Tennessee (TVA) del NEW DEAL de 1933 del Presidente Franklin Delano Roosevelt, que ahora se vuelve a recomendar a Obama. Para Extremadura representó una creación de infraestructura hidráulica formidable, y también productiva, que sólo en el 5% de la superficie de Badajoz (150.000 Has. de 2.175.000 totales) produce más del 20% de su renta provincial.  

1. Política hidráulica y de colonización desde el siglo XIX  

   Desde luego en España los regadíos empezaron con los romanos y después los árabes. Los primeros hasta construyeron presas como las de Proserpina y Cornalvo, precisamente en Badajoz. De los segundos no consta que hicieran presas, pero es indudable que dominaron los riegos por derivación en las Vegas de Granada, Murcia y Valencia. A Jaime I en la Reconquista se le atribuye la Acequia Real del Júcar. Y ya con la Casa de Austria no se limitan los riegos al litoral mediterráneo y la cuenca del Ebro, sino que se afronta el Canal de Castilla, el Imperial de Aragón y el ordenamiento de los riegos de la Vega de Granada. Pero después de la conquista de América y la Guerra de la Independencia, hemos de saltar a la primera Ley de Aguas de 1866, a la de 1879, y con el gran Joaquín Costa a la que ya entonces se llama “política hidráulica”, al I Plan Nacional de Obras Hidráulicas-del ministro de Fomento Gasset-de 1902 y leyes de 1905 y 1911 que ya permite que las obras de transformación en regadío sean construidas por el Estado, siguiendo una corriente de todo el mundo desarrollado (Reclamation Act del presidente Theodore Roosevelt de 1902) en aquellos comienzos de siglo.  

   Los franceses crean en 1921 la Compañía Nacional del Ródano, España en 1926 las Confederaciones Hidrográficas -la primera la del Ebro- y USA en 1933, como se ha dicho antes la T.V.A. o Autoridad del Valle del Tennessee, de la que nos ocuparemos posteriormente con un mínimo detalle. Después, la II República promulga la Ley de Obras de Puesta en Riego (OPER) de 1932, con el Instituto de Reforma Agraria (IRA). También hay que mencionar el Plan Nacional de Obras Hidráulicas de 1933 de Lorenzo Pardo, el ingeniero de confianza del ministro Indalecio Prieto que fue rechazado en la fase de Información Pública (a pesar de lo cual se empezó la presa de Cijara, como diremos). Por cierto que el ingeniero Lorenzo Pardo, que militó en el Partido Radical fugazmente, en la Guerra Civil tuvo que refugiarse en la Embajada de Chile hacia donde después marcharía. No respetaban ni a los que parecían suyos… Su Plan -ya con el ministro Guerra del Río- incluía el trasvase Tajo-Segura como una idea o proyecto que, años después sería realizado por el “Ministro-Eficacia” de Franco Federico Silva. Dentro de la propia Guerra Civil, con el Gobierno de Burgos, se estudió y aprobó en 1938 el Plan Nacional de Obras Públicas de Peña Boeuf, que era el ministro, y que contenía también un primer Plan Nacional de Repoblación Forestal, al que nos referiremos posteriormente. Y ya en la época de paz de Franco se da un gran impulso con la Ley de Bases de Colonización de Grandes Zonas del mismo 1939, la Ley de Colonización y Distribución de la Propiedad de las Grandes Zonas Regables de 1949, modificada en 1962, y el Instituto Nacional de Colonización.  

   El hecho es que con tales instrumentos la España de Franco aumenta sensiblemente los grandes regadíos, más de 511.000 Has., entre 1955 y 1964, y entre 1939 y 1970 en más de un millón de Has., aumentando en más de 12 veces, como queda referido, las 83.000 Has de 1939. Y la capacidad de los embalses de 4.000 a cerca de 40.000 millones de metros cúbicos de agua redentora (diez veces más)… Es una mínima reseña.  

2. Política forestal desde el siglo XIX  

   Aunque puede hablarse de famosos jardineros como Boutelou antes del siglo XIX, hasta este siglo no existe una política forestal, aunque incipiente, que se inicia con la creación en 1848 en el castillo de Villaviciosa de Odón de la Escuela y el Cuerpo de Ingenieros de Montes del Estado, por iniciativa del ilustre militar D. Bernardo de la Torre Rojas. La Escuela es la tercera después de la de Caminos, Canales y Puertos y de la de Minas. Sus primeros Ingenieros, entre ellos el primero D. Agustín Pascual (que estudió Selvicultura en la Escuela de Tharand en Sajonia y fue el Presidente del Consejo Superior de Montes), tuvieron que afrontar el envite de la Desamortización de Mendizábal, con cierto éxito, ya que consiguieron salvar de aquel desastre nada menos que 6 millones de Has., de montes, gracias a la invención del Catálogo de Montes de Utilidad Pública, invendibles, imprescriptibles, etc. Catálogo que llega hasta nuestros días.  

   Estos Ingenieros de Montes de 1848 no eran franquistas, naturalmente… Pero sí fueron ecólogos, no ecologistas, palabra(Ecología) que no existió hasta 1866, en que la inventó el biólogo Ernest Haeckel, por tanto después de 1848, en que nacieron antes los Ingenieros de Montes españoles. Los que les siguieron, de 1939 en adelante consiguieron repoblar cerca de 4 millones de hectáreas, y con pinos españoles, contra lo que dicen los ecologistas. Porque en la Escuela de Montes a los Ingenieros (¿franquistas?) nos enseñaron que hay no uno sino siete Pinos españoles autóctonos, y que además en los terrenos despoblados y pobres en que sólo había matorrales, había que repoblar precisamente con los frugales pinos, para establecer primero una Etapa de los Pinares que era de regresión pero que permitía ir después a otras especies más ricas y exigentes. Y todo esto se hizo con un instrumento: el Patrimonio Forestal del Estado (PFE,1941, recreado), y después el ICONA (Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza,1971). Por cierto que el PFE fue inicialmente creado en 1935 por el Gobierno republicano de derechas, por el ministro de Hacienda José Larraz, de la CEDA. Por todo eso se le concedió a España la llamada “cinta azul de la repoblación mundial” en el Congreso Forestal Mundial, celebrado en España el 6 junio de 1966. Hoy día la ostenta la nueva China, seguida de España, por lo que se hizo desde 1941 a 1975.Es de justicia recordar que la parte científica y botánica del Plan de Repoblación Forestal que incluyó el Plan Nacional de Obras Públicas de 1938 de Peña Boeuf fue estudiado y desarrollado por el Catedrático de Botánica de la Escuela de Montes, el doble Académico de la Lengua y las Ciencias. el Ingeniero de Montes D. Luis Ceballos y Fernández de Córdoba, natural de San Lorenzo de El Escorial.  

3. El NEW DEAL de Franklin Delano Roosevelt de 1933. La Tennessee Valley Authority (TVA)  

   La Gran Depresión de 1929, con el crack de la Bolsa de Nueva York, obligó al Presidente Roosevelt a idear el New Deal o Gran Pacto de 1933, que tiene como uno de sus objetivos principales el aprovechamiento de los recursos hidráulicos y energéticos de los Estados de la Unión sobre la base proporcionada por la “Reclamation Act” de 1902 de Teodore Roosevelt, relativa a la utilización de recursos hasta entonces explotados por la iniciativa privada, dando los primeros pasos el Estado Federal de intervención en las grandes obras hidráulicas para la transformación en regadíos. Al mismo tiempo se devalúa el dólar, se acuña moneda de plata para sustituir y complementar al oro, hay una nueva ley bancaria, seguro sobre depósitos bancarios y subida de salarios.  

   A partir de 1933 se trazan importantes planeamientos de zonas inmensas representadas por cuencas hidrográficas poco o mal explotadas: las de los ríos Tennessee, Columbia, Missouri, etc., planes que entrañan realmente el tratamiento a escala de grandes regiones de todos los problemas de éstas.

   Las disposiciones principales del New Deal fueron la Ley de Ajuste de la Agricultura (AAA) de 12 de mayo de 1933, la Autoridad del Valle del Teennesee (TVA) como Agencia Estatal, de 18 de mayo de 1833, la Ley de Recuperación Industrial Nacional (NIRA) de 16 de junio de 1933 y el Cuerpo Civil de Conservación (CWA) de 1935.

   Nos ocuparemos tan solo de la T.V.A., por la similitud -en magnitudes distintas completamente- con el Plan de Badajoz. Se trata de una Agencia del New Deal, organismo público autónomo, responsable únicamente ante el Presidente y el Congreso, con el fin de resolver conjuntamente los diversos problemas técnicos, económicos y sociales de la ordenación general del valle del Teennesee, lo que luego se llamaría por los franceses el Aménagément du Territoire y Ordenación del Territorio en español, que nosotros divulgamos a partir de 1960-61 como el término desarrollo regional (nuestro libro Realidad y perspectiva de la planificación regional en España 1960-61). En España ese tratamiento conjunto fue planteado por las Confederaciones Hidrográficas de 1926 (Dictadura de Primo de Rivera), la primera la del Ebro y representaba -como la TVA- “el primer esfuerzo para desarrollar en forma unitaria todos los recursos de un valle fluvial”.

   Los temas concretos, aparte de la producción de energía eléctrica, eran la regularización de dicho río, la producción agrícola y ganadera, la repoblación forestal y el bienestar económico y social de la población afectada. El Presidente Roosevelt llegó a llamar al Valle del Teennesee “el problema número uno de índole económica que tenía ante sí la nación”, pues hacía 150 años era un valle próspero y en 1933 era un erial.

   Se construyeron treinta presas, nueve de ellas en el río principal, Tennessee, afluente del Ohio, a su vez del Mississipi, y veintiuna presas en los tributarios. La producción de energía eléctrica es sencillamente colosal, modernizando 65.000 granjas con nuevas técnicas agrícolas, siendo el principal suministrador de energía desde los balbuceos atómicos hasta incluyendo una de las más grandes instalaciones atómicas del país.

   La cuenca comprende 106.190 kilómetros cuadrados, o sea, más de diez millones de hectáreas (cinco veces la provincia de Badajoz) sobre las que viven unos cinco millones de personas. Las orillas abarcan más de 14.000 km. de longitud (pesca fluvial, turismo, etc.). Industrias de todas clases, etc. todo lo cual ha elevado el nivel de vida de los habitantes, que se quintuplicó sólo en los primeros quince años. Un portentoso éxito que, unido a la expansión de los EE.UU. con la II Guerra Mundial resolvió en buena parte el problema de la Gran Depresión, haciendo bueno ese refrán de que los agricultores y la agricultura lo que necesitan es “Agua, sol y guerra en Sebastopol”…

   Pues bien este gran sistema “autoritario” (Autoridad del Valle…) tuvo su reflejo-aunque no creo que se inspiraran en él, sino más bien en la idea prístina y original de las Confederaciones Hidrográficas de 1926, que se anticipó a la TVA de 1933 de Roosevelt…- con el Plan de Badajoz de Franco, sobre lo que haremos posteriormente algunas precisiones. Pero ¿es el NEW DEAL apto para los tiempos actuales?    

4. Realizaciones en Extremadura

   Está claro que en estos aspectos lo más destacado fue el Plan de Badajoz 1952, que analizaremos con algún mayor detalle, así como una referencia a los regadíos también importantes de la provincia hermana de Cáceres, aunque no tuvieran el nombre de Plan, algo que explicaremos.

a) El plan de Badajoz.

   El nombre completo de este Plan es el de Plan de Obras, Colonización, Industrialización y Electrificación de la Provincia de Badajoz, y fue aprobado en Sesión de las Cortes Españolas de 5 de abril de 1952, saliendo su Ley de 7 de abril de 1952 en el Boletín Oficial del Estado del día 8 de abril, mayor rapidez imposible, lo que da idea de su urgencia.

   Y es que la provincia de Badajoz tenía un grave y ancestral problema económico-social, con miles de yunteros sin tierra, que durante la II República Española se enconó con el Gobierno del Frente Popular de febrero de 1936, con invasiones de fincas y graves altercados por la Reforma Agraria que hicieron clamar en Radio Madrid al Director del Instituto de Reforma Agraria, el republicano Vázquez Humas contra tales ilegales invasiones, explicando a los campesinos que de otro modo “no sería una ley, sino un acto revolucionario ,que podría llevar a la desorganización de la economía agrícola, más allá de la cual sería el caos”. Así lo recuerda Edward Malefakis en su conocido libro sobre la Reforma Agraria. Es por eso por lo que Franco visita por primera vez Badajoz en diciembre de 1945 y dice: “Vengo a esta provincia porque es la que tiene el mayor problema económico-social de las provincias españolas”. Y Badajoz supo movilizarse con lo que entonces se llamaba las “fuerzas vivas” (abogados, ingenieros, notarios, empresarios, etc.) bajo la dirección de un Gobernador Civil excepcional, Joaquín López Tienda, con un inteligente secretario Sierra Molina, y estudiaron y culminaron en 1948 el llamado Plan de Ordenación Económico-Social de la Provincia de Badajoz, proponiendo numerosas soluciones, pero la mejor y mayor de ella era indudablemente el regadío de las Vegas del Guadiana que había intentado la República sin resultados patentes pues como hemos anticipado el Plan de Lorenzo Pardo no fue aprobado en el trámite de Información Pública siquiera. La consecuencia grata fue que el Caudillo ordenó (manu militari, como Roosevelt con la TVA) que se formara una Comisión Técnico-Mixta de Ingenieros que elaboraran un Plan, y éste fue el Plan de Badajoz.

   Así empezaban a cuajar intentos desde 1902 (Plan Gasset de la Monarquía), durante la cual se

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Pituca Perez