En este programa colegial se atienden a médicos y médicas con trastornos mentales y/o adicciones, muchos de ellos trastornos del ánimo como puede ser la depresión. Es una enfermedad grave que afecta a este colectivo muchas veces a consecuencia del ejercicio profesional que con lleva largas jornadas laborales, la sobrecarga asistencial, la cercanía a la muerte y enfermedad y la presión en alguna toma de decisiones o dilemas éticos.
De hecho, tal y como refleja el último informe de los datos del PAIME uno de cada cuatro profesionales atendidos en el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME) lo hace por trastornos del estado del ánimo entre los que domina la depresión.
“La clave para enfrentar la depresión y otros trastornos emocionales es la prevención y la intervención temprana. Los médicos no deben enfrentarse a la enfermedad en solitario; cuentan con un programa específico que les ofrece el apoyo necesario para superar la enfermedad y seguir adelante con su carrera profesional en las mejores garantías posibles”, asegura la Dra. Mª Isabel Moya, coordinadora nacional del PAIME y vicepresidenta de la FPSOMC.
Según diversos estudios, la profesión médica presenta una prevalencia más alta de trastornos mentales, incluidos trastornos depresivos, en comparación con otras profesiones, debido a las exigencias emocionales y laborales inherentes a su trabajo. La situación se ha agravado en los últimos años, especialmente tras la pandemia de COVID-19, que incrementó el estrés y la fatiga emocional de los médicos.
Enfoque integral en el PAIME
El PAIME, un programa único en España referente en otros países y profesiones, sigue siendo un pilar fundamental para la atención de la salud mental de los médicos. A través de un enfoque integral, el programa ofrece atención, abordaje, tratamiento y acompañamiento en trastornos mentales, como la depresión, y comportamientos adictivos.
Desde que en 1998 se creara el Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), han sido atendidos 8083 médicos por trastorno mental y/o adicciones, y de ellos más de un 90% se ha recuperado incorporándose al ejercicio de la Medicina, balance que demuestra que una intervención a tiempo puede facilitar que el médico afectado por estas patologías pueda recuperarse y reintegrarse en su vida laboral con todas las garantías.