Turismo
La revista Viajar ha recopilado en una lista cuáles son los municipios más subestimados del país y que merecen la pena una visita por su belleza, su pasado histórico o el paisaje que los rodea
Actualizado el 28/10/2024 a las 11:45
En un país tan turístico como España hay en su territorio multitud de ciudades y rincones que son una visita ineludible por los visitantes que llegan a nuestro país. Todas las provincias españolas cuentan con diferentes atractivos que seducen a los turistas y es fácil hacer una lista de cuáles son los lugares de visita obligada que no hay que perderse. Así, sin pensarlo mucho, a todos nos vienen a la cabeza la bahía de La Concha, La Alambra de Granada, la mezquita de Córdoba, la Sagrada Familia de Barcelona, la catedral de Santiago de Compostela, el museo Guggenheim de Bilbao, el parque del Retiro de Madrid, el acueducto de Segovia, el Teide, las dunas de Maspalomas... y podríamos seguir así todo el día.
La belleza, la historia, el arte o la naturaleza se convierten en los puntos fuertes de muchas localidades para convertirse en auténticos hitos turísticos que no hay que perderse. Pero también hay otros municipios que no tienen tanto nombre y que no son muy conocidos a nivel nacional ni por los visitantes. Pasan desapercibidos al lado de otros puntos que atraen el turismo masivamente. Para intentar sacar a la luz estas joyas escondidas de la geografía española, la revista 'Viajar' ha elaborado un listado con los pueblos más infravalorados de España.
En el mapa de localidades que ha seleccionado esta publicación dedicada a los viajes se pueden encontrar municipios poco conocidos, otros que se encuentran cerce de polos de gran atracción de turistas que les hacen sombra y no son tan populares y otros que no han basado su economía en el turismo y no están preparados para la llegada de muchos visitantes.
El pueblo más infravalorado de Navarra según 'Viajar' es Areso, situado en el valle de Leitzaran, una localidad pequeña llena de encanto rural y bellos paisajes con una historia repleta de escaramuzas de guerra ligadas a su carácter fronterizo.
"Areso, rodeado de montañas y con caseríos de piedra, ofrece un paisaje pintoresco con calles adoquinadas y huertas. Su arquitectura, mayormente del siglo XVIII, se vio afectada por un incendio en 1794", describe la publicación, que destaca la iglesia de la Asunción, situada en lo alto, y el río Astomela, que cruza la llanura, como los puntos más destacados del pueblo, donde las casas, en su mayoría de dos o tres plantas, se distribuyen en las pendientes. El artículo también resalta entre sus monumentos "el Ayuntamiento de estilo rococó, las casas de los indianos que regresaron de América y un lavadero octogonal de 1916. La iglesia, renovada recientemente, conserva un baptisterio medieval y una torre donada por un indiano". Por último, la revista también menciona que Areso cuenta con "rutas históricas como la de las Cañadas y la Vía Verde, ideales para disfrutar de la naturaleza".
Entre los pueblos más subestimados de España de las provincias limítrofes con Navarra están Aínsa, en Huesca, que pese a ser uno de los pueblos más bonitos alejados del mar y el más bello refugio de montaña, no es tan popular como sus vecinos Canfranc, Sabiñánigo, Jaca, Graus o Benasque, que atraen un número mucho mayor de viajeros. En su misma comunidad autónoma, Mirambel en Teruel (joya del maestrazgo turolense en la que destacas su arquitectura medieval con portales de piedra abovedados y balcones de madera con filigranas) y Biel en Zaragoza (situado en la comarca de las Cinco Villas, rodeado de bosques y paisajes naturales).
En La Rioja, su pueblo más infravalorado es San Vicente de la Sonsierra, que cuenta con un impresionante castillo que data del siglo XII, así como varias iglesias, como la de Santa María, San Andrés o San Vicente Mártir. Aunque está muy cerca de Logroño y en una de las regiones vitivinícolas más importantes de España, es poco visitado ya que enclaves como Haro o la propia capital aglutinan a la mayoría de los turistas.
Y en lo que se refiere a Euskadi, Salinas de Añana es uno de los pueblos menos valorados en Álava pese a tener más de 6.000 años de historia relacionada con la producción de sal, lo que lo convierte en uno de los paisajes culturales más antiguos de Europa. En Guipúzcoa, destaca Aretxabaleta, localidad que no suele aparecer en las rutas más conocidas de turismo de naturaleza en el País Vasco aunque la sierra de Aizkorri y los bosques de robles y hayas que lo rodean son perfectos para disfrutar de un sinfín de actividades al aire libre. Por último, Ea es el pueblo más infravalorado en Vizcaya. Se caracteriza por su pintoresca ubicación junto al mar Cantábrico, rodeado de montañas y naturaleza. Su casco histórico, con calles estrechas y casas tradicionales, refleja su pasado como puerto pesquero. El pueblo es conocido por su ambiente tranquilo, ideal para quienes buscan disfrutar de la costa vasca y el senderismo en un entorno rural.