Constelación familiar con más de 1800 personas
Cuando en agosto el equipo de la @revistamoi, que organiza un encuentro anual de especialistas y participantes, la Master Moi 2024, me propuso hacer “algo” mediante la herramienta de las Constelaciones Familiares, dije sí. Sin pensar. Solo sí. Es un evento en el que habrían cerca de 2000 personas, y soñé en grande. Visualicé un ejercicio sistémico de tomar a los padres, asentir a la vida y abrir camino al éxito. Lo soñé, lo dibujé, lo mostré y se dio todo gracias a la aceptación, confianza y apoyo de los equipos de un lado y el otro del charco.
Luego me preguntaron “¿Alguna vez se hizo algo similar?”, mi respuesta fue “Creo que no, pero, aunque la responsabilidad es grande, lo haré con alegría.”
Una frase que me acompaña cada día es: “Universo, ahí dónde me pongas tengo la capacidad de ser feliz y en el sitio en el que me pongas daré lo mejor de mí”; ese es mi intento diario y así lo hice.
Pensé en la idea del reconocer lo que hay y en la frase:
A menudo los problemas no buscan ser resueltos, sino que necesitan ser vistos.
Angeles Wolder
A partir de ahí, planifiqué la forma que consideré más idónea para asentir a la vida, abriendo el camino al éxito. El éxito nace de la alegría de vivir lo que nos ha tocado vivir. Del asentimiento. Del dejar de luchar y del tomar todo lo que la vida tiene previsto para nosotros.
La alegría, para mí, tanto durante la preparación como durante su realización, fue enorme. Una gran fuerza de amor me recorría al ver los rostros emocionados y me sacudió el silencio sacro que llenó la sala.
Los ejercicios sistémicos de Constelaciones Familiares planteados en este evento eran para dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cómo hacer para acercarnos a más armonía, felicidad y éxito en la vida?
Lo primero es salir de la energía opuesta. Dejar los enfrentamientos o las polaridades y también para comprender que formamos parte de un sistema mayor que nosotros mismos.
Todo en la vida, ya sea material o inmaterial, está formado por energía. La energía tiene dos polos y por lo general solemos inclinarnos más a uno que al otro. Nos acercamos a lo que nos gusta y nos alejamos de lo que nos desagrada. De la misma manera, somos más cercanos a un padre. Por ejemplo, al que sentimos más “correcto” o con el que tenemos mejor feeling, y alejamos de nuestro corazón al que vemos con ojos críticos.
La energía se equilibra cuando asumo los dos polos de lo que me toca vivir y no rechazo la parte que no me gusta. Traducido a nuestra familia, es cuando veo a los dos padres por igual y los pongo en mi corazón asumiendo que tuvieron su historia, sus dificultades y que, a pesar de eso, hicieron algo maravilloso para nosotros, que es ser el sitio de tránsito para venir a la vida.
En un nivel existencial la vida es transmitida y los padres son un canal a través del cual nos llega la experiencia humana.
¿Saben lo que le gusta a la energía? El agradecimiento.
Solemos agradecer lo que nos gusta, los que nos da alegría, la gente buena, entre comillas, o admirable, pero no se trata de eso. Se trata de tomarlo todo, sin críticas o quejas. La queja hunde y si lo que quieres es brillar hay que aprender a tomar la vida. Esto se traduce en asentir a la vida como es y en dejar de pelear. Asentir es agradecer.
Si podemos estar en el agradecimiento, a pesar de las dificultades y sin entender nada, las cosas empiezan a fluir y la fluidez va a tu favor con abundancia.
¿Por qué es así? Porque la armonía, la tranquilidad, el dinero, el éxito, la salud, la felicidad son energía de agradecimiento. Solo están cuando hay agradecimiento.
Y ¿cuándo hay agradecimiento? Cuando estamos satisfechos. Por eso, incorporar en nuestro corazón a ambos padres, asumir que hubo un precio pagado tanto por ellos como por nosotros por la vida que tuvimos, asentir a todo sin necesidad de reclamos, hacernos responsables de lo que podemos elegir vivir a partir de ahora y aceptar la vida tal cual nos ha llegado son piedras fundamentales para abrazar el cambio.
Tomar a los padres supone una gran renuncia del ego y de las criaturas que fuimos, necesitadas de aprobación. Es una necesaria cura de humildad.
¿Qué buscamos con un ejercicio sistémico?
Un ejercicio sistémico en Constelaciones Familiares es una actividad diseñada para explorar y resolver internamente dinámicas ocultas del sistema familiar que suelen estar relacionadas con patrones repetitivos, conflictos o bloqueos emocionales que afectan a los individuos. Para poder realizarlo se requiere de una actitud de asentimiento y de conexión con algo mayor, ya que solo así el movimiento es sanador.
Bert Hellinger, el creador de las Constelaciones Familiares, enfatizaba que este enfoque trabaja principalmente a un nivel existencial y fenomenológico, más allá del plano puramente emocional o psicológico.
Esto significa que las emociones como miedo, enfado o tristeza pueden presentarse, por ejemplo, en relación a los padres. Sin embargo, si no suelto la emoción, no puedo ver más allá en el nivel existencial, cuál es la historia detrás de la historia. ¿Qué llevó a cada uno a vivir cómo vivió?
Aunque Hellinger decía que el trabajo no es emocional en su base, las emociones pueden surgir como parte del proceso. Sin embargo, no son el enfoque principal ni el criterio de resolución. La meta es más existencial y sistémica, como restaurar el orden, la pertenencia y la paz dentro del sistema.
Esto explica por qué muchas personas encuentran alivio incluso sin entender del todo lo que ocurre durante una constelación: no se trata de “procesar” emociones, sino de reorganizar el sistema de una forma que resuene a un nivel profundo y esencial.
El ejercicio sistémico planteado en el evento ante casi 2000 personas fue experimentar las posiciones de una familia (padre, madre, hijo) para poder abrazar la vida en lugar de enfocarse directamente en los sentimientos individuales o en el análisis racional de los problemas.
Con un ejercicio de constelación no buscamos simplemente que una persona “se sienta mejor”, sino que identifique y restablezca el flujo natural de las fuerzas que rigen su sistema familiar. Se trata de encauzar el amor desde su origen para permitir que el amor de la vida nos llegue. Si este inunda nuestro camino el éxito, la abundancia y la prosperidad llegan en el momento oportuno.
Fenomenología en las Constelaciones Familiares
La fenomenología es un enfoque que se centra en observar lo que surge en el momento presente sin interpretaciones preconcebidas. En una constelación, el facilitador y los participantes trabajan con lo que aparece espontáneamente en el campo sistémico: miradas, gestos, posturas, movimientos, sensaciones, tensiones o energías que representan las dinámicas ocultas del sistema.
En nuestro caso se trataba de reconocer la energía que surgía en las posiciones de padre, madre, hijo y vida. Y para observar y transformar las raíces del conflicto no hay necesidad de entrar en historias personales o en análisis psicológico profundo, sino sentir, y eso fue lo que hicieron en un silencio mayúsculo los participantes de la Master Moi 2024.
El objetivo es hacer visible lo invisible al explorar las posiciones en la familia para, con una frase, transformar el dolor o el bloqueo en armonía y equilibrio. Aprende todo sobre qué son las Constelaciones Familiares y cómo funcionan.
Ahora puedes practicarlo
En la práctica se trata de hacer silencio, y de comenzar una meditación corporal. Estar totalmente relajados, la mente en blanco y si vienen pensamientos dejarlos pasar, respirar profundo, soltar el aire y, sin pausa, ir muy poco a poco, cuanto más despacio mejor, apreciarás las sutilezas que surgen en tu cuerpo.
Dar lugar a todo lo que ocurre en el cuerpo como sensaciones corporales, a los movimientos suaves que se producen, a las sensaciones internas sin ningún juicio o al desplazamiento de la mirada. Sentir lo que ocurre y dejar que el cuerpo se vaya transformando solo. Cuanto más centrados en sí mismos están más se transforma la vida, lo que ocurre en el interior y más se unen los opuestos. Lo sentiréis.
Escuchar con un oído muy fino los impulsos del cuerpo o las ganas de moverse y permanecer donde están. Es como si unas fuerzas energéticas que no sabes de dónde vienen te impulsan a quedarte en tu sitio, a mover un brazo, una mano, a mirar hacia algún lado o adelantar o atrasar el cuerpo. Darse permiso para sentir cuatro posiciones.
Ahora puedes poner en el suelo cuatro papeles que digan padre, madre, hijo y vida. Colócate encima de cada papel comenzando por el papel del hijo. Observa qué sientes cuando miras a los padres y a la vida. Puedes decir una frase y observar cómo resuena en tu interior. Por ejemplo, Papá, mamá, asumo el precio que me ha supuesto nacer siendo hijo tuyo desde el amor. Lo que me dieron fue suficiente. Del resto me encargo yo. Padres, los quiero y los amo tal como son sin nada más que demostrar. Yo también soy como soy. Sin nada más que demostrar. Os veo fuertes y miro vuestro destino con dignidad.
Luego experimentar primero la posición del padre, luego de la madre y al final de la vida. Colocarse en el papel e imaginar que reciben esas frases anteriores. Chequear las sensaciones, los gestos, los movimientos o las miradas y permitir que se vayan transformando. Finalmente puedes salir de las posiciones y colocarte en la de hijo, y mirando todo decir:
Gracias por la vida que me han transmitido.
Gracias por todo lo que me han aportado.
Ahora puedo darme amor y brindar amor a los demás.
Ahora puedo amar la vida y a esta existencia que me han regalado para vivir.
Ahora veo los regalos que me ha traído la vida y los tomo.
Acepto el servicio que me ha propuesto la vida y en honor de todos serviré con alegría.
El poder de elegir
Nuestro destino es colectivo y nuestra libertad es individual.
Destino colectivo significa que me toca vivir algo que viene marcado por mi sistema familiar, por toda la historia transgeneracional. Formo parte de todos los sistemas a los que pertenezco. Por ejemplo, mi familia, mi comunidad, mi país y la humanidad entera.
Tenemos la libertad individual como adultos/as de decir sí o no a lo que quiero vivir y eso es poner límites y tomar decisiones. Distinto es rechazar la vida o negar a los padres porque eso empeora el destino. La reconciliación lo mejora.
Si permanecemos atrapados en el nivel emocional será muy difícil abrazar la vida, y lo que nos cura es abrazar en nuestro corazón a nuestros padres y no tanto ser abrazados por ellos.
Cómo ha sido esta experiencia para mí
Para mí esta ha sido una de las experiencias profesionales y humanas más conmovedora y enriquecedora que sigo disfrutando.
El silencio de los participantes me sobrecogió y su respeto se ha quedado en mis recuerdos y en mis células. La energía y la conexión con los participantes fue tan bonita que se sentía la elevación de la frecuencia en la que vibramos.
El apoyo de los asistentes, ángeles cuidadores que se aseguraron en todo momento de que todos pudieran sentir seguridad para abrirse a la expansión de conciencia me dio libertad para poder acompañar y conectar con sus corazones.
Me sentí muy feliz de facilitar esta actividad para que puedan encontrar que el poder está aquí y ahora disponible para todos.
Siempre agradecida por esta oportunidad. Por poder devolver lo tanto recibido dando este servicio.
Hay experiencias que se quedan para siempre con uno y esta es una de ellas.