El camino de las personas sin hogar es largo y está lleno de obstáculos que superar.

Tras de sí dejan muchas huellas de soledad e incomprensión, cargan historias de vida rotas, llenas de dolor y desesperanza. Enfrentan numerosas dificultades para acceder a una vivienda, a un empleo o, simplemente, para salir de la invisibilidad a la que como sociedad les relegamos habitualmente. Son muchas las circunstancias que les han empujado a vivir en esta situación.

Este año queremos poner el foco en el camino, ese lugar común por el que  transitamos en la vida, y en la posibilidad de encontrarnos. El encuentro forma parte de ese camino en el que queremos provocar y ofrecer oportunidades para acercarnos, conocer, dejar que sean las propias personas en situación de sin hogar las que puedan expresar en primera persona quiénes son, qué viven, qué buscan, qué esperan. Conjuntamente podemos abrir camino a la esperanza desde el lugar común de la  dignidad humana que compartimos y que nos iguala, porque nuestra dignidad y la suya valen lo mismo.

Queremos sensibilizar a la sociedad sobre la situación de exclusión y vulnerabilidad que viven las personas sin hogar, dando a conocer su realidad vital y su dificultad de acceso a los derechos humanos. A la sociedad en general, Administraciones, medios de comunicación, profesionales, personas voluntarias, comunidad…..sobre la realidad de las personas en situación de sin hogar.

Queremos invitar a adoptar una mirada de dignidad y de derechos humanos que facilite la comprensión y acercamiento.

Queremos denunciar y cuestionar el modelo socioeconómico actual, generador de descarte

y expulsiones, así como hechos concretos que ocurran en los distintos territorios y poblaciones, y que tienen su mayor impacto en aquellas personas en situación de mayor vulnerabilidad y exclusión, las personas sin hogar.

Queremos ofrecer  herramientas para comprender el sinhogarismo, sus causas, sus consecuencias, y para abrir caminos a su solución.

En nuestro contexto social, se ha dibujado un panorama de dificultades emergentes. Estas son algunas situaciones:

  • Personas huyendo de guerras, sequías y violencia, personas que arriban a nuestras fronteras territoriales, sociales y emocionales en busca de una justa paz, libertad y esperanza.
  • Personas con mayor deterioro especialmente psicoemocional.
  • Una problemática de la vivienda que se va agudizando y aumenta las situaciones
  • de sinhogarismo en hombres, mujeres y familias.
  • Una precariedad laboral que obstaculiza a muchas personas a vivir con estabilidad
  • e iniciar proyectos vitales nuevos.
  • Más personas en situación de irregularidad administrativa y políticas europeas
  • de extranjería cada vez más restrictivas.

Toda esta realidad  nos incumbe e interpela. No miremos hacia otro lado. Implicarnos supone acompañar en reclamar y denunciar sus derechos vulnerados generando una red comunitaria y afectiva.