Por Ludmila Praslova
El 3 de diciembre se celebró en todo el mundo el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, un día para reivindicar los logros, la fuerza y la dignidad de las comunidades de personas con discapacidad y, al mismo tiempo, reflexionar sobre las barreras que siguen excluyendo a estas personas. Muchas de estas barreras siguen estando relacionadas con la falta de oportunidades de trabajo equitativas.
En este artículo me centraré en los obstáculos a las que se enfrentan las personas neurodivergentes y, más concretamente, las personas con diferencias o discapacidades comunicativas.
Los lugares de trabajo tienen el potencial de impulsar la inclusión social y el empoderamiento. Lamentablemente, para muchas personas que tartamudean, que son no hablantes o que tienen episodios de mutismo situacional, el empleo sigue siendo un espacio de exclusión lleno de malentendidos y prejuicios.
Diferencias de comunicación: estigmas y estereotipos
El estigma que rodea a las diferencias de comunicación es uno de los obstáculos relacionados con el trabajo que más se pasan por alto. Las personas que tartamudean, las personas autistas no hablantes o las que tienen mutismo situacional suelen ser juzgadas injustamente por su forma de comunicarse, mucho más que por la calidad de sus ideas u otras capacidades relacionadas con el trabajo.
Comprender las diferencias de comunicación
- La tartamudez: Diferencia neurológica que afecta a la fluidez del habla. No es un indicador de inteligencia o competencia, pero a menudo se interpreta erróneamente como tal. Tampoco es un indicador de ansiedad u otros problemas de salud mental.
- Personas autistas no hablantes: Algunas personas autistas no hablan o hablan mínimamente, pero pueden comunicarse eficazmente utilizando dispositivos de ayuda, escribiendo o con otros métodos. La suposición común de que las personas no hablantes carecen de capacidad intelectual refleja un prejuicio; de hecho, muchas personas que no hablan son muy inteligentes y, sin embargo, se las subestima.
- Mutismo situacional/selectivo: Algunas personas pueden ser incapaces de hablar en determinados entornos o en condiciones específicas, aunque puedan comunicarse con fluidez en otros contextos.
Estas diferencias no disminuyen la capacidad de la persona. De hecho, las personas que experimentan el mundo de forma diferente aportan perspectivas valiosas y únicas al lugar de trabajo, junto con distintas habilidades. Sin embargo, los prejuicios y la falta de comprensión pueden llevar a la exclusión en los procesos de contratación, asignación de equipos y oportunidades de liderazgo.
Podemos hacerlo mejor. Y en el proceso de crear entornos que apoyen las diferencias de comunicación, podemos crear mejores lugares de trabajo para todos/as.
Consejos prácticos para mejorar la inclusión laboral
Crear un lugar de trabajo que valore e incluya a las personas que se comunican de forma diferente requiere acciones intencionadas y dirigidas. Aquí te ofrezco algunas recomendaciones que pueden aplicar las compañías:
- Replantear las prácticas de contratación
- Utilizar evaluaciones válidas, centradas en las aptitudes y capacidades pertinentes para funciones específicas, en lugar de las entrevistas tradicionales.
- Normalizar las formas de comunicación alternativas, como las respuestas escritas, la tecnología de apoyo, etc., para los solicitantes de empleo.
- Apoyar la flexibilidad
- Ofrecer herramientas como dispositivos generadores de voz o aplicaciones de comunicación, y proporcionar más tiempo para responder por escrito durante las reuniones.
- Permitir entornos de trabajo flexibles que minimicen la presión y no permitan el acoso. Esto beneficia a todos/as y puede ser especialmente importante para las personas con mutismo situacional.
- Fomentar la participación
- Promover que los/as empleados/as con todo tipo de discapacidades, incluidas las diferencias de comunicación, compartan sus experiencias (si así lo desean) e involucrarlos en la elaboración de políticas y prácticas que puedan mejorar el trabajo para todos/as.
- Formar a los equipos en inclusión
- Educar a los empleados sobre las diferencias de comunicación y el valor de la neurodiversidad.
- Celebrar todas las formas de comunicación, ya sea verbal, escrita o asistida.
- Ofrecer formación sobre la escucha activa, la empatía y la creación de una cultura del trabajo donde predomine la paciencia y la solidaridad.
Quizá el aspecto más importante de la formación sea promover la paciencia y la flexibilidad.
Una de mis mejores amigas del instituto tartamudeaba bastante. En retrospectiva, creo que no fui una buena amiga. Yo rellenaba los espacios en blanco y terminaba las frases. Ella tuvo mucha paciencia conmigo. Pero era yo la que tenía que haber sido paciente. Y todos/as, tanto a nivel individual como a nivel cultural, deberíamos tener más paciencia. Y deberíamos centrarnos en el ser humano que tenemos delante. Normalizar las pausas en las conversaciones para dar tiempo a procesar y responder puede ayudarnos a ser seres humanos más reflexivos e inclusivos.
Por qué promover la paciencia beneficia a todas las personas
En un mundo tan acelerado como el nuestro, la paciencia puede parecer un lujo. Pero es una habilidad que necesitamos urgentemente, y desarrollar la paciencia al interactuar con personas que se comunican de forma diferente es una ventaja para todos/as.
- La escucha activa mejora el trabajo en equipo. Cuando vamos más despacio para escuchar con atención, no solo creamos espacio para quienes necesitan más tiempo para comunicarse, sino que también reforzamos la cohesión del equipo. La escucha activa reduce los malentendidos, fomenta la confianza y mejora la calidad general de las interacciones en el lugar de trabajo y, por tanto, nuestro bienestar.
- Desarrollar la empatía mejora la inteligencia emocional. La paciencia alimenta la empatía, que es esencial para el liderazgo y la colaboración. Comprender la perspectiva de alguien que se comunica de forma diferente puede ayudar a los equipos a estar más en sintonía con las necesidades y los puntos fuertes de los/as demás.
- Mejor toma de decisiones. Incorporar voces diversas -sea cual sea su forma- conduce a una toma de decisiones más reflexiva y completa. Dedicar tiempo a garantizar que se escuchan y comprenden las aportaciones de todas las personas permite obtener resultados más sólidos e inclusivos.
Promover un cambio social
Contratar e incluir a personas que se comunican de forma diferente no se trata solo de mejorar los lugares de trabajo. El empleo equitativo ayuda a mejorar la sociedad en general, creando más oportunidades económicas y reforzando normas culturales más inclusivas. Cuando adoptamos la paciencia y la empatía, creamos una cultura que valora a las personas por lo que son, no solo por cómo encajan en modelos predefinidos. Y, si esos modelos predefinidos son injustos, debemos cambiarlos.