Impacto de las patologías de la próstata en la salud sexual

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Conoce cómo impactan las enfermedades de la próstata en la salud sexual masculina y las opciones terapéuticas que son más efectivas y minimizan el riesgo de posibles secuelas.

En el ámbito de la salud masculina, la próstata juega un papel fundamental no solo en el sistema reproductivo, sino también en la calidad de vida relacionada con la salud sexual. A menudo, las condiciones que afectan a la próstata pasan desapercibidas hasta que comienzan a influir significativamente en la rutina diaria de un hombre, particularmente en sus relaciones sexuales.

En este artículo explicamos cómo las patologías de la próstata, tales como la hiperplasia benigna de próstata (HBP), la prostatitis y el cáncer de próstata, pueden afectar la salud sexual de los hombres. Te invitamos a seguir leyendo para entender mejor cómo cuidar de la salud prostática puede ser un paso fundamental hacia el mantenimiento de una vida sexual plena y satisfactoria.

¿Qué es la próstata y para qué sirve?

La próstata es una glándula del tamaño aproximado de una nuez, situada justo debajo de la vejiga en los hombres, frente al recto. Es responsable de varias funciones relacionadas con la sexualidad y la reproducción, tales como la producción de líquido seminal (necesario para incrementar la motilidad de los espermatozoides en el útero cuando tratan de fecundar un óvulo) o la eyaculación (la contracción de la musculatura lisa de la próstata empuja el semen a través de la uretra).

Además, aunque no es su función principal, la próstata también interviene en el control del flujo de la orina, ya que rodea parte de la uretra y su tamaño puede influir en la facilidad para orinar.

¿Cuáles son las patologías prostáticas más comunes?

La próstata puede verse afectada por diversas condiciones, algunas con un gran impacto en la salud sexual y la calidad de vida de los hombres. Las más habituales son:

Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP).

La HBP es una condición caracterizada por el agrandamiento de la próstata, muy común en hombres a partir de los 60 años. Aunque no es una condición maligna, puede comprimir la uretra y dificultar el flujo de orina, lo que resulta en síntomas urinarios molestos como flujo urinario débil, necesidad de orinar frecuentemente, especialmente por la noche, y sensación de vaciado incompleto de la vejiga. Aunque la HBP en sí misma no afecta directamente la función sexual, ciertos tratamientos para esta condición sí pueden hacerlo en forma de disfunción eréctil o disminución del deseo sexual.

Prostatitis

La prostatitis es la inflamación de la próstata. Se presenta en varias formas, incluyendo prostatitis bacteriana aguda, prostatitis bacteriana crónica, prostatitis crónica/síndrome de dolor pélvico crónico y prostatitis inflamatoria asintomática. Los síntomas varían según el tipo, pero pueden incluir dolor al orinar, dolor en el área genital o pélvica, dolor durante o después de la eyaculación y síntomas urinarios similares a los de la HBP. La prostatitis, especialmente la crónica, puede tener un impacto significativo en la salud sexual, causando dolor durante la eyaculación y disminución del deseo sexual.

Cáncer de Próstata

El cáncer de próstata es el tumor más prevalente en hombres. A veces crece lentamente y permanece confinado dentro de la próstata, sin causar daños graves, pero también puede ser agresivo y diseminarse rápidamente. Los síntomas incluyen problemas urinarios similares a los de la HPB, sangre en la orina o en el semen, disfunción eréctil y dolor osteoarticular. El hecho de que los síntomas no sean muy evidentes en etapas tempranas y de que se asemejen a los de otras patologías, pone de relieve la importancia de llevar a cabo un diagnóstico precoz, cada vez menos molesto para el paciente y, además, mucho más preciso.

Actualmente, el tratamiento del cáncer de próstata ha evolucionado para incrementar las tasas de éxito en términos de curación del tumor, reducir la agresividad terapéutica y evitar los efectos secundarios urológicos y sexuales.

Impacto de las enfermedades de la próstata en la salud sexual masculina

Como hemos indicado en puntos anteriores, las patologías de la próstata, tales como la hiperplasia benigna de próstata (HBP), la prostatitis y el cáncer de próstata, pueden tener un impacto significativo en la salud sexual de los hombres (función eréctil, deseo sexual, eyaculación y satisfacción sexual general).

Hiperplasia benigna de próstata (HBP) y salud sexual

Aunque la HBP primariamente afecta la micción, también puede perjudicar la función sexual del varón directa e indirectamente, ya que el tratamiento médico y la cirugía pueden repercutir en disfunción eréctil o eyaculación retrógrada (el semen fluye hacia la vejiga en lugar de salir por el pene). Por ello se suele optar por tratamientos que, siendo efectivos para la HBP, afecten lo mínimo posible a la sexualidad.

Prostatitis y salud sexual

La prostatitis, especialmente en su forma crónica, puede tener un profundo impacto en la salud sexual debido al dolor persistente en la región pélvica y a las molestias y problemas relacionados con la eyaculación. Estos síntomas pueden disminuir el deseo sexual y hacer que las relaciones sean incómodas o dolorosas, lo que conduce a un deterioro de la vida íntima y a un malestar emocional más o menos notorio.

Cáncer de próstata y salud sexual

El tratamiento para el cáncer de próstata (cirugía, radioterapia o la terapia hormonal), puede tener efectos notables en la función sexual, tanto en lo relacionado con la erección como en la libido. Afortunadamente, en los últimos años se han hecho notables avances en este campo para asegurar la mejor tasa de curación sin afectar la sexualidad del varón.

Detección precoz del cáncer de próstata

Hasta hace unos años, además del tabú que existe en la población masculina en torno a consultar por problemas urogenitales, el gran caballo de batalla en la detección precoz del cáncer de próstata se ha cimentado en el hecho de que las pruebas que se llevaban a cabo para ello eran molestas e, incluso, dolorosas.

Actualmente, el panorama del diagnóstico ha cambiado radicalmente ganando no solo en fiabilidad, sino en rapidez y mínima invasión. De esta manera, los especialistas pueden recurrir a:

Determinación del PSA

Se trata de evaluar la concentración del Antígeno Prostático Específico (PSA, sus siglas en inglés) mediante una analítica sanguínea. Si bien esta prueba no es absolutamente determinante, se ha comprobado que tener este valor elevado es un indicativo de que puede haber problemas prostáticos que merece la pena rastrear.

Resonancia magnética multiparamétrica (RMN)

A partir de los resultados obtenidos en la analítica del PSA, el urólogo puede tener la sospecha de la existencia de tumor y solicitar una Resonancia Magnética de próstata para obtener imágenes precisas y detalladas de la glándula prostática y confirmar o no la presencia de un cáncer y, en caso afirmativo, evaluar su extensión y si se ha diseminado.

Biopsia fusión

Se trata de una prueba que suma la resonancia magnética y ecografía. De esta forma, se localiza y se analiza de manera extremadamente precisa el tejido prostático sospechoso, con una tasa de fiabilidad en la detección del cáncer de próstata superior al 97%. Además de minimizar las molestias al máximo, permite caracterizar el tumor de manera más concreta y establecer un tratamiento más individualizado de cada paciente.

Tratamientos para el cáncer de próstata

A continuación se explican los principales tratamientos para el cáncer de próstata que se aplican en la actualidad considerando la salud sexual masculina:

Protocolo de Vigilancia Activa

Consiste en hacer un seguimiento estrecho del paciente para controlar de manera sistemática la evolución del tumor para tratarlo en el momento oportuno, preservando entre tanto la continencia urinaria y la función eréctil. Se aplica en tumores prostáticos de bajo riesgo de infiltración y crecimiento lento.

Cirugía (Prostatectomía Radical)

Consiste en extirpar la glándula prostática. Se aplica cuando el tumor afecta a la mayoría del tejido prostático. Actualmente, la cirugía robótica con equipos como el Da Vinci ha mejorado considerablemente los resultados oncológicos y funcionales, haciendo posible la extirpación de la glándula sin afectar a los nervios y tejidos vecinos para no dejar secuelas urológicas (incontinencia urinaria) o sexuales (disfunción eréctil).

Terapia focal

Consiste en tratar únicamente la zona tumoral más un margen de seguridad para eliminar todo el tejido canceroso, pero sin extirpar la totalidad de la glándula. Se aplica cuando el tumor es poco agresivo y afecta solo a un lóbulo prostático.

Radioterapia externa

La evolución tecnológica permite actualmente llevar a cabo protocolos de radioterapia de cinco días o, incluso, de una sola jornada. De esta manera, la terapia es menos agresiva y se preserva la función urinaria y sexual.

Manejo del impacto de las enfermedades de la próstata en la salud sexual

A pesar de que los avances diagnósticos y terapéuticos han dado lugar a procedimientos mínimamente invasivos con menos secuelas funcionales y sexuales, en ocasiones pueden aparecer. No obstante, es fundamental trasladar el mensaje de que existen alternativas para tratarlas, desde medicación oral o inyectada hasta terapia hormonal sustitutiva, pasando por implantes peneanos y prótesis que se colocan de forma quirúrgica; todo ello complementado, según cada caso, con apoyo psicológico.

Por este motivo, es fundamental que los pacientes consulten todas sus dudas e inquietudes con un especialista en urología, para que juntos puedan diseñar una estrategia terapéutica individualizada que responda a todas ellas.

Consejos y estilo de vida para cuidar la salud prostática

Algunas de las principales medidas preventivas para intentar reducir el riesgo de patologías de la próstata son las siguientes:

Mantener un estilo de vida saludable

La dieta y el ejercicio juegan un papel clave en la salud de la próstata. Consumir una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales y baja en grasas saturadas puede ayudar a mantener la salud prostática en buen estado. El ejercicio regular también puede ayudar a reducir el riesgo de problemas de próstata, incluyendo el cáncer de esta glándula.

Evitar el consumo de tabaco

Fumar aumenta el riesgo de muchas enfermedades, incluido el cáncer de próstata. Dejar de fumar puede reducir este riesgo considerablemente.

Controlar la Ingesta de líquidos antes de dormir

Para aquellos varones con síntomas de HBP, reducir la ingesta de líquidos en la noche puede disminuir la necesidad de orinar frecuentemente durante la noche, mejorando así la calidad del sueño y reduciendo las molestias asociadas a la alta frecuencia miccional.

Realizar consultas médicas periódicas

Incluso en ausencia de síntomas, es importante realizar chequeos regulares en la consulta del urólogo; concretamente a partir de los 50 años y de los 45 si existen antecedentes familiares de cáncer o problemas prostáticos relevantes.

Atención a los síntomas

Es importante prestar atención a los síntomas urinarios o sexuales inusuales y consultar al urólogo, independientemente de la edad. Esto incluye dificultad para orinar, dolor en la región pélvica, sangre en la orina o el semen, y cambios en la función sexual.

Te invitamos a compartir este post sobre cómo impactan las patologías de la próstata en la salud sexual masculina con aquellas personas a las que creas que le puede interesar.

Referencias y autoría del contenido

El contenido de esta entrada ha sido elaborado por el Departamento de Comunicación y el Equipo Médico del Grupo Pedro Jaén siguiendo nuestro compromiso editorial, mediante el que garantizamos la veracidad y actualización de la información proporcionada.

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