Experiencia del paciente en primera persona - Science for Change

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En el ámbito de la investigación y la salud, los estudios tienen un claro componente androcéntrico y no siempre incluye a todas las diversidades sexuales. ¿Sabías que en la mayoría de estudios clínicos no se incluye a las mujeres? ¿O que hay enfermedades que afectan solo a mujeres que han sido invisibilizadas? Rosa Arias, CEO y fundadora de Science for Change habla sobre ello en el programa “Veïns” en su sección “Ciència amb tu” en Televisió L’Hospitalet.

Partimos de una medicina androcéntrica que ha investigado las manifestaciones en hombres y ha extrapolado los resultados a las mujeres.

Durante décadas ha habido un sesgo de género en la investigación médica, las mujeres, tradicionalmente no estaban incluidas en los ensayos clínicos. Cuando se incluye a mujeres en los estudios clínicos, el ratio es de aproximadamente cuatro hombres por una mujer.

Hay que tener en cuenta que los efectos secundarios de los fármacos afectan de forma diferente a hombres y mujeres. Las mujeres tienen mucha mayor variabilidad hormonal que los hombres, lo que hace que tengan reacciones cruzadas con los fármacos. No tener en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres, tanto a la hora de investigar como en las relaciones asistenciales médico/a-paciente, tiene consecuencias directas en la estructura y planificación del sistema sanitario, hasta la misma percepción de la salud y cómo se somatiza y medicaliza.

El 85% de los psicofármacos que se recetan se prescriben a mujeres, y en un 25% de los casos se psicosomatizan las quejas de las mujeres, lo que desencadena en una invisibilización de enfermedades que afecten a las mujeres.

Enfermedades invisibilizadas

Las enfermedades cardiovasculares son un claro ejemplo de invisibilización de la mujer en su diagnóstico y tratamiento. Actualmente, la primera causa de mortalidad del sexo femenino es de origen cardiovascular.

Cabe destacar que las mujeres sufren un 33% más de infartos de miocardio no detectados que los hombres (6%). Esto provoca una mayor tasa de mortalidad en las mujeres porque se tarda más en diagnosticar y llegan con un cuadro más grave en el hospital.

Hasta hace unos 15 años, se creía que las mujeres no podían sufrir enfermedades cardiovasculares. La sintomatología que presentan hombres y mujeres no siempre es la misma.  Además, los síntomas o molestias torácicas de las mujeres acompañadas de otra sintomatología tradicionalmente han sido tratadas con sedantes y antidepresivos.

La sintomatología más común del ataque cardíaco es dolor o presión en el pecho, que dura más de unos pocos minutos o aparece y desaparece, pero las mujeres son más propensas que los hombres a tener síntomas de ataque cardíaco que no están relacionados con el dolor en el pecho. Estos síntomas pueden ser molestias en el cuello, mandíbula, hombros o la parte superior del abdomen, la falta de aire, náuseas, cansancio inusual o acidez estomacal.

Es por ello que hay un infradiagnóstico de enfermedades cardíacas en mujeres, ya que la sintomatología no sigue el mismo patrón que en los hombres.

Endometriosis, la enfermedad silenciada

La endometriosis es una enfermedad en la que el tejido endometrial crece fuera de su lugar normal. Es una enfermedad crónica que puede afectar de forma extrema en distintas esferas de la vida de una persona. Hoy en día no existe una cura, tan solo existen tratamientos para reducir o controlar los síntomas.

Generalmente, las personas con endometriosis sufren varios síntomas, como fuertes dolores menstruales, dolor crónico, problemas de fertilidad y trastornos psicológicos asociados, cansancio o afecciones gastrointestinales que pueden resultar incapacitantes.

Afecta a una de cada diez mujeres, aproximadamente a un 10-20% de las mujeres en edad reproductiva a escala mundial. Esto significa que, solamente en España, 2 millones de personas padecen esta enfermedad, 14 millones en Europa y 176 millones a nivel mundial. A estas cifras alarmantes hay que sumar una más: ¡se tarda entre 8 y 10 años en diagnosticar!

¿Por qué? Tradicionalmente, se ha adoptado como “normal” tener dolores durante la menstruación, lo que ha derivado en una invisibilización de esta enfermedad. La endometriosis todavía está rodeada de problemas de género y normas sociales que han llevado a la creación de mitos y conceptos erróneos sobre una enfermedad grave.

Cuando se leen testigos de personas con endometriosis, se puede observar una constante muy similar en todas sus experiencias: fueron cuestionadas o tildadas de exageradas.

Recapiti
Clara Civit