Lo has leído bien. Hoy no hablamos de networking, relaciones públicas o acuerdos comerciales. Vamos a ver la cara más humana de las relaciones profesionales, cómo establecer vínculos a largo plazo y tener una red de contactos de plena confianza para impulsar tu negocio.
Quieres empezar tu propia comunidad. Necesitas tener prescriptores de marca. Pero ese primer paso puede generar vértigo o timidez. Lo primero que debes tener en cuenta es que si los demás han podido, tú también lo lograrás. Cada marca personal y profesional que desprende autenticidad y valor, interesará a un target determinado, esencialmente cuando hay detrás una sólida estrategia de marketing basada en buyer personas. Sin embargo, rodearte de los contactos adecuados y cuidarlos, incrementará notoriamente tu visibilidad, reputación y, por ende, ventas.
Deja de practicar el frío networking y disfruta del human networking con estos tips.
1 Rodéate de proyectos y personas con tu misma vibración
El primer paso es una investigación en detalle sobre posibles personas que puedan estar interesadas en tu negocio ya sea para acuerdos comerciales, colaboraciones voluntarias, o difusión mediática. Solamente tú conoces al 100% qué significa para ti tu proyecto, por qué valores te riges, con quién puedes confiar, qué tipo de comunicaciones y estilo desprende tu identidad corporativa y, sobre todo, qué te hace sentir tanta pasión por lo que haces.
Si vas a compartir tu proyecto, busca minuciosamente personas que puedan apreciarlo. Escapa de contactos que meramente ven un acuerdo interesado y puntual. Detecta webs, blogs, y los autores que están detrás de estos espacios con los que compartes una visión, desprenden cercanía y profesionalidad. Para ello, necesitarás tiempo a fin de leer, escuchar y ver contenidos que estén alineados a ti. Pero es una inversión necesaria. Y te adelanto que si acabas colaborando online con ellos, y más adelante los conoces en persona, te darás cuenta de lo que te hablo. La energía es positiva, habláis el mismo idioma y de la reunión salen ideas increíbles para seguir sumando juntos.
2 Créate una base de datos propia
Ya sea partnerships, periodistas, contactos para invitar a un evento, influencers… todas las personas que en algún momento estén en contacto contigo deberían de estar en este documento. Incluye datos de contacto, redes sociales, colaboraciones que hayáis tenido o que tendréis, clipping en el caso de los medios, seguimiento de asistencia para los eventos… Es fundamental saber con quién trabajas, conocerlo por nombre y apellidos, poder actualizar de forma rápida el estado de la colaboración y aprovechar este orden para ponerte en contacto con él o ella 100% contextualizado.
3 Tu aproximación debe de ser progresiva
La primera toma de contacto con un desconocido suele percibirse como algo frío o etiquetado por formalismos estándar. ¿Os suena de algo? Manteniendo en todo momento la profesionalidad, debemos ‘hacernos ver’ de forma natural y progresiva. Si nos centramos en el terreno online, podemos empezar a interactuar con estas personas en las redes sociales, difundiendo sus contenidos y enviándoles un mensaje privado 100% personalizado presentándote. Lo mismo, en persona. Como previamente ya te has informado sobre quién es, acércate y despiértale interés hablando sobre algo de su blog o que tengan en común vuestros respectivos negocios.
A continuación, ya si habrán emails o alguna llamada, sin bombardearle. Pero éstas caerán en saco roto si no presentan la siguiente clave.
4 Ten una propuesta de valor
La confianza y credibilidad se ganan a pulso. Cuentas con un producto innovador y atractivo pero todos empezamos siendo unos desconocidos. Conquista a tu próxima red de contactos ofreciéndoles una propuesta que no podrán resistir. Antes de querer cerrar cualquier venta, dales formación, visibilidad, recursos que les sean útiles y tengan que ver con el servicio que ofreces. Veamos algunos ejemplos:
Periodistas: podemos estar atentos de si pregunta algo en sus redes sociales, darle una propuesta de noticia relacionada con nuestro servicio. ¿Qué tal una segunda parte de algo reciente escrito por él? ¿Un estudio elaborado por tu empresa que responde algunas de sus preguntas y a su vez demuestra la calidad de tu producto y conocimiento de mercado?
Prescriptores de marca: crea una comunidad de expertos sobre tu sector. Organiza webinars donde los invitados de honor sean ellos, donde busquéis visibilidad entre vuestras respectivas comunidades. Un evento para influencers: preséntales las novedades en exclusiva de tu servicio, antes de hacer el lanzamiento oficial. Dales ese espacio de debate, su feedback te será de incalculable valor.
5 No hables mal de tu competencia
Céntrate en tu proyecto y camino por delante. Tener envidias, resquemor o cualquier pensamiento negativo con otros profesionales con los que compartes público objetivo, sólo hará que penalizarte y no avanzar.
Los emprendedores de éxito se rodean de personas que inspiran, que suman, que se admiran mutuamente y aprenden constantemente los unos de los otros. Este mundo es mucho más pequeño de lo que nos imaginamos, no hables mal de nadie, no te dejes llevar por juicios. Cada persona construye su trayectoria profesional en base a su esfuerzo, valores y motivaciones. Valora su trabajo como tú estás haciendo el tuyo. Y las personas tóxicas caen por su propio peso, no te conviertas en una de ellas.
5+1 Sé auténtico
No acabarás de conectar nunca con una persona aparentando ser alguien que no eres. Tu naturalidad te define. Y no puedes agradar a todo el mundo. Si eres despistado o torpe, ríete de ti mismo y verás que tu frescura romperá el clima del clásico ambiente de networking, ferias y llamadas frías. Te verán y sentirán cercanía en el momento.
Pon los 5 sentidos en este tipo de encuentros. Verás que en ocasiones llevas preparado un speech con su estructura pero percibiendo la dinámica de tu oyente o grupo, podrás amoldarla o cambiarla por completo por unas palabras improvisadas, demos con tu propio móvil y fotografías graciosas.
Por último, ¡SONRÍE! El poder de una sonrisa natural lo es todo. Da igual que puedas tener nervios o que la personas con la que te reúnes es un estirado, este pequeño gesto derrocha luz y encanto.