Beneficios del taller de cocina - Residencias Seniors

Compatibilità
Salva(0)
Condividi

Con el envejecimiento las personas mayores en ocasiones sufren cambios en sus hábitos, rutinas y roles diarios, que afectan a su desempeño y a su estado de ánimo.

A causa de dificultades tanto físicas como cognitivas, la autonomía en el desarrollo de las actividades de la vida diaria se ve afectada dejando paso a la reducción de tareas que siempre habían realizado; tales como trabajar, cocinar, gestionar tareas del hogar, manejar el cuidado de ellos mismos y de los demás, etc. Afectando, consecuentemente, a un cambio en sus roles diarios. Por ello, y sobre todo cuando aparecen patologías degenerativas, es importante trabajar sobre la recuperación y/o estimulación de dichas tareas perdidas o en proceso de pérdida.

Una de las herramientas para fomentar esta estimulación es el taller de cocina. Consiste en llevar a cabo una receta en su totalidad, con la preparación de los pasos de la misma, la elección de ingredientes y ejecución.

En el taller de repostería que periódicamente se realiza en nuestro centro, apostamos mucho por los beneficios terapéuticos que ofrecen estos talleres, pues a muchos residentes les permite ejercitar una de sus aficiones o hábitos que formaban parte de su vida doméstica. Cualquier taller culinario encierra para ellos un significado personal.

La elaboración y consumo de platos tradicionales lleva implícita una expresión de cariño y valía propia, que también les hace recordar y regular sus estados anímicos.

En Seniors, nuestra primera responsabilidad es garantizar la excelencia en los cuidados, respetando al mismo tiempo la dignidad, la libertad de elección y la autonomía de todas las personas a las que atendemos. Esto se consigue a través de una filosofía de cuidados -Positive Care- que tiene en cuenta las necesidades específicas de cada persona, en todos los aspectos de su vida.

Cuidar desde una perspectiva de Positive Care es permitir que el individuo siga siendo dueño y señor de su propia vida, ejerciendo sus facultades y tomando las decisiones que le afectan. El entorno social y arquitectónico que acoge a las personas también debe contribuir creando las condiciones necesarias para desarrollar esta filosofía de acompañamiento.

Adaptar el centro a las personas y no las personas al centro.

En esta ocasión, María elabora “roscos de azúcar”, junto a las cocineras de nuestro centro.

Si nos basamos en la historia de vida de María, conocemos su afición por la elaboración de estos dulces y su trabajo en alguna ocasión como cocinera en hoteles de su localidad. Ella nos cuenta que un “dulcero” de Palma de Mallorca, donde vivió de joven durante una época de su vida, le enseñó ésta y otras recetas pasteleras. Cuando más tarde se trasladó a su pueblo natal, ella fue la encargada de enseñar a la mayoría de las mujeres del pueblo a elaborar esta receta. Siguió haciéndolo durante toda su vida. Nosotros nos encargamos de que en este, su hogar actualmente, sea ella nuestra maestra cocinera.

Recapiti
Andrea Torres