Receta para el éxito profesional: autoconocimiento, capacidad relacional y adaptabilidad - Asociación Española de Directivos

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En el Encuentro AED celebrado en Barcelona el 20 de enero, David Reyero, People Business Partner de Sanofi Iberia y autor del libro La ecuación del éxito profesional, analizó las claves del éxito en la carrera profesional, los retos actuales del liderazgo y los principales desafíos a los que se enfrentan las áreas de recursos humanos de las empresas, destacando el impacto de la inteligencia artificial y las implicaciones de la creciente regulación en la competitividad.

1. El autoconocimiento como pilar del desarrollo profesional
David Reyero destacó que el autoconocimiento es esencial para cualquier profesional que quiera maximizar su impacto. Herramientas como Insights, StrengthsFinder (fortalezas profesionales) o Anclas de Carrera, entre otras, ayudan a identificar fortalezas personales, áreas de mejora y el tipo de cultura organizativa en la que cada uno puede dar lo mejor de sí. Reflexionar sobre el propósito profesional no solo guía decisiones laborales, sino que también previene errores estratégicos en el desarrollo de la carrera. Este proceso, aunque es complejo y lleva tiempo y esfuerzo, es fundamental para tener éxito y diferenciarse en un mercado laboral altamente competitivo y globalizado.

2. Networking auténtico, más allá de acumular contactos
Para Reyero, el networking no consiste únicamente en tener una larga lista de contactos en LinkedIn, sino en construir una red de relaciones con personas dispuestas a ofrecer apoyo mutuo, basadas en la aportación de valor y la generosidad. El experto resaltó que muchas personas con trayectorias exitosas subestiman la importancia de estas relaciones hasta que se enfrentan a un cambio laboral, que a la mayoría afectará, más temprano o más tarde. Dedicar tiempo regularmente a fortalecer vínculos profesionales y participar en foros, asociaciones y eventos de calidad es una inversión que puede marcar la diferencia. El mensaje fue claro: un buen perfil profesional pierde fuerza sin una red sólida y activa que respalde el valor que uno aporta.
3. Preparación para la reinvención profesional: un desafío inevitable
La velocidad de los cambios tecnológicos, especialmente con la irrupción de la inteligencia artificial, está redefiniendo los paradigmas laborales. Contar con un plan B profesional es crucial para mitigar los riesgos de quedarse fuera del mercado. Además, las segundas carreras pueden adoptar diferentes formas: continuar en el mismo sector, explorar nuevas áreas relacionadas o incluso apostar por el emprendimiento. La curiosidad, la humildad y la flexibilidad fueron señaladas como cualidades indispensables para navegar este proceso de transformación.

4. El valor diferencial de las habilidades humanas en la era digital
En un contexto donde la tecnología avanza a pasos agigantados y que debemos aprovechar como fuente de oportunidades, habilidades como el pensamiento crítico, la empatía, la resiliencia y la capacidad de aprendizaje continuo son cada vez más valoradas. Según estudios recientes, estas competencias permiten a los profesionales adaptarse a nuevos desafíos y liderar con impacto en entornos cambiantes. Además, Reyero subrayó la importancia de la compasión, entendida como el compromiso de hacer algo por los demás, y su papel como base de un liderazgo auténtico y sostenible que no busca atraer y retener al talento sino entusiasmarlo.

5. Absentismo y productividad: un problema estructural a abordar
Otro de los temas destacados en el que se profundizó fue el impacto del absentismo en la competitividad empresarial, especialmente en España. Este fenómeno, asociado en parte a la falta de compromiso y a la cultura laboral, afecta negativamente a la productividad de las organizaciones. Se hizo hincapié en la necesidad de abordar este reto mediante estrategias que refuercen la cultura del esfuerzo y el sentido de la responsabilidad, así como en la importancia de políticas que equilibren derechos y exigencias laborales. Además, se debatió las posibles implicaciones de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, una medida que podría limitar la competitividad en ciertos sectores.

Recapiti
Raúl Lozano